Ciudad

Carlos Morales / Corresponsal /

Deja a su familia, amigos y hogar por la oportunidad de superarse.

Muchas veces los guatemaltecos pensamos  que el único sueño de superación para las personas del área rural del país es irse a los Estados Unidos. Pero para muchos, migrar a la ciudad de Guatemala también puede ser una opción.

Este cambio de vida suele ser radical, porque dejan a familiares, amigos y sus hogares para intentar algo nuevo.

Sin embargo, es el deseo y  convicción de querer algo mejor para ellos y su familia lo que lleva a muchos jóvenes a adentrarse en esta aventura.

Pero, ¿qué influye en la toma de decisiones de estas personas? Generalmente podemos ver día a día en los noticieros que el sistema educativo en las áreas rurales es deprimente, no hay maestros o que la mayoría de niños trabaja para ayudar a su familia.  Entonces, ¿estas personas migran en búsqueda de un empleo y mejores estudios únicamente?

Probablemente.  Sin embargo, lo que muchos no esperan es que al llegar a la capital se encuentran con una sociedad plagada de estereotipos, discriminación y marginación. Este es el paso más importante que tienen que dar para involucrarse en una sociedad completamente distinta a la que estaban acostumbrados; aprender a sobrevivir en estas realidades tan diferentes.

Este fue el caso de Gloria Chamalé, una joven de 23 años quien a su corta edad de 17 años decidió dejar todo atrás en su natal Chimaltenango y buscar su superación viniendo a la capital.  Ella tenía estudios hasta 3ro básico, no encontraba trabajo por ningún lado, hasta que una amiga le dijo que si quería acompañarla a limpiar casas con ella.

Así empezó la historia de Gloria.  Con los trabajos que tenía en varias casas a la semana, comenzó a ahorrar y con la ayuda de la señora de una casa pudo empezar a estudiar nuevamente. Actualmente ya culminó sus estudios y se graduó de Perito Contador.

La vida de Gloria y su familia cambió a través de que ella tomó una decisión, en ese momento precipitada, pero que la ayudó a ser independiente y superarse con cada experiencia que tuvo y continúa teniendo.  Sin embargo, muchos no corren la misma suerte de Gloria y encuentran el camino hacia una mejor vida económica llena de racismo y discriminación.

Actualmente muchas de las personas con las que convivimos día con día son migrantes, a pesar que no nos demos cuenta.  

Basta preguntarle al señor que nos atiende en la tienda: ¿Y usted de dónde es? para darnos cuenta de ello, así como de la importancia de que la ciudad capital tenga realmente las condiciones necesarias para acoger a estas personas.

Es trabajo de cada uno de nosotros ver las necesidades no únicamente nuestras, sino las que afectan a una sociedad en general.  Lamentablemente la migración hacia la ciudad capital sucede con frecuencia desde los distintos departamentos, sin que nosotros como ciudadanos nos preguntemos: ¿qué hace falta en los departamentos para que la gente deje de migrar y logre desarrollarse plenamente en cada uno de sus territorios?

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