Brújula/
Compartimos extractos de las conclusiones de los panelistas invitados al foro Caso Ríos Montt: perspectivas, organizado por las agrupaciones estudiantiles de la Universidad Rafael Landívar, Alianza (Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales), PIBE (Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales), MEC (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales), la Asociación de Estudiantes de Política (Facultad de Ciencias Políticas y Sociales), con el apoyo de Brújula.
Las conclusiones se presentarán de forma textual, ante la pregunta de cierre: ¿Cómo creen que se desarrollará Guatemala si en cada ocasión que tenemos se insiste en repetir los mismos desbalances?
ALEJANDRO BALSELLS
Si queremos de veras, construir una cultura de paz tenemos que empezar por crear un sistema de justicia. No existe proceso histórico en ninguna parte del universo donde no haya un papel preponderante del sistema de justicia frente a procesos de reconciliación. Por ende, aquí tenemos que entender primero que la justicia no es plebiscitaria; es decir no es agradar a toda la gente. Segunda, la justicia es un parto con dolor; sin epidural, duele. Esa justicia duele a un país precisamente porque 30 años después continuamos con las heridas abierta y no han cicatrizado.
Yo creo que sí es cierto, se requiere de un nuevo liderazgo en la juventud; pero si la juventud no conoce su pasado, simple y sencillamente está condenado a repetirlo. Por lo tanto, en una sociedad como la nuestra donde despreciamos tanto el dolor ajeno, porque esa es una de las condiciones que tenemos, tenemos que saber que aquí hubo algo que fue terrible. Y no lo quiero llamar de ninguna manera ahora. Fueron violaciones monstruosas a los derechos humanos, donde incluso bebes no nacidos fueron víctimas de recursos estatales para reprimir a grupos oficialmente insurgentes.
Ya ocurrieron esas violaciones a los derechos humanos; las víctimas merecen justicia. Ellas no nos van a pedir a nosotros, a una élite intelectual, si la justicia debe ser en Guatemala o en Suiza. Ellas requieren justician. ¿Y qué se entiente por justicia? Eso es lo que cada uno de nosotros deberá de resolver.
Yo no creo que también el proceso penal solo sirva para dirimir una responsabilidad penal. El proceso penal tiene un componente histórico en cualquier delito, y es decir lo que ocurrió; eso es muy importante. Por ejemplo, el caso Myrna Mack lo debemos tener muy claro para juzgar tipos como este caso. En ese caso fue la primera vez que se demostró, judicialmente, que ocurrían decisiones institucionales de parte de autoridades del Estado para decidir el asesinato de una persona.
Por lo tanto, entonces acá lo que se dice es que ocurrió una decisión isntitucional del Estado dentro de una ofensia contraisurtenge que genera por sus características, elementos del delito de genocidio. Eso es lo que se está juzgando. Es un delito que está en la norma, a los tribunales de justicia les quedó grande el tacuche, pero lo que deben hacer entonces es engordar para que les quede el tacuche.
Si nosotros no exigimos, ese sistema de justicia no va a funcionar.
PHILPP CHICOLA
Aquí lo que importa es ver hacia adelante y para responder ante la pregunta original de este foro. Hay un caso que me gusta recordar porque se puede tomar de base para dirimir esa división que tenemos como país, y es la creación de Foro Guatemala.
Foro Guatemala es un espacio que se crea hace uno ocho o diez años, en el cual se sientan en una misma mesa actores empresariales, organizaciones sociales, de derechos humanos, organizaciones indígenas, académicas, etcétera. Y muchas veces el problema que tenemos aquí en Guatemala es que yo creo que se cómo piensa el que piensa diferente que yo. Entonces yo asumo que él tiene ciertos prejuicios hacia mi, y yo también asumo ciertos prejuicios hacia él. Y muchas veces por no hace el ejercicio de sentarnos en la misma mesa, no conocemos que tal vez hay muchos puntos en común que solo porque nunca hubo un espacio donde nos sentáramos a dialogar, nunca los pudimos poner en concreto. Yo creo que ese ejercicio debemos empezar a replicarlo como sociedad, porque de lo contario no vamos sanar todas esas heridas que están allí latentes.
Yo creo que el tema de la paz, de la justicia, de la reconciliación, es uno de ellos. ¿Qué es lo que más le conviene al país? ¿Es en interés de las víctimas juzgar a todos, juzgar solo a uno o no juzgar a ninguno? ¿Es el interés de país reabrir estas heridas, superarlas? Son temas que debemos empezar a preguntarnos y empezar a encontrar soluciones específicas.
Pero no solo con el tema de la paz y la reconciliación. Hay otros temas, por ejemplo, el modelo de desarrollo. ¿Por qué no podemos ponernos de acuerdo cuál es el mejor modelo de desarrollo para que como país salgamos adelante, para darle más oportundidades a todos, para crear más riqueza, para crear una clase media fuerte? Simplememente porque yo asumo que el que piensa diferente a mi, o quien tiene una ideología distinta a la mía, me va a atacar y nunca vamos a ponernos de acuerdo. Yo creo que si hacemos el ejercicio de sentarnos en una mismsa mesa y discutir los temas, pues será más fácil empezar a construir nación. Y lo mismo ocurre con el tema de minería, hidroeléctricas, uso de recursos naturales; en fin, podemos sacar una lista de 40 temas en los que no podemos ponernos de acuerdo.
Yo creo que ejercicios como este, donde nos sentamos en una misma mesa actores que aparentemente representamos instituciones que están en uno u otro polo del debate social, nos sirve número uno, para romper prejucios. Número dos, parra darnos cuenta que hay muchos puntos que desde la perspectiva antagónica que pueda tener Alejandro o Factor, coincidimos en cuál debería ser una receta de país . Y en aquellos puntos que no estamos de acuerdo, pues tener un debate formal, académico, intelecutal, con respeto, y aprender a escuchar los puntos del rival y empezar a encontrar puntos en común.
Si no hacemos esos ejercicios de debate, el tema de Ríos Montt, la paz y el juicio por genocidio pues solo es el capítulo actual de una historia permanente de división social. Yo creo que si no hacemos estos ejercicios de una forma más seguida, Guatemala seguirá siendo lo que hemos sido en los últimos 200 años: un país dividido, un país fracturado, donde al final de cuentas la justicia termina siendo un instrumento que sirve para pasar facturas de uno u otro bando.
FACTOR MENDEZ
Como país y como sociedad debemos de asumir las consecuencias y las lecciones aprendidas de este tipo de eventos, es decir, saber que juicios de esta naturaleza pueden volver a repetirse en nuestro país y que a lo mejor podamos volver a asistir al espectáculo en algunos momentos lúdico y en otros circense que los tribunales de justicia nos ofrecieron a los ciudadanos durante este proceso. Saber como lección aprendida que este tipo de abusos, que este tipo de delitos, sobre todo que los crímenes de lesa humanidad, no deben, no pueden quedar impunes. Saber como lección aprendida que el sistema de justicia guatemalteco es capaz de poder hacer este tipo de juicios y que no tenemos que acudir a instancias internacionales para dirimir este tipo de diferencias. Saber también que no se trata solo de juzgar los hechos del pasado, si no que, este tipo de hechos abre las puertas, abre la ventana para juzgar también acciones del presente en el futuro. Me refiero por ejemplo, al hecho de que en enero del año pasado, la actual administración mediante la ratificación del Congreso Nacional, Guatemala como Estado se adhirió plenamente al Estatuto de Roma a la Corte Penal Internacional. Esa adición significa que el país se suma a acertar no solo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, si no que todos aquellos reclamos que por esa vía vengan y a lo mejor por allí también puede aparecer sentado, en el banquillo de los acusados, una vez pierda sus privilegios de la inmunidad que le otorgan los cargos públicos, el gobernante actual, el General Pérez por el caso de Totonicapán y a lo mejor unos otros hechos que puedan venir en el futuro.
De hecho entonces, tenemos que mantener como sociedad y recuperar nuestra confianza en el sistema de administración de justicia. Saber que hay jueces que en este país son capaces de dar curso a denuncias y abrir juicios por delitos de esta naturaleza, y entender que Guatemala en el concierto de naciones, tiene todavía un camino que recorrer para recuperar mucho el prestigio perdido por ser un país señalado de violador sistemático y grave de los derechos humanos. Así es que como sociedad me parece que tenemos que sentirnos satisfechos de este tipo de pasos trascendentales de la justicia, seguir denunciando, recuperar la voz, no permitir que la cultura del silencio, del miedo y del terror siga imponiéndose y hacer avanzar con nuestra decisión de participación de exigibilidad para que el sistema de justicia sea cada vez más eficaz, más justo y más riguroso.