Luis Arturo Palmieri / Opinión /
El presente artículo está motivado por una proposición que recién ha dado a conocer el PARLACEN y que bien pudiera ser bastante comentada en los próximos días. Esta noticia ha capturado mi atención porque acarrea dos hechos realmente extraños e inverosímiles. El primero, es que se está buscando que Centroamérica sea la sede de la Copa del Mundo de Fútbol en el año 2026 o en el año 2030. El segundo, que el PARLACEN –aparentemente- sí “trabaja”.
Permítanme contarles… Lo que los diputados del PARLACEN pretenden es realizar convenios con los Congresos de cada país para que estos emitan proyectos de ley que tiendan a unificar la zona Centroamericana a través de diversos proyectos. Uno de estos consiste en que las autoridades de la Federación de Futbol de los países integrantes del PARLACEN hagan las respectivas gestiones ante la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), para que después de la Copa del Mundo en Qatar 2022, nos den el mundial a los centroamericanos. Y es que como bien sabemos, ningún país de Centroamérica por sí solo soportaría la carga financiera y logística que implica la realización de un evento de esta envergadura. Es por ello que se propone que se realice de manera conjunta.
Desde que tengo noción de la existencia de esta institución (no hace muchos años me percaté de que existía) lo único que he escuchado acerca de ella son fuertes críticas.
Desde que es un lugar que se creó nada más para que políticos fueran a cobrar un salario y dietas sin hacer trabajo alguno, hasta que es una manera de escapar de la justicia penal en virtud de que a sus integrantes se les otorgan inmunidades y privilegios. Por eso es que me llamó la atención la noticia, porque por primera vez en un buen cúmulo de meses escucho que el PARLACEN tiene una propuesta. ¡Y vaya idea la que se les ocurrió!
Sin embargo, creo pertinente que nos preguntemos si deberíamos estar contentos y satisfechos con estos diputados solo porque tuvieron la idea de hacer un mundial en Centroamérica. Quisiera aprovechar la ocasión para compartirles algunos datos que resultan muy importantes para respondernos esta interrogante.
Llama la atención la cantidad de diputados de este organismo. Los integrantes correspondientes al presente ejercicio (2011-2016) son 127 titulares y 127 suplentes. De acuerdo al artículo 2 del Tratado Constitutivo del PARLACEN, dicho parlamento lo integran 20 diputados de cada país además de los Presidentes y Vicepresidentes de cada país al concluir su mandato y durante el tiempo en que duren sus sucesores en el cargo. He allí la razón de porqué algunos países tienen 20 miembros y otros tienen 21 ó 22.
La pregunta de si deberíamos estar contentos o satisfechos con estos parlamentarios, yo me la contesto solo sabiendo el número de integrantes de este organismo y la respuesta es: ¡no! No deberíamos de estar satisfechos. Y es que vean ustedes, la idea de que una Copa Mundial de Futbol se dispute en Centroamérica no es nada nuevo, se le puede ocurrir a cualquier hombre, mujer, niño o niña. Incluso recuerdo que durante mi infancia escuché a más de algún amigo decir que la Copa del Mundo de Fútbol debería venir a disputarse en Centroamérica.
Ahora, ¿por qué me indigna esta situación? ¿Tiene algo de malo el hecho de haber propuesto esta idea? La verdad es que no.
Nada hay de malo en proponer una idea como esta; todo lo contrario, me parece una buena iniciativa. Sin embargo, lo que sí es totalmente deleznable y repudiable, es que este haya sido el único producto plausible sacado de la cabeza de 127 diputados y sus suplentes –contando entre ellos, ex congresistas, ex magistrados, ex vicepresidentes y ex presidentes- y un gran ejército de asesores. De estas personas uno esperaría un poco más que la proposición de proponerles a los directivos de las federaciones que propongan a la FIFA la realización de su magno evento en terreno centroamericano. O sea, ni siquiera hay algo concreto. Repito: lo que hizo el PARLACEN fue proponernos que propondrían a los directivos nacionales proponer a la FIFA la realización del mundial.
No olvidemos que al Estado de Guatemala –al igual que al resto de integrantes del PARLACEN- le cuesta casi dos millones de dólares (Q.15.500,000.00) mantener a sus 22 diputados dentro de esta institución. Cada uno de ellos gana aproximadamente cinco mil dólares al mes (sin contar dietas, honorarios) más lo que pueden percibir por estar en comisiones extras ($1,000 aproximadamente). Pues, por presentar a los ciudadanos la idea de proponer a los dirigentes de la Federación de Fútbol Nacional que ellos organicen la realización de la Copa del Mundo en Centroamérica, no está nada despreciable.
Hagan ustedes las cuentas entonces. ¿Valdrá la pena que Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana eroguen gastos tan prominentes para que una institución como esta siga trabajando arduamente para únicamente presentarnos que van a hacer la propuesta para que se propongan actividades como una Copa del Mundo de Futbol? Yo ya las hice y me parece que no vale la pena.
¡Feliz Semana Santa!