Fernanda Zelada /Corresponsal/
Como cualquier persona, tengo recuerdos de niña que guardo con mucho cariño. Uno de ellos era la época cuando mi padre nos llevaba a mi hermana y a mí a ver partidos de la Selección de Guatemala contra diversos países como Canadá y México para la clasificación de algún mundial. El ambiente de aquellas tribunas llenas de aficionados apasionados que motivaban con cada aliento a su querida selección hasta quedarse sin voz, las camisolas azul y blanco y las banderas pintadas en las caras de los adultos y niños en Estadio Nacional Mateo Flores, son imágenes que pintan este recuerdo tan preciado.
Con los años ese estadio se fue quedando en el olvido y la selección guatemalteca más desilusiones trajo con él. Aquellos recuerdos se fueron tornando grises por el estado físico, tanto de los jugadores como de aquel tan querido Estadio Mateo Flores. Este foto reportaje representa la problemática social del deterioro de este estadio que alguna vez me llenó de tantas alegrías y hoy en día es una clara representación del descuido y falta de interés de nuestros gobernantes.
Bien dicen que una imagen habla más que mil palabras.
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