Sara Mux / Tik Naoj /
En Guatemala el flujo migratorio ha sido uno de los problemas sociales mas graves, principalmente porque el territorio es paso para migrantes de otros países y expulsor de sus propios habitantes para conseguir el llamado “sueño americano”.
A pesar de esta situación tan complicada que se vive a diario en el país, existen pocos esfuerzos por lograr una satisfacción de las necesidades básicas de las personas; personas que terminan migrando a otro país porque buscan mejores condiciones que las que se le ofrece actualmente. Por lo tanto podríamos entonces reflexionar sobre las siguientes interrogantes:
¿tendrán los seres humanos derecho a buscar mejores condiciones para su subsistencia y no morir en la precariedad? O ¿tendrán derecho a tener cubierta sus necesidades básicas desde su país de origen?.
Mientras se trata de resolver esta situación, hasta el momento ningún partido político -que actualmente disputa la presidencia guatemalteca- ha tenido la valentía de hablar sobre estas condiciones. No existe el mínimo interés de incorporar acciones afirmativas dentro de su agenda de trabajo en favor de las personas que tienen intenciones de migrar, y de las personas que actualmente se encuentran en otro país; las hace dejar de gozar su derecho de ciudadanía, sufrir violaciones a sus derechos, explotados y marginados.
Sin embargo, las campañas anticipadas de cada uno de estos partidos políticos sigue en aumento, buscan cada espacio social, cultural, religioso y deportivo para poder demostrar un rostro o un símbolo; derrochan grandes sumas de dinero, sin importar las condiciones de pobreza en la que vive el 57% de la población guatemalteca y más de un 27% viviendo extremadamente pobres, según el Banco Mundial, 2011.
Considerando el voluminoso número de migrantes en el exterior del país no se han definido criterios -hasta el momento- sobre el voto del migrante. A pesar de las distintas peticiones realizadas de connacionales ante las entidades competentes, argumentando la poca capacidad financiera y logística para esta temática; a pesar de tener claro que en el caso de Guatemala, en el periodo 2002 al 2005 el volumen de las remesas, comparado respecto al PIB, pasó del 6,8% al 9,5%, es decir, un incremento del orden del 40%. Si a estos valores se aplican los indicadores del Banco Mundial podríamos decir que sólo el efecto de las remesas habría contribuido en reducir los niveles de pobreza en un 6,4% en el periodo de cuatro años (2002/2005); sin embargo su petición de voto aun sigue en la lista de espera.
Sin importar que nos encontramos a unos escasos meses de elegir a un nuevo gobernante para país, no existen alternativas y métodos de solución de dichos problemas y nuevamente dejan evidencia del poco interés por mejorar las condiciones de vida de la mayoría de habitantes guatemaltecos.
En lugar de eso, buscan conquistar el poder basado en las necesidades latentes de las grandes mayorías.
Por esto se hace necesario tomar consciencia, principalmente de los problemas que aquejamos como país, buscar alternativas viables que consolide un desarrollo integral y pleno para los ciudadanos, generar una participación activa y sin exclusión, sin dejar de lado como eje principal el bienestar de los ciudadanos.