Gabriela Carrera/
Escuchar al Padre Carlos Cabarrús decir que se “necesita construir humanidad” y verlo voltear hacia Alfredo Guerra Borges, es una de esas imágenes privilegiadas de la vida. Es un hombre grande ya, no de balde pasan los años para un hombre que ha visto una Guatemala eternamente convulsionada. Una Guatemala que él comprende y quiere, en la que aún cree.
Alfredo Guerra Borges vivió los grandes procesos políticos, sociales y económicos de la Guatemala contemporánea. Conocerlo es escuchar la historia de Guatemala en la historia de un hombre: el joven de 19 años que participó como funcionario durante los gobiernos revolucionarios a los 19, al hombre que apostó por la integración centroamericana, al político militante de uno de los partidos no aceptados por el régimen, al profesor universitario que durante sus clases miraba pasar ataúdes de estudiantes asesinados, al investigador de la UNAM. Ante todo, Alfredo Guerra Borges, es un ejemplo de hombre fiel a sí mismo, en cualquier momento.
Este martes 9 de julio en Salones de Cafetería desde las 11:00 am, estaremos Leticia Gonzalez –historiadora, que lo acompañó de cerca en uno de sus últimos trabajos de investigación-, y yo –con muchas preguntas-, dejándonos llevar por las reflexiones profundas de alguien que tiene mucho que decir. Ojalá seamos muchos ese día, y que la voz de Alfredo Guerra Borges sea un camino para repensarnos.