Luis Valenzuela/ Rincón Literario/

Siéntate en una habitación llena de personas,

Verás cómo sus risas vacías reflejarán tu soledad.

Poco a poco verás morir incluso lo que te apasiona;

Pues de la ilusión vendrá el golpe de la fría realidad.

¡Levántate! Que el día se repita otra vez sin esperanza,

Que la fuma y la ginebra entumezcan mis máximos delirios.

Que los recuerdos inicien de las ilusiones perdidas una danza,

Con sus pasos creando nostálgica melodías de un martirio.

Piérdete en el silencio y sufre donde no llegue la vista;

A la distancia de los falsos destellos de utopías anarquistas,

En compañía de pastillas que receten los cínicos doctores.

Pastillas que sin matarme hagan sentir que desaparezco.

Que mi mente inconsolable y el dolor desaparezcan en la nada.

Que callen a la depresión que me dice “yo aquí pertenezco”,

Porque ninguna de mis súplicas hacen que voltees la mirada.

Que la verdad no me patee en la cara mientras estoy en el suelo,

Y que la dicha haga acto de presencia si no es solo un espejismo.

La vida está diseñada para ser más incierta que feliz y entre anhelos,

Anhelos de ilusiones y mentiras piadosas que hacen de la negación un mecanismo.

Imagen: Unsplash

Compartir