María López/ Colaboración/
La imagen me la compartió una amiga por WhatsApp, así fue como me enteré que habían hecho un meme de mi persona. La fotografía fue tomada el miércoles 15 de febrero, el día que acudí voluntariamente al Palco Público del Congreso de Guatemala para apoyar las reformas constitucionales. Al lado de mi rostro se lee “Indígena Marca Suecia!!!” junto a la frase “Iván Velasquez TRAIDOR CORRUPTO y Suecia Financiando el COMUNISMO en Guatemala”.
Iván Velasquez TRAIDOR CORRUPTO y Suecia Financiando el COMUNISMO en Guatemala pic.twitter.com/nCpPakwy77
— Gran Magistrado (@GranMagistrado) 17 de febrero de 2017
En primer lugar quisiera aclarar que soy una mujer guatemalteca, sin ninguna ascendencia sueca, europea u otra similar. Segundo, no tengo por qué ser indígena para apoyar el pluralismo jurídico en el país. Soy una estudiante informada y he generado un pensamiento crítico que fundamenta mi postura. Lo que realmente me indigna son las acusaciones ad hominem, basadas en prejuicios y estereotipos (especialmente fenotipos), cuya veracidad otras personas no se han de cuestionar.
Este tipo de “expresiones” nos interpelan como sociedad, no se necesita saber de semiótica para entender el contenido racista y la anémica capacidad de discusión en nuestro país. Sin embargo, me resulta de mayor importancia profundizar sobre las actividades que realizan los denominados net centers con perfiles falsos o anónimos. En mi caso fue la cuenta de twitter “Gran Magistrado” la que publicó el meme. Pero así como esta, hay muchas otras que son utilizadas para desinformar a la población sobre temas políticos, sujetos y situaciones coyunturales o históricas de trascendencia. En Guatemala -entre muchas otras cosas- hace falta una ley para sancionar crímenes cibernéticos que van desde el bullying, la difamación, hasta el acoso y la extorsión. Me han dicho que no le de importancia porque son personas ignorantes o que lo denuncie, ¿pero cuál es la ruta para un caso como este?
Yo pienso que, aunque los memes pueden ser algo divertido, son armas de doble filo.
A mí nadie me pagó por ir a la audiencia, pero hay gente que recibe un salario por parte de empresas de publicidad o partidos políticos para realizar acciones de manipulación mediática (ver caso DictaLord). Finalmente, quiero resaltar que las reformas constitucionales deberían incumbirnos a todos, sin importar nuestro color de piel, etnia, lengua, sexo, profesión, etc. Soy una ciudadana guatemalteca “de a pie”, como dicen, y ese día fui por cuenta propia. Invito a todas las personas, especialmente a los jóvenes, a que se informen antes de juzgar sin conocer, que tengan cuidado al seleccionar sus fuentes de información y de contribuir –aún inocentemente- con actos que podrían ser delictivos (además de ser antiéticos e inmorales). Aprovecho también para agradecer a todas las personas que han mostrado su solidaridad conmigo.
Imagen: Twitter de @GranMagistrado