Fernanda Zelada / Corresponsal /
El Día Internacional del Síndrome de Down, se celebra el 21 de marzo de cada año desde el 2006. Estos números tiene un significado. Todas las personas tenemos 46 cromosomas, agrupados en pares; es decir, contamos con 23 pares de cromosomas. Sin embargo, las personas con Síndrome de Down poseen en el “par” 21, 3 cromosomas; lo cual lo convierte inmediatamente en un “trío”, no en un “par”. Por eso también se le conoce al síndrome como la trisomía 21. Por lo explicado anteriormente, es que se celebra el Día Internacional del Síndrome de Down a los 21 días del tercer mes del año. Este día tiene como fin promover el conocimiento y la comprensión hacia las personas con Síndrome de Down, creando una sociedad que apoye, respete y reconozca los derechos de estas personas, velando por su bienestar y logrando que puedan tener una vida plena.
Antes, cuando no se tenía ningún conocimiento sobre esto, se creía que el Síndrome de Down era una enfermedad, que las personas con el síndrome no podían hacer nada y por lo mismo se les ocultaba. En la actualidad, todo esto ha cambiado, y ahora se sabe que gracias a la estimulación temprana, trabajo terapéutico, controles médicos, pero sobre todo el darles la oportunidad y la motivación a que alcancen y logren todo lo que se propongan, estas personas se pueden desarrollar plenamente. Claro, esta creencia todavía debe continuar fortaleciéndose, ya que muchos continúan con la idea errónea que las personas con Síndrome de Down no pueden aprender nada, creer que nunca podrán avanzar ni mucho menos hacer las cosas bien.
En Guatemala, ya existen varias organizaciones que ayudan a personas con Síndrome de Down. Una de ellas es la Fundación Margarita Tejada, que tiene el compromiso de brindar desarrollo social a personas con Síndrome de Down a través de varios programas, entre los cuales están la intervención temprana (bebés) e incluso la capacitación e inclusión laboral (jóvenes y adultos).
Ana Lucía, estudiante de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rafael Landívar, tiene una hermana de 10 años con Síndrome de Down llamada Mariana. Hoy en día, Mariana, estudia en un colegio convencional como cualquier otro niño/a, y es por eso que Ana Lucía manda un mensaje a todas las personas en el Día Internacional del Síndrome de Down: “los niños con Síndrome de Down no son retrasados; hay que motivarlos y estimularlos a ser mejores. Los niños con Síndrome de Down no tienen prejuicios ni discriminación hacia nadie, por eso es llamado el síndrome del amor”.
Así como Mariana, en el equipo de trabajo de Brújula también trabaja una persona con Síndrome de Down. Una vez a la semana llega a la oficina Irma Lucía, persona con Síndrome de Down quien llega a realizar sus pasantías laborales por parte de la Fundación Margarita Tejada. Irma Lucía ayuda imprimiendo, archivando o sirviendo café, y para todos en el equipo de Brújula, es un gusto esperar que llegue cada martes para compartir con una compañera de trabajo más.
Exhorto a todos a que nos informemos y comuniquemos a todos sobre lo que es realmente el Síndrome de Down, ya que al estar bien informados, esto facilita el salir adelante para acabar los prejuicios que existen y que se han formado durante los últimos años, porque salir adelante solos es difícil, pero si lo hacemos juntos, es más fácil.