Tania Ché Bailarina

Centro de Danza e Investigación del Movimiento, Artes Landívar

Cada artista y cada obra tiene intenciones distintas. En algunos casos  la obra pareciera ser muy clara en lo que te dice, en otros casos, pareciera que no. Algunas veces se tiene acceso a entrevistas, artículos o conversatorios donde los artistas explican un poco su proceso creativo y la intención de su obra. Otras veces, no se tiene acceso a esa información, entonces, ¿cómo puedes acercarte a una obra de arte?

Desde mi experiencia como bailarina, cuando se crea una obra, se realiza un proceso creativo que desarrolla una idea y  un resultado de intuiciones, consignas y experimentos en movimiento. Idealmente, para mí, ese proceso y su resultado buscan el bienestar del propio artista y del público. Para ver arte y acercarse a la intención de la obra se necesita disposición y apertura mental para entrar, como espectador, en un proceso de reflexión. Este proceso de autoanálisis y autocuestionamiento puede ser tan profundo como cada uno lo desee. Por ejemplo, cuando vemos, leemos o escuchamos propuestas artísticas, es posible que nos gusten o es posible que no. Yo considero que esto, ya trae consigo una serie de cuestionamientos que nos adentran en este proceso de autoconocimiento. ¿Por qué me gusta?, ¿por qué no me gusta?, ¿qué me hace sentir?, ¿tristeza, enojo, felicidad?, ¿Con qué lo relaciono?

Para mí, la intención del arte es ser un espejo. Así como nos vemos reflejados en otras personas, sucede lo mismo  con las obras de arte. No se necesita ser experto para ver y acercarse al arte. Se necesita, únicamente,  disposición y sensibilidad.

Compartir