Marlon Barrios
InCyTDe

Las “cargamos” pegadas al cuerpo, también las llevamos en nuestras mochilas y maletines, incluso algunos estudiantes las llevan dentro de sus autos “híbridos”. Parecen “pedazos de plástico”, tienen formas geométricas casi siempre angulosas y paralelepípedas. Son agradables a la vista y en apariencia inofensivas, pero esconden un problema ambiental serio.

Hablamos de las baterías.

Están en nuestros celulares y computadoras portátiles. Serían parecidas a las de la siguiente figura:

En la Universidad Rafael Landívar pueden estar circulando diariamente un promedio de 10,000 teléfonos celulares, cada uno con su respectiva batería. Si asumimos que estos teléfonos son “desechados” después de un año de uso, y considerando un peso de 100 gramos por batería, tenemos que cada año, los usuarios de celulares en la URL generan 1000 Kg de residuos de baterías, es decir 2200 libras de contaminantes.

¿Quisiera alguien esta “basura” en su vecindario?
Los residuos de baterías contienen metales livianos y pesados, ambos con potencial de contaminar el agua y el ambiente en donde sean desechados. Una batería, por dentro, se vería similar a la siguiente figura:

Las baterías pueden ser de dos tipos: desechables o recargables. Nuestros dispositivos móviles utilizan de las segundas. La función de una batería es “almacenar” energía química para poder disponer de ella, convirtiéndola en un potencial eléctrico, cuando lo necesitemos. Hasta hace una década, a inicios del siglo XXI, se fabricaban principalmente con dos tecnologías: Niquel Cadmio o Hidruro metálico de Niquel. Ambas formas de fabricación implicaban la presencia de metales “pesados” como plomo y mercurio, contaminantes del agua y del ambiente. Sin embargo se desarrollaron muchas técnicas de reciclaje para las mismas y esto disminuyó su impacto ambiental.

Pero del año 2000 a la fecha se empezaron a construir baterías con una nuevas tecnologías relacionadas al litio: ion – litio o polímero de litio. El litio es el mas liviano de todos los metales. Estas nuevas baterías están intentando lograr el calificativo de “verdes” o ambientalmente amigables cuando se generalice el proceso de reciclaje de las mismas. El parlamento Europeo ha impulsado políticas de reciclaje de baterías Li – Ion desde el 2006, actualmente los fabricantes de baterías en Europa deben hacerse cargo de procesar los residuos de las mismas.

En Guatemala hace falta legislación al respecto de desechos relacionados a las baterías. El país adolece de una planta de reciclaje para las mismas.

La próxima ocasión que pienses desechar tu celular o computadora portátil, imagina a donde irá a dar la batería, pudiera ser que contamine algo del agua que bebas en el futuro.

¿Quieres saber más?
http://ec.europa.eu/environment/etap/inaction/showcases/france/504_es.html

Compartir