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Brújula /

Alberto Xicotécantl es director de la Casa del Migrante en Saltillo, México.  Brújula tuvo oportunidad de entrevistarlo en relación a los migrantes y/o centroamericanos y mexicanos desaparecidos en la región.  La problemática de desaparecidos y/o secuestrados en México actualmente se encuentra en un punto álgido, de mucha presión nacional e internacional, derivado a los acontecimientos suscitados últimamente con los estudiantes normalistas en Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.

Alberto conversa con nosotros sobre la problemática, enfocada en el tema migrante. Sin embargo, los cambios para mejorar esta situación que afecta tanto a mexicanos como centroamericanos, pasa inevitablemente por reformas de fondo desde los Estados.

¿Cuál es la situación actual de las desapariciones de migrantes en México?

Actualmente México tiene un cifra de más de 20 mil -de los que se tiene registro- ciudadanos desaparecidos. En su mayoría, son desaparecidos en edad productiva, es decir entre los 18 hasta los 37 años de edad.  Estas cifras responden a algún tipo de denuncia realizada en cualquier Estado de la República.

Tristemente en el tema de migrantes, no hay una estadística oficial.  No existen denuncias para el Estado mexicano y para todos los estados de la región, ya que se reocnocerá un problema en la medida de que exista una denuncia judicial. Sin embargo, como son migrantes extranjeros, no hay posibilidades de que existan denuncias desde Centroamérica para que se conozca el caso en México. Por esto, existen cifras negras, ya que al no haber denuncias judiciales no hay un reconocimiento oficial de la existencia; actualmente se desconoce el número exacto de migrantes centroamericanos o extranjeros -sobre todo indocumentados- que están desaparecidos en México.

Existen algunos acercamientos en dónde, por ejemplo los comités de madres o de familias de desaparecidos en Centroamérica, han documentado más de 300 casos de personas desaparecidas en México. Sin embargo, nosotros pensamos que esto es solo la punta de un problema mucho más grande. Habrá que pensar y reflexionar cuántas personas en las comunidades centroamericanas no saben qué pasó con su familia, si desapareció en México o en Estados Unidos.

El tema de desapariciones generalmente atraviesa por problemáticas como la violencia y el crimen organizado. ¿Cuál es la situación en México?

El tema de la violencia no toca únicamente a los migrantes, sino también a todos los mexicanos. Sin embargo, creo que al hablar del migrante, por ser un grupo vulnerable, por supuesto que las afectaciones son mucho más grandes de las que puede vivir un mexicano ya residente. Primero, porque el crimen organizado sabe que además de la impunidad existente en el país, un migrante no va a denunciar. La impunidad en México es alta, de acuerdo con cifras oficiales, solo el 1% de las denuncias se esclarecen y hay justicia.

Cuando alguien de la delincuencia común atenta contra un migrante, obviamente el nivel de impunidad rebasa el 99% porque es una persona que no va a denunciar, por el miedo decidirá no hacerlo público. Se sabe que la delincuencia ha tenido muchas bajas; primero, por las peleas de los cárteles entre ellos, segundo, porque el Estado mexicano ha emprendido luchas sangrientas en contra de los cárteles.

Tenemos documentadas historias de migrantes que nos comentan que son bajados de los buses de pasajeros o del ferrocarril y son llevados a casas en donde la delincuencia opera, conocidos como “campos de entrenamiento”. En estos las personas migrantes y no migrantes secuestradas son entrenadas de forma forzada para usar armas, tácticas del ejército y demás. Es decir, son entrenados para pelear contra otro cártel.

Las historias afirman que si los secuestrados no aceptaban el entrenamiento y ser parte del “ejército”, estos eran ejecutados. Tal es el caso de lo ocurrido con los 72 migrantes ejecutados de San Fernando y con las casi 200 personas encontradas en fosas clandestinas en Tamaulipas. Muchos no creen que los van a ejecutar, pero al darse cuenta que sí los ejecutan, se ven obligados a aceptar el entrenamiento para sobrevivir.

migrantes desaparecidos

¿Las mujeres también son utilizadas para estos trabajo entre cárteles o son explotadas para trata de personas?

Las mujeres también son utilizadas por el crimen organizado, haciendo los trabajos de desaparecer los cuerpos o limpiar el lugar del crimen; de esta manera ya no hay delito que perseguir, limpian las casas en las que trabajan y son las compañeras sexuales de los dirigentes de los cárteles. Además pueden explotarlas sexualmente, las ingresan a la prostitución.

Una mujer es explotada en un lugar y luego es vendida, traspasada o intercambiada por otra. Esto se hace a través de bandas que están muy bien conectadas entre ellas para llevar a cabo esto, lo pueden hacer dentro del país o hacia otro país, siendo un negocio transnacional. En el momento que dejan de ser “funcionales” las dejan libres, porque son personas improductivas e incapaces de llegar a sus casas por sí mismas.

¿Existe coordinación regional para abordar esta problemática?

Nos hace falta coordinarnos a nivel regional y colocar esto como una problemática regional, ya que muchos migrantes de diferentes países pasan por estas situaciones. A los Estados en tránsito de migrantes debemos exigirles una calidad migratoria regulada, si las políticas migratorias siguen llegando a la no regularización de los migrantes, esto será un cuento de nunca acabar.

Muchas personas que atraviesan por esta situación pueden solicitar una vista humanitaria.  La visa humanitaria es una visa que se otorga a cualquier persona indocumentada que sea víctima o testigo del delito, según la ley de migración. Sin embargo, para que esa visa pueda ejecutarse, primero debe haber una denuncia judicial y a los migrantes les da mucho miedo hacer las denuncias; y segundo, es que el delito debe ser grave, la gravedad la determina cada entidad federativa.

¿Cuál es la percepción de los mexicanos sobre los migrantes y los peligros que afrontan?

Hay gente que da la vida por los migrantes, personas de escasos recursos, mujeres religiosas que les dan comida y techo. Sin embargo, también existe población que no está de acuerdo con la existencia de migrantes en el país, sobre todo son lugares en donde los migrantes ya están transitando o bajándose del ferrocarril.

Cuando el migrante se baja y convive con la población, es ahí donde la gente rechaza a los migrantes. Esto es debido a que, como el Estado no se hace responsable de la problemática se le deja a la suerte a la comunidad, entonces son ellos los que se enfrentan a convivir con los migrantes. Esto hace que la gente se moleste, con situaciones como que los migrantes necesiten utilizar el baño.  Entonces tienes a muchas personas diariamente pidiéndote el baño; es ahí donde la gente recurre a cerrar sus puertas porque se desesperan de la situación y cuando salen se dan cuenta que los migrantes utilizan las calles para hacer sus necesidades.  Situaciones como estas justifican la necesidad de políticas migratorias que funcionen.

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