Fernanda Zelada/ Corresponsal/
Es un día normal en tu vida. Te encuentras caminando en los pasillos de la universidad y te diriges a tu salón de clases, cuando de repente notas que algo está sucediendo: hay una persona que se ha caído al piso y realiza movimientos con su cuerpo como que si estuviera temblando pero de forma inconsciente. Las personas a su alrededor entran en pánico y hacen un círculo sin saber qué hacer. Sí, esa persona padece de epilepsia y tiene una convulsión. Sin embargo, ninguno de sus compañeros ha sabido cómo actuar ante esta situación, ni ayudar a su compañero por la falta de información que hay sobre esta condición de vida.
El caso anterior es un ejemplo de lo que nos puede suceder en un día común a cualquier hora y lugar. En realidad podemos estar hablando con un vecino, un amigo o un compañero de trabajo sin saber que él o ella padecen de epilepsia, y por miedo a ser discriminados no lo dicen. Por ello en el momento que se tenga una convulsión, no podremos atenderlo ni ayudarlo por la falta de conocimiento en el tema y el desconocimiento de que esa persona padece epilepsia.
Es normal que no tengamos mucha información sobre la epilepsia ya que es un tema tabú dentro de las personas que lo padecen y sus familias también, incluso dentro de nuestra sociedad. Muchos temen ser discriminados y convertirse en víctimas de prejuicios, provocando en algunos casos que varias de estas personas abandonen sus estudios y trabajos. Sin embargo, la epilepsia es un desorden neurológico que ha existido desde hace siglos y personajes relevantes como Leonardo Da Vinci, Isaac Newton o Aristóteles también padecieron de epilepsia; aún así llevaron una vida normal y dejaron una gran influencia en el mundo.
Esta enfermedad va más allá de las convulsiones, incluye aspectos emocionales y psicológicos que pueden llegar a afectar tanto al paciente como a la familia. Porque cuando una persona es diagnosticada con cáncer, sida, ppilepsia o cualquier condición de vida, todos se ven afectados, ya que no es fácil aceptar ni vivir con algo diferente, que es nuevo y desconocido.
Sin embargo, ¿por qué es tan importante saber de la epilepsia? Bueno, la pregunta sería ¿por qué no?
El lema de la epilepsia declarado por la Organización Mundial de la Salud (OPS) es: “Salir de las Sombras”, porque existen 50 millones de personas alrededor del mundo que tienen este padecimiento y más de 250,000 casos en Guatemala. Esta no es contagiosa y se puede controlar.
Además, algo muy importante es que la epilepsia NO es hereditaria (en la mayoría de los casos) y se puede llegar a desarrollar en cualquier momento de la vida, es decir, desde que nacemos hasta cuando envejecemos.
La epilepsia no se manifiesta únciamente con las típicas convulsiones que todos conocemos, existen un sinfín de crisis y son diagnosticadas según el lugar que se producen. Es por esto que es de tanta importancia conocer todo sobre esta enfermedad, cómo se manifiesta y cómo actuar ante una convulsión, ya que muchas personas creen que lo correcto es introducir una cuchara en la boca de las personas, cuando en realidad esto es lo peor que se puede hacer.
Es por ello que asociaciones no lucrativas como Asociación Lirios buscan fomentar educación, conciencia y tolerancia acerca de esta condición de vida. Una de las actividades más próximas de Asociación Lirios, es el Primer Seminario Nacional sobre Epilepsia que se realizará el 26 y 27 de septiembre en el Salón Sur de convecciones en Euro Plaza (zona 14), de 8:00 a.m. a 12:45. Esta actividad será de entrada gratuita y contará con expertos en el tema (un neurólogo, psicólogo, nutricionista y licenciada en derecho de salud) que tratarán temas como: qué es la epilepsia y su tratamiento, recomendaciones dietéticas en personas con epilepsia, salud mental e información sobre derechos de salud.
Asociación Lirios lleva ya tres años trabajando en educación sobre epilepsia y esperan poder difundir más información acerca de esta enfermedad a más personas, no solo las que lo padecen y sus familias, sino también a aquellos que desconocen del tema para poder crear una sociedad más tolerante hacia esta condición de vida.
Personalmente, los invito a que conozcamos más de este tema porque es importante aprender nuevas cosas, pero sobretodo si es algo diferente a lo que estamos acostumbrado.
¡Atrevámonos a ser diferentes, a aprender de los desconocido, pero sobretodo a ser tolerantes!
Imagen: Asociación Lirios