Por: María Rosa Reyes

Hoy los llevaremos a un viaje, un día en las cocinas de familias rurales del Triángulo Ixil, en Quiché, Guatemala. En la comunidad de Chemal, parte del Municipio de Chajul, Quiché, conformada aproximadamente por 240 familias, dedicadas en su mayoría a la agricultura. Hoy en día creerías que todas las familias en Guatemala cuentan con servicios básicos, pero no, esta comunidad aún no tiene acceso a energía eléctrica.

Como la mayoría de carreteras en Guatemala, el acceso a la comunidad es complicado, con un camino de terracería, lleno de agujeros que se agravan durante la época de lluvia, provocando deslices y deslaves en su recorrido; es únicamente accesible con carros de doble tracción.  Al ir recorriendo y profundizando entre esas curvas tan características de Quiché, te preguntas, ¿cómo hicieron estas familias para llegar hasta aquí?, ¿cuánto tuvieron que caminar para huir del conflicto armado interno?

 

Al llegar, fuimos recibidos en el salón municipal por los integrantes del COCODE, seis caballeros que nos sonreían a través de las mascarillas, quienes guiaron el recorrido dentro de la comunidad. Al caminar notamos la cantidad de riachuelos que atraviesan la misma y empezamos a notar cómo es de vulnerable la comunidad, ya que las lluvias y deslizamientos de tierra están a la orden del día. Al llegar al área en donde se encuentran las viviendas, empezamos a sentir el olor de la leña.

Al visitar la primera casa y pasar el umbral, llegamos directo a la cocina; el humo de la leña consumiéndose para cocinar y mantener caliente “la casita”, construida de láminas y trozos de madera teñidas ya de ceniza. El mismo nos impide mantener los ojos abiertos, nos comienzan a llorar, nuestra garganta se seca y empezamos a toser. Un día, un minuto, ¿cómo será vivir así todos los días por años?

Según el censo realizado en 2018, el 54.4% de las familias guatemaltecas en áreas rurales, aún cocinan con fuego abierto (pollo). 3 de 4 familias utilizan leña para cocinar, además, la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que anualmente 3,8 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación de aire interior, viéndose afectados principalmente mujeres y niños.

Estas son cinco enfermedades causadas por cocinar con leña, a fuego abierto:

  1. Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): va debilitando progresivamente la capacidad pulmonar.
  2. Enfermedades respiratorias agudas: como la bronquitis crónica, enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar y a la larga, cáncer de pulmón. El cocinar con fuego expuesto aumenta en un 31% las enfermedades respiratorias que en Guatemala; son la principal causa de mortalidad en niños menores de 5 años.
  3. Cataratas: consiste en una nubosidad en el cristalino del ojo, lo que dificulta la visión; el humo de leña no solo irrita los ojos, sino que va deteriorando la vista, incluso causando ceguera total.
  4. Lesiones musco esqueléticas: se genera por cargar sobre la espalda pesadas cargas de leña y recorrer largas distancias, causando graves daños a la espalda, cuello y hombros.
  5. Bajo peso al nacer y trastornos perinatales: el humo tóxico de la leña afecta el desarrollo normal del bebé dentro de la madre, sumándole la mala nutrición. Causando así, deficiencias físicas y neuronales en el recién nacido.

Agregando también la tala incontrolada de árboles, los cuales dentro de las comunidades no tienen control. Según el informe Desarrollo Económico y Medio Ambiente de la CEPAL, Centroamérica pierde anualmente 390 mil hectáreas de árboles y según el Banco Mundial, la deforestación representa hasta un 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global.

¿Cómo mejorar la calidad de aire que respiran las familias de nuestras comunidades en áreas rurales?

Brindando soluciones que permitan a las familias cocinar de forma más eficiente, en temas de salud, economía y medio ambiente, a través de estufas ahorradoras de leña que garanticen:

  1. Conductos hacia el exterior, para que exista una adecuada ventilación y el humo no permanezca dentro de la vivienda.
  2. Ahorro en gastos de compra de leña.
  3. Reducción de tala inmoderada de bosques.

El cocinar con fuego expuesto, la desnutrición y demás situaciones sumadas a la pobreza en las comunidades, son problemáticas que se han mantenido en Guatemala durante años y últimamente, se ven agravadas por el nulo seguimiento del gobierno a programas que generen un impacto.  Ha sido el trabajo de Organizaciones no gubernamentales y distintos actores, el sumarse a esta lucha junto a las familias que buscan el mejorar sus hábitos y generar un cambio positivo.

 

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