Detuvimos el carro y preguntamos: “¿Para la Universidad Rafael Landívar?”. Luego de quedarse pensativa por un momento, nos dice: “Siga recto, recto… después de unas tres cuadras, cruza a la derecha, y por allí la encontrará”. La señora que amablemente se detuvo para guiarnos nunca soltó la mano de su hija, pero con la mano que tenía libre hizo maniobras y señales para explicarnos cómo llegar.
Debemos confesar que esta escena nos ha sucedido en la mayoría de viajes que como Brújula hemos realizado a los campus y sedes regionales de la URL. Quetzaltenango, Zacapa, Jutiapa, Escuintla, Huehuetenango, Alta Verapaz, Quiché y Antigua Guatemala son algunos de los sitios visitados durante el 2011. Nos hacen falta dos: Retalhuleu y Coatepeque, pero no terminaremos el año sin realizar la visita respectiva.
Llegar a dichos lugares y encontrar elementos diferentes a los que comúnmente se ven en el campus central es una experiencia enriquecedora. ¿Por qué pensar que la universidad es la frondosa ceiba que nos recibe todos los días dentro del campus central? ¿O creer que es posible identificar en la calle a un estudiante landivariano por la forma de vestir o caminar?
Después de todas las vueltas que realizamos para conocer a los otros recintos de la URL, finalmente llegamos, encontramos personas interesantes y vivimos experiencias impresionantes. Hay departamentos en donde los estudiantes son más extrovertidos que otros; toman el micrófono sin miedo y entrevistan a sus compañeros. En otros, los alumnos son más escépticos con todo elemento extraño que invada su campus, incluido Brújula. En algunos, las autoridades de las sedes y directores de carrera son más expresivos y han compartido con nosotros sus vivencias; y en unos cuantos, los landivarianos nos han contado todo tipo de quejas y reclamos, desde conflictos con los docentes hasta problemas administrativos, debido a que venimos del campus central.
Sin embargo, lo interesante es que a pesar de hallar muchísimas diferencias entre un campus o sede y otro, el ambiente landivariano, eso que únicamente se puede ver y percibir con un fino sentido, lo hemos sentido en todos los lugares. Y es allí donde comprendemos la misión de la URL de querer ser una comunidad landivariana integral. Que el estudiante se distinga en cualquier departamento o espacio, más allá de si usa camisa a cuadros, viste traje indígena o si lleva siempre un BlackBerry en la mano.
Cuando hemos preguntado a los estudiantes: “¿Qué los distingue como landivarianos?”; a pesar de estar a cientos de kilómetros de distancia, muchos han dado la misma respuesta: “Los valores”. Reconocemos que algunos de nosotros éramos escépticos sobre esa característica, pero increíblemente ese resultado se repitió en todos los campus y sedes regionales. Nuestras visitas lo demostraron, y por lo tanto, ahora más que nunca creemos que el esfuerzo de la URL está dando frutos.
En esta ocasión, decidimos realizar una edición especial sobre campus y sedes regionales. Queremos que todos los alumnos levanten la mirada y se den cuenta de las características de todos los compañeros landivarianos del país. Es importante quitarnos esa venda de los ojos, la cual nos dice que todo lo bueno se encuentra en la capital, o erróneamente, en el campus central. La URL fomenta actividades muy buenas para todos, y muchas veces no llegan a nuestros oídos. Por tal motivo, impulsamos esta edición, para el próximo año existan equipos de corresponsales de Brújula en todos los departamentos en donde hay presencia landivariana.
A todos los estudiantes que siempre nos han abierto las puertas y nos han inyectado de energía en cada una de nuestras visitas, ¡muchas gracias! Y como siempre decimos: esperamos vernos virtualmente pronto.