Claudia Calderón/ Opinión/
Marzo es un mes en que se celebra el Día Internacional de la Mujer. ¿Qué se celebra con exactitud? Muchos dicen la honradez y el ímpetu con las que muchas son madres, la delicadeza que las acompaña cada día, el trabajo doble: casa y oficina, el esfuerzo diario en los estudios, la agilidad para hacer muchas cosas a la vez, las múltiples destrezas en cada cosa que tocan sus manos, etc. Y así, podríamos pasar 24 horas seguidas con la oda a la mujer.
Bajo mi punto de vista, mujeres, una expresión sin acción, es muerta.
No necesitamos que nos digan cuán valioso es nuestro trabajo, si todavía hay violación a las leyes respecto a nosotras o discriminación en muchos lugares en los que estamos. O bien, si nuestro trabajo no es bien pagado, si hay preferencia masculina en algunas labores, si no podemos acceder a ciertos lugares, entre otras situaciones.
Por mencionar algunos ejemplos:
-Solo el 24% de las personas que figuran en las noticias son mujeres.
-En las noticias, el 18% de las mujeres son presentadas como víctimas, a comparación del 8% de los hombres.
-Las mujeres ocupan solo el 33% de las profesiones mejores pagadas en Latinoamérica.
-Existe un 58% de brecha salarial entre hombres y mujeres.
-La brecha étnica de ingreso de las mujeres superan el 60%-68% a comparación de los hombres.
-El 54% de las mujeres en Latinoamérica trabajan sin remuneración.
-Entre el 30 y 35% de las mujeres ocupan un cargo de ministro público en Latinoamérica.
-El 18% de las mujeres logró ingresar a parlamentos en 2009 en Latinoamérica, entre otros.
Lo lamentable de todo es que tanto hombres como mujeres estamos acostumbrados a ese trato. La sociedad marcha a ese ritmo sin que alguna organización feminista lo pueda detener. El reto está en nosotras y en la esperanza. Lo primero porque necesitamos estar bien firmes en nuestro trabajo, sin dar lugar a chantajes u ofrecimientos baratos; porque requerimos ser mujeres que fortalezcan sus conocimientos y prácticas para posicionarnos de la mejor manera en cualquier campo. Porque es indispensable que tanto nosotras como los hombres, seamos un excelente complemento sin discriminar ni a uno ni a otro; porque necesitamos con urgencia cambiar nuestra forma de pensar y saber cuán importante es nuestro rol en todos los sentidos dentro de la sociedad. Y lo segundo, abrazar la esperanza de que algún día todo lo anterior sea reconocido, valorado, aceptado.
No soy feminista, ni pretendo serlo jamás. Pero sí celebraré cualquier día del año al saber que la realidad anterior cambie, aunque sea un poco. Y es muy probable que no lo veamos ni vivamos nosotras, ni nuestras generaciones futuras. Pero conservaremos la esperanza en que algún día el rol de la mujer en la sociedad esté más equilibrado y sea valorado como fuente esencial en todas partes.
Para todas,
¡Felices 365 días de la mujer!
Fuentes:
-Adital. “¿Quién figura en las noticias?”. Referencia en la web: http://www.adital.com.br/arquivos/2010/11/gmmp_2010.%20informe.pdf. Consultado el miércoles 19 de marzo 2014.
-ComunicarseWeb. “Nuevo siglo, viejas disparidades”. Referencia en la web: http://comunicarseweb.com.ar/download.php?tipo=acrobat&view=1&dato=1350418659_BID.pdf. Consultado el martes 18 de marzo 2014.
-ECLAC. “Mujer y desarrollo”. Referencia en la web: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/45262/Serie_108_Nelida_Archenti.pdf. Consultado el miércoles 19 de marzo.