Sara Mux/

Para comprender la magnitud del problema del acceso a la justicia para mujeres indígenas, es importante considerar datos estadísticos relacionados a las diferentes manifestaciones de esta. Considerando solamente el departamento de Chimaltenango, las cifras son alarmantes.

Según el Ministerio Público de Chimaltenango, en el primer semestre del año 2017, 27 mujeres sufrieron agresiones sexuales, 59 violaciones, 1 femicidio y en su mayoría, éstas mujeres comprendían las edades entre 13 a 18 años.

¿Qué podemos esperar de este año como sociedad?

A pesar de que el departamento de Chimaltenango cuenta con 16 municipios y que en su mayoría son poblaciones indígenas, no se cuenta con datos desglosados de mujeres indígenas que, a pesar de su condición de pobreza y pobreza extrema, no hablante del idioma castellano y de la lejanía de la dependencia responsable de administrar la justicia, hay algunas que logran denunciar dichos hechos.

Para las mujeres indígenas el acceso a la justicia siempre ha sido históricamente complejo.

Algunos aspectos relevantes que influyen en ello son: primero, que el Estado de Guatemala no fue diseñado desde una perspectiva incluyente y multicultural, mucho menos con un enfoque de género; segundo, existe hasta el momento esfuerzos de algunas mujeres indígenas que deciden emprender el camino de la búsqueda de la justicia a través de denuncias. Sin embargo, muy pocas logran el acceso a una justicia dignificante; y tercero, el proceso burocrático para el acceso a la justicia es engorrosa, lenta, racista, discriminatoria y machista.

Todos estos aspectos antes descritos, tienen repercusiones principalmente físicas, sociales y sobre todo emocionales en las mujeres. Para una mujer que vive en el contexto guatemalteco machista, misógino y con altos índices de femicidio decidir denunciar la violencia ejercida en su contra, tiene un alto grado de valentía pero a la vez, representa un riesgo para su integridad y para los que la rodean.

Por eso, al momento de desafiar las diferentes barreras para el acceso a la justicia, es probable que exista una revictimización de las mujeres, debido a que el trauma sufrido es agudizado precisamente por enfrentarse ante un sistema que cuestiona los hechos, no administra la justicia con dignidad, que tampoco brinda una atención especializada y diferenciada para las mujeres indígenas. Además de no agilizar los procesos y no brindar una reparación integral.

Por ello, es importante lograr desde las instancias competentes de la administración de justicia, acciones inmediatas que puedan prevenir la revictimización de las que ya han sido víctimas de las diferentes manifestaciones de violencia. Considerando la pertinencia cultural, enfoque de género, enfoque diferenciado por etnia y la plena convicción de la agilización de los procesos legales, haciendo valer las leyes nacionales e internacionales relacionadas a la garantía de los derechos individuales y colectivos de las mujeres.

Compartir