Guatemala

Liza Noriega/ Brújula/

Paranoia. Perturbación mental con la cual muchos guatemaltecos citadinos viven día con día.  Los medios de comunicación muestran diariamente asaltos y hechos violentos que hacen pensar que Guatemala es un país del cual todos quieren huir; apagar las luces y marcharse lejos. Sin embargo, de acuerdo a un estudio de la Mesa Nacional de Migración MENAMIG, para el año 2002 habitaban legalmente en el país 49,966 ciudadanos de otras nacionalidades.  Esto, sin contar a la gran mayoría de extranjeros que habitan en el país y que aún no cuentan con residencia temporal o permanente. ¿Por qué migrar y por qué hacerlo a un país como Guatemala?

Históricamente Guatemala ha sido un país de destino para muchos habitantes de otras latitudes.  Las primeras migraciones que experimentó el territorio guatemalteco tienen vinculación con las culturas precolombinas, que migraron a este territorio por temas agrícolas, y en épocas más tardías, por invasiones y guerras entre pueblos. Después el país experimenta la invasión e imposición española, la cual también trajo consigo la llegada de grupos afrodescendientes al país. Siglos después se dan las migraciones de grandes grupos de personas europeas, como las comunidades alemanas, belga, italiana o inglesa. De estas, la comunidad alemana fue una de las más fuertes, asentándose su mayoría en el territorio de las verapaces. Esto en gran medida debido a las políticas del gobierno de Justo Rufino Barrios (1873-1885), quien deseaba traer “desarrollo” al país por medio del trabajo y residencia de extranjeros.

Actualmente, las poblaciones extra regionales más numerosas en el país son de Corea del Sur, China, España y Alemania, la mayoría de ellos migrantes por razones comerciales, industriales y de inversión. Las comunidades asiáticas migraron en gran medida por el impulso que existió hace algunos años a la industria textil maquilera, y actualmente muchos se encuentran dedicados a pequeños y medianos negocios.

Andrea tiene 19 años y desde el 2013 hizo maletas junto con su hermana y madre, y partieron desde España a Guatemala, con el fin de asentarse y vivir aquí. Un momento: ¿De España a Guatemala? ¿Dejar la paella y el estilo europeo por venir a un país con altos índices de pobreza, racismo y desnutrición?   “Aquí se ve a Guatemala como un país tercermundista, pero si lo ves desde afuera, ves que es un país emergente que tiene todas las oportunidades para poderse desarrollar perfectamente,” afirma Andrea, quien dejó su plaza en la Universidad Carlos III de Madrid para venir a Guatemala.

Muchos guatemaltecos podrían pensar que escoger Guatemala como país de destino migratorio no es la mejor opción; existen muchos otros países que podrían ofrecer más y mejores oportunidades. Sin embargo, esto no es necesariamente así. Guatemala es el segundo país de la región centroamericana, después de Costa Rica, con mayor presencia de inmigrantes. Las razones por las cuales se decide asentarse en el país son en su mayoría motivos económicos y comerciales, especialmente para los centroamericanos, los cuales representan alrededor del 50% de la inmigración asentada en el país. Para los extranjeros no centroamericanos, las razones por las cuales deciden partir de sus países y vivir en Guatemala es por temas de comercio, estudio o trabajo.

Un ejemplo de ello es María Claudia, quien es colombiana, estudiante de psicología clínica en la Universidad Rafael Landívar URL y lleva 7 años viviendo en Guatemala.  Conoció el país primero por una visita, y a su regreso a Colombia, decide trasladarse al país. Lo primero que hace es buscar una universidad para continuar sus estudios, eligiendo a la URL por el tema de valores y principios. A pesar que comenta que fueron razones personales las que la llevaron a dejar Colombia, las oportunidades de estudio y trabajo también tuvieron un fuerte peso en la decisión.  “El precio de la universidad es un precio mucho más cómodo de lo que se paga en Colombia y el nivel académico es bueno”, afirma María Claudia.

AndreaAndrea también estudia en la Universidad Rafael Landívar y afirma estar muy satisfecha con la decisión de migrar. Conocía Guatemala por viajes anteriores en los cuales visitaba a su abuela española, quien se había casado con un español que llevaba asuntos legales en Guatemala, y por ende tuvieron que trasladar su domicilio al país.  En 2013 es la hermana de Andrea quien decide migrar al país por razones de estudio, y Andrea decide acompañarla por no quedarse sola sin su familia. Para ello tuvo que dejar a su padre, su entonces pareja y amistades; sin embargo, a un año después del traslado, se encuentra totalmente adaptada y contenta de la decisión tomada.

Ser un inmigrante sin documentos en Guatemala

El sondeo realizado por MENAMIG en el año 2002 calculó que en el país residían alrededor de 250,000 migrantes centroamericanos en el país. Sin embargo, el censo poblacional de 2002 únicamente contabilizaba 25,137 centroamericanos viviendo en el país, ya que tomó en cuenta solamente a los centroamericanos residentes. Es decir, las cifras oficiales de dichos años contemplaron al 10% del número total de centroamericanos viviendo en el país; un 90% quedó fuera.

Constantemente se menciona de los riesgos que presentan muchos guatemaltecos migrantes irregulares viviendo en Estados Unidos; sin embargo, el escenario para el extranjero viviendo de forma irregular en Guatemala también puede llegar a ser riesgoso.  De acuerdo al Perfil Migratorio de Guatemala 2012 (OIM), entre los riesgos que presenta esta población en el país se encuentran las grandes cantidades de dinero que se necesitan para su regularización, los altos requisitos para la autorización de permisos de trabajo, la falta de acceso a servicios de salud, dificultad para registrar a los niños en el Registro Nacional de Personas, entre otros.

[quote]Los tres sectores en los cuales se emplean mayoritariamente los inmigrantes centroamericanos son servicio doméstico, agricultura y construcción.[/quote]

Elda es una inmigrante hondureña radicada en Guatemala desde 2009 por razones de estudio. Su hermana había decidido migrar a Guatemala dos años atrás, y esta fue una de las razones de su decisión de partir.  Elda había encontrado pocas opciones académicas de la carrera que deseaba estudiar en la universidad en Honduras, y tenía conocimiento que el nivel académico de las universidades guatemaltecas es mejor que la mayoría de hondureñas.

¿Es difícil vivir en Guatemala siendo un extranjero? La respuesta depende del estatus migratorio en el cual se viva.  Andrea, estudiante española,  a menos de un año de vivir en Guatemala ya se encuentra nacionalizada.  A pesar que la madre de Andrea vivió toda su vida en España,  nació en Guatemala, y esto le permitió a la familia completa regularizar y legalizar su situación a pocos meses de su estadía.  María Claudia, colombiana, posee una residencia temporal luego de 7 años de vivir en el país.  Sin embargo, admite que el trámite fue largo y engorroso.  Finalmente, Elda, hondureña y con 5 años de vivir en Guatemala, aún no cuenta con ningún tipo de documento que legalice su situación en el país. La opción que encuentra es salir de Guatemala cada 90 días y continuar viviendo bajo una visa de turista.

Las personas entrevistadas coinciden que lo más difícil al intentar iniciar una vida en Guatemala es conseguir trabajo. Pocas empresas otorgan trabajos a personas que no se encuentran regularizadas legalmente.  “Yo me vi en una situación donde debía trabajar para continuar mis estudios, pero ninguna empresa pensaba contratarme. No podía trabajar con pasaporte de estudiante”, afirma Elda.  Todas las personas entrevistadas trabajan actualmente, pero por cuenta propia o con organizaciones internacionales. Andrea da clases particulares de francés, María Claudia posee proyectos personales y Elda se encuentra contratada por una organización internacional.

La Dirección General de Migración ofrece en su página electrónica todos los documentos necesarios para tramitar una residencia temporal o permanente en el país. Sin embargo, eso es todo lo que hay. “El trámite para obtener la residencia es costoso y engorroso”, afirma Elda, quien debe viajar a Honduras para homogolizar sus documentos si desea realizar el proceso. Y en esto coincide María Claudia: “Uno termina por rendirse y le entrega todo eso a un abogado, cuando en realidad son trámites que uno podría hacer.” José Alberto, también hondureño, logró su residencia temporal luego de 7 años. “Lo más difícil fue encontrar la persona que pudiera realizarme el trámite de manera viable. Una vez con el dinero, todo el trámite fue rapidísimo.”

En algún momento de estos cinco años, Elda intentó iniciar el proceso. El abogado, un conocido, le hizo una pequeña cotización de sus servicios: Q5,130 incluyendo gastos, honorarios y el pago del impuesto migratorio.  Esto para una persona con ingresos irregulares puede llegar a ser costoso, recordando que la mayoría de centroamericanos viviendo en Guatemala se emplean en trabajos informales o con poca regularización laboral. Y las ofertas para realizar el trámite por otras vías no legales, abundan. De acuerdo a José Alberto, a pesar que es comprensible que el Estado guatemalteco quiera llevar un proceso riguroso para la legalización de extranjeros, este debiera facilitarse para las personas que demuestren estar estables en el país. “Debería existir un proceso donde se pueda identificar personas que están realizando buenas actividades, estudio o trabajo; esto sería un buen indicador para facilitar el proceso”, afirma José Alberto.

[quote]La gran mayoría de los 214 millones de migrantes internacionales en el mundo cuenta con un estatus de inmigración regular, legal. Las estimaciones sugieren que tan solo entre 10 y 15% de las poblaciones migrantes están en un estatus irregular en algún momento del tiempo (Castles, S.).[/quote]

Es así como después de trámites engorrosos y costosos, muchos extranjeros deciden vivir en Guatemala sin regularizar su condición.  Esto les afecta ya que en la mayoría de casos, estas personas deben recurrir a la iniciativa privada para acceder a servicios básicos, como salud y educación.  Por no contar con el Documento Personal de Identificación DPI, muchas veces no se les permite acceder a los hospitales nacionales o escuelas públicas, para el caso de los hijos.  En los bancos, las cuentas se aperturan; sin embargo los trámites son más largos, con un toque de desconfianza.  Sin embargo, existe un trámite que sí es sencillo realizar: obtener un Número de Identificación Tributaria NIT.  Elda sostiene lo  irónico de esta situación, ya que se les dificulta muchos procesos y trámites, pero cuando llega el momento de pagar impuestos, el trámite se realiza de forma ágil y sencilla.

¿Cómo mejorar esta situación?  Todos afirman que los procesos se podrían mejorar si se mejora la comunicación institucional. “La página de la Dirección General de Migración sí tiene la información, pero no existe asesoría de por dónde empezar”, sostiene Elda. María Claudia coincide: “No dan la información clara, siempre tiene que ser a través de un abogado. Muchas personas se pierden en ese limbo, porque no conocen. Y hay que tomar en cuenta que Guatemala es un país de mucho migrante.”  Mejorar la comunicación y la asesoría hacia las personas que desean regularizar su situación sería una primer propuesta de mejora.  La segunda, facilitar procesos de acceso a los servicios básicos para asegurar la calidad de vida de estas personas, ya que más allá de un status legal, estas personas son dignas de acceder a todos los derechos, sin tomar en cuenta que la mayoría de ellos se encuentran aportando económicamente al país.

Sin embargo, y a pesar de las diferentes situaciones en las que cada persona entrevistada se encuentra, todas afirman estar contentas con vivir en Guatemala.  Después de meses de adaptación hacia el guatemalteco reservado, la mayoría de extranjeros finalmente logra relacionarse con el otro, y encontrar al guatemalteco alegre, generoso y fiel. Encuentran en Guatemala un país lleno de oportunidades y potencialidades para salir adelante, donde su trabajo y habilidades pueden aportar a la construcción de un mejor país.  Regularizar la situación es la situación idílica; sin embargo, pareciera que no hacerlo, tampoco impide llevar una vida en Guatemala.  Muchos extranjeros viven entre nosotros y ser hospitalarios con ellos, es un buen comienzo para acogerlos en nuestra sociedad.

 

 

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