Karen y JP Abril 1

Karen Barrera / Opinión /

Hace unas cuantas semanas, Leonardo DiCaprio, luego de ganar un Oscar, dedicó su discurso al cambio climático advirtiendo:

[quote]”El cambio climático es real, es la crisis más grave que nuestra especie ha conocido y está sucediendo en este momento. Debemos empoderar a los líderes que no hablan de los intereses empresariales, sino que hablan por nosotros, hijos de nuestros hijos, cuya voz no puede ser escuchada”.  [/quote]

A menudo se escucha que el cambio climático es una amenaza para el medio ambiente, enfatizando en la flora y fauna. Sin embargo, pocas veces se resalta la amenaza que representa dicho fenómeno para el ser humano.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente -PNUMA-, los vínculos entre la salud y el medio ambiente son fundamentales, por lo que las acciones a nivel internacional en pro del medio ambiente desempeñan un papel vital en la mitigación de riesgos para la salud, como por ejemplo la propagación de Zika y el Ébola.

A medida que el cambio climático altera la calidad de nuestro medio ambiente, los seres humanos somos afectados, ya que dependemos directamente del mismo. Si él es destruido, nosotros también, por el simple hecho de que necesitamos de todos sus recursos para sobrevivir. Pero esos recursos son gravemente amenazados por el cambio climático.

Algunos datos interesantes que la Organización Mundial de la Salud –OMS- ha publicado sobre el cambio climático y su influencia en la salud son:

  • Entre 2030 y 2050, el cambio climático causará unas 250,000 defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.
  • El coste de los daños directos para la salud se sitúa entre los 2000 y 4000 millones de dólares (US$) en el periodo 2015-2030.
  • Los países en desarrollo serán los menos capacitados para responder a los cambios, ya que cuentan con mala infraestructura sanitaria.
  • La reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero –GEI- pueden traducirse en mejoras de la salud, en particular a través de la reducción de contaminación atmosférica.

Por tanto, las alianzas y acuerdos internacionales como el de la Conferencia de las Partes –COP- 21 en París, Francia, son vitales para una lucha que no se debe realizar solamente a nivel individual, sino mundial.

Al final, los principales afectados seremos nosotros: los seres humanos.

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