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María del Mar Leal / Brújula /

Siete semanas. Hace 7 semanas Guatemala dejó de quedarse callada ante todas las acusaciones de corrupción hacia sus gobernantes, saliendo a las calles a manifestar el descontento ciudadano, pero a la vez, con peticiones  directas y concretas al gobierno. La coyuntura ha hecho que las consignas y peticiones se acoplen a la situación del momento, y con cada logro obtenido o paso avanzado, las consignas se transforman. Hemos visto consignas desde el #RenunciaYa hasta “En estas condiciones no queremos elecciones“, pero ¿nos hemos detenido un momento a pensar en las implicaciones que estas consignas traen consigo al momento de consolidarse?

Con el fin de evaluar los efectos de las distintas propuestas ciudadanas, un grupo de analistas políticos de la Universidad Rafael Landívar y ASIES presentó posibles escenarios que pudieran suceder  ante la crisis, tomando en cuenta algunos elementos de análisis*.  Entre ellos, especialmente la consolidación del Estado y la intensidad de la crisis en la que se encuentra el país tanto ahora como más adelante.  Brújula presenta cuatro escenarios que consideramos importantes analizar en estos momentos políticos, a fin de informarnos y conocer las implicaciones que cada uno de ellos pudiera tener.

Escenario 1: #RenunciaYa

Muchos grupos están pidiendo la cabeza de Otto Pérez Molina; ante la coyuntura actual, seguramente la manifestación del próximo sábado 13 de junio tendrá como consigna principal el #renunciaya. Si el presidente realmente llega a renunciar a su puesto, el vicepresidente será quien pase a ocupar dicho lugar, según el artículo 189. Falta temporal o absoluta del Presidente de la República de la Constitución Política de la República de Guatemala. Es decir, tendríamos a Otto Pérez Molina saliendo de la presidencia y a Alejandro Maldonado entrando a ella, mientras el nuevo presidente presenta una terna al Congreso de la República para escoger al nuevo vicemandatario (tal y como pasó con Roxana Baldetti).  De suceder este escenario, probablemente se generará bastante incertidumbre (característica de la crisis) para llenar los vacíos que queden, además de que seguramente habrá disputa por escoger a la nueva terna, teniendo especial atención en el tema de los impedimentos de los candidatos.

De llegar a suceder esto también podremos llegar a tener la posible salida de ministros de sus puestos, lo cual traería consigo que las instituciones no sean capaces de tomar buenas decisiones , ya que si las cabezas de las mismas instituciones se van no habrá quién tome las decisiones, o al menos, no de una manera inmediata.  De acuerdo a los analistas políticos, este escenario sería uno de ingobernabilidad (característica de la crisis) por el debilitamiento de la institucionalidad que esto provocaría.  Sin embargo, desde otro punto de vista, la crítica desde la ciudadanía hacia las instituciones públicas sería muy baja porque, primero se cumplió con el objetivo de las consignas y, segundo porque el “culpable” ya no formaría parte del Estado; en este caso una de las consignas ciudadanas tendría el resultado esperado.

El pasado 10 de junio hubo un giro inesperado en el gobierno, la Corte Suprema de Justicia da trámite al antejuicio contra Otto Pérez Molina planteado por el diputado de Winaq, Amílcar Pop. ¿Qué implica esto? La comisión permanente del Congreso de la República se reúne para determinar el procedimiento correspondiente, se convoca a sesión extraordinaria (planificada para 12 de junio a las 14:00 horas) para que se haga el sorteo de los cinco (5) diputados que conformarán la comisión pesquisidora que investigará y dará seguimiento al trámite en el Congreso, donde se decidirá si se da trámite a la solicitud.

Al analizar las características resultantes de este escenario, podría afirmarse que el Estado podría caer en una situación futura de anarquía por la alta intensidad de crisis que esto traería consigo, además del debilitamiento institucional que produciría.

Escenario 2: En estas condiciones no queremos elecciones

Esta consigna es relativamente reciente, y nació con el interés de no elegir políticos ilegítimos y corruptos; surge por el inconformismo que existe alrededor de los candidatos actuales para las elecciones generales 2015, solicitando el aplazamiento de las mismas.  A pesar que en principio es una buena idea y muchos la comparten, las elecciones se encuentran a la vuelta de la esquina y sería un proceso complicado y apresurado hacerlo.

Para lograr esto se necesitaría de una buena dosis de presión social – con el que se cuenta actualmente- y el apoyo de las élites, el cual será difícil de lograr porque se ha evidenciado que estas no apoyan un rompimiento constitucional, el cual sería evidente en este escenario. Sin embargo, este grupo también posee la influencia para cambiar el panorama de acuerdo a Andrea Morales y Astrid Perdomo, analistas políticas guatemaltecas, pudiendo lograr aplazar las elecciones por otros medios.  Además, para llevar a cabo esta demanda, es necesaria realizar la consulta al Tribunal Supremo Electoral y otros procesos.   Los derechos, relaciones sociales y desempeño institucional (características de un Estado democrático) no cambiarán en caso sucediera este escenario; sin embargo, la incertidumbre (característica de la crisis) por el atraso y resultado de postergar las elecciones aumentaría y probablemente se generaría ingobernabilidad (característica de la crisis) debido a que los actuales candidatos se verían afectados.  Si la máxima norma del país cambia, nada asegura que las demás lo hagan también.

Existen algunos actores políticos que apoyan la propuesta, entre ellos Roberto Alejos, diputado del partido TODOS. Alejos propone una reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos en la que se cambie el artículo que establece la fecha de elecciones; no pide adelantar o anular el proceso como muchos, propone que la primera vuelta sea en noviembre y la segunda en diciembre.

Por otro lado, una parte de la sociedad civil también se encuentra interesada en apoyar la propuesta de aplazamiento de las elecciones. Zaira Lainez, ciudadana guatemalteca y columnista de Plaza Pública, cree que el escenario más viable en este momento es juntamente el de aplazar las elecciones por la presión ciudadana del momento; está consciente que las personas no están dispuestas a romper con el orden institucional, por lo que la toma de posesión continuaría siendo el 14 de enero de 2016, pero la posibilidad de aplazar está presente.

Considerando las características que presenta este escenario, podría afirmarse que en este caso, el Estado podría caer en una situación futura de anarquía o arbitrariedad por la alta intensidad de la crisis que este traería consigo.

Escenario 3: #ReformaLEPP

Esta consigna surge por la cantidad de políticos ilegítimos existentes y la debilidad en la que se encuentran los actuales partidos políticos del país; por ello se busca la oportunidad de cambiar esta situación, modificando para ello la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). Para lograr esto es necesario alcanzar el consenso de los actores sociales (característica del Estado democrático) especialmente en los temas del financiamiento y democracia interna de los partidos políticos.

Debemos tomar en cuenta que las reformas que se planteen entrarían en vigencia en el año 2016, eso sí, esto pasaría así si el proceso de reforma se lleva a cabo de manera inmediata en el Congreso de la República y Corte de Constitucionalidad. De acuerdo a Andrea Morales, analista política guatemalteca, es necesario abrir la discusión de reforma a pocos temas, los temas que sean más elementales y ataquen a profundidad los problemas de crisis; esto lo afirma ya que en años anteriores se intentó realizar algo similar y fracasó por la cantidad de temas que se querían discutir. Es por esto que los temas que se están tratando en las mesas de trabajo del Congreso intentan ser pocos pero profundos.  Existen otros actores que están buscando que las reformas a la LEPP respondan a todas las demandas necesarias que la misma presente, además que estas sean efectivas y cobren vigencia para este proceso electoral 2015. Sin embargo, esto se complica ya que de acuerdo a la legislación actual, ningún cambio que se realice a la ley puede cobrar vigencia en un proceso electoral ya convocado.

El escenario de reformas a la LEPP traería consigo cambios en las reglas del juego, logrando más participación para la ciudadanía para poder elegir y ser electos; esto, a su vez, implica una alta inclusión social y un alto desempeño del Tribunal Supremo Electoral como máximo ente regulador de la materia electoral. Además, considerando las características de este escenario podría concluirse que el Estado podría llegar a una situación futura de legitimidad por la alta consolidación y fortalecimiento del Estado y la baja intensidad de la crisis.

Escenario 4: Urge Asamblea Nacional Constituyente

La propuesta a llamar para Asamblea Nacional Constituyente se hace por la necesidad de tener un Estado realmente funcional. Según Diana Fernández, abogada guatemalteca, la Asamblea es una de dos formas de reformar la Constitución, que, a su vez, se divide en dos poderes: original y derivado. El primero se encuentra establecido en la Constitución de la República de Guatemala, y este solo permite reformar los artículos contenido en el primer capítulo del título segundo, es decir, los artículos de derechos humanos e individuales establecidos del 3 al 46. El segundo poder tiene la potestad de reformar absolutamente todo lo que rige al Estado guatemalteco; sin embargo, el riesgo de esta reforma es que no hay límite al momento de reformar y se rompe con el orden constitucional existente y debe comenzarse de cero con uno nuevo. Para lograr la reforma por medio de una Asamblea, se convoca a elecciones de diputados con el mismo procedimiento que se hace para el Congreso de la República, siendo también de 158.

Incluso, entre las propuestas de Manuel Baldizón si llegase al poder, está convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para reformar al Estado, así lo anunció el domingo 3 de mayo durante la proclamación oficial del binomio presidencial de su partido político.

De lograrse esta propuesta nos encontraríamos con que existe una baja en los derechos y relaciones sociales por concentrar el poder político. También nos encontraríamos  con una alta incertidumbre de qué es lo que pasaría con el Estado y sus normas, resultando esto en la existencia de muchas disputas por interpretaciones constitucionales. Y finalmente, este escenario podría generar una alta ingobernabilidad por el control que la Asamblea ejerza.

Considerando todas las características de este escenario se podría afirmar que el Estado podría caer en una situación futura de anarquía, por la baja consolidación del Estado y la alta intensidad de la crisis.

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Si bien es cierto que están surgiendo muchos y tan distintos escenarios por la cambiante coyuntura, debemos tomar en cuenta que no todos ellos ni las propuestas traen consigo los mejores resultados a largo plazo para el país ni para el Estado. La mayoría de escenarios previamente presentados, a pesar que son los que muchos sectores se encuentran impulsando, para diversos analistas son los que conllevan mayores riesgos de crisis política, inestabilidad y debilitamiento institucional. Continuemos informándonos y analizando los efectos de los mismos, para tomar una postura ante ellos.  No podemos afirmar que alguno de ellos es el mejor o peor escenario para el país; para cada uno de ellos existen posturas y argumentos tanto a favor como  en contra.  Analicemos la información aquí presentada; continuemos con nuestra responsabilidad de ser jóvenes críticos ante la coyuntura.

* Se debe tomar en cuenta que los escenarios se encuentran basados en los componentes básicos de un Estado democrático (derechos políticos, relaciones sociales y desempeño institucional) y los componentes de una crisis (incertidumbre, ingobernabilidad, crítica a instituciones y disputas sobre el alcance de la ley).

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