guitarra

Giovanna Saenz / Opinión /

Los artistas guatemaltecos son poco conocidos. Muchas veces se muestra mucho interés por artistas internacionales, pero se ignora el talento local, por lo que se sorprenderían de la cantidad de artistas guatemaltecos y de su trabajo.

La mayoría de las veces existe la preferencia de escuchar música de artistas de otros países, lo cual está bien, pero ¿por qué no darles la oportunidad a músicos chapines? ¿Por qué se sabe sobre fotógrafos latinoamericanos pero no guatemaltecos? ¿Cómo es que se ha difundido el arte de pintores de otros países y no de este? ¿Por qué hay preferencia por películas de grandes producciones  internacionales en vez de buscar cine producido en este país?

Cualquiera que se haga las preguntas anteriores, fácilmente puede justificar que no hay actividades o proyectos masivos que promuevan el arte y el talento en Guatemala. Pero este pensamiento no es más que una excusa, es no querer admitir que existe el prejuicio de que “en Guatemala no se hace nada bien” y que “cualquier cosa que venga de afuera es mejor que lo que aquí se hace”. Esta actitud se debe a que en Guatemala no existe esa cultura de interesarse por el tema. En países desarrollados como Europa o Sudamérica, la mayoría de personas se interesan por el arte, de todas las ramas y clasificaciones.

Al ver en retrospectiva, se puede decir que esto se debe a que Guatemala, al ser un país en vías de desarrollo, tiene problemáticas más prioritarias como la  pobreza, la falta de salud, educación o desempleo. Por esto, existen diversas organizaciones gubernamentales y privadas que buscan resolver dichas problemáticas, restándole importancia a otro tipo de cosas como el arte o el deporte.

Sumando la falta de promoción del arte y el poco interés que muestran los ciudadanos, deja como resultado que los artistas no sean reconocidos ni explotados.

No es que uno de estos factores sea consecuencia del otro, son simplemente hechos reales. Se trata de un círculo vicioso en donde no existen las oportunidades necesarias para darse a conocer ante el público chapín, por lo que pocas veces se trata de relucir, y por lo mismo, las personas tienen un concepto sobre el arte como algo inalcanzable que solo en los países desarrollados se da.

La educación que se ha dado, en su mayoría, desde la primaria, impone que es más enriquecedor aprender sobre la historia del arte para observar cómo se ha podido desarrollar en otras partes del mundo y que, en comparación, Guatemala es muy pobre. El no tener la audiencia suficiente provoca que haya menos movimientos a favor del arte y, de esta manera, se apaga y es cuando el círculo continúa, estancándose.

Los guatemaltecos deben apoyar más el arte pues es una forma de conservar la cultura, una expresión artística es la mejor forma de canalizar la energía y ayuda a un mejor desarrollo del cerebro.  Es muy completo y cada representación cuenta una historia diferente, que no se echen a perder todas las historias que aún están por contar. Apostar por el talento nacional es lo que se debe hacer.

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