Foto por: Luz de Piña
José Alberto Barrera / Opinión /
Realmente es muy difícil encontrar de qué escribir en estos momentos. Cada día aparecen dos o más noticias de gran relevancia en la política pero, en realidad, la dificultad está en conectar puntos y analizar los acontecimientos y encontrar su por qué.
Entre otros acontecimientos, esto ha pasado en apenas cinco semanas:
- Cinco manifestaciones pacíficas y multitudinarias (en cada una asistieron más de quince mil personas) en las que convergieron estudiantes, artistas, comunidad LGBTI, campesinos, empresariado, academia, punks e, inclusive, psicodélicos.
- Más de cuarenta funcionarios públicos detenidos, en pleno proceso penal.
- Renuncia de seis funcionarios públicos, dentro de los que se encuentra la Vice Presidenta de la República y ex Secretaria General del Partido Patriota y la del Ministro de Gobernación y Secretario General del PP.
- Surgimiento de la Coordinadora Estudiantil Universitaria de Guatemala –CEUG– que es el movimiento estudiantil que reúne a la tricentenaria y rebelde universidad pública así como a muchas universidades privadas.
El edificio del gobierno se está desmoronando. La pregunta del millón: ¿por qué? Hay muchas posibles respuestas. Una de ellas es la mala asesoría del señor Presidente y de la ex Vice Presidenta en cuanto a su imagen pública y diplomacia. Los constantes comentarios cínicos, en especial de Roxana Baldetti, hacía que ellos mismos fueran perdiendo el respeto por la sociedad pero también por funcionarios públicos, agentes diplomáticos y figuras políticas del extranjero. Personalmente me molesta tan sólo recordarme de la poca seriedad que ella parecía dar a asuntos de interés social.
El señor Presidente tampoco se salva. Los hechos en los que más se denotó su poca preparación y liderazgo –que lo caracteriza según lo que él dijo para las elecciones del 2011– fueron la entrevista entre él y Fernando Del Rincón por el caso de genocidio en 2013 y la poca atención que le dio a las recomendaciones de importantes políticos norteamericanos. En el primer caso, levantando la voz e interrumpiendo al entrevistador, Otto Pérez Molina dejó dudas de la vinculación entre el Organismo Ejecutivo y el Ministerio Público. Un diálogo desastroso. El segundo caso vale la pena detenernos a examinarlo poco a poco.
Aunque no sea agradable aceptarlo, es un hecho que los Estados Unidos tienen una injerencia directa en la ejecución de la política regional, específicamente en Guatemala.
- John Kerry visitó a Otto Pérez Molina días después que él propuso una alternativa al combate contra el narcotráfico, a través de la legalización de algunas drogas. Un jalón de orejas bastó para que echara atrás su plan. Sin embargo, cabe mencionar que la disminución en decomiso de drogas y el desmantelamiento de estructuras de corrupción dentro de la Policía Nacional Civil no agradó para nada al Tío Sam.
- Cuatro congresistas estadounidenses visitaron Guatemala para dar algunas recomendaciones, a las que, no está demás señalar, no acató Otto Pérez Molina. No se trataba de congresistas electos al azar. El rescate de la institucionalidad de un país, el combate a la corrupción y despotismo, así como la búsqueda por un Estado de legalidad son algunos de los perfiles de ellos. Ellos recomendaron al gobierno la continuidad de la Fiscal General Claudia Paz y Paz. Las Comisiones de Postulación, fuertemente señaladas por sus vínculos con el oficialismo, escogieron como nueva Fiscal General a Thelma Aldana.
- El oficialismo, a través de uno de sus agentes más importantes, el diputado Gudy Rivera, negoció la colocación de magistrados en puestos clave para asegurar el margen de impunidad con el que contaría los numerosos brazos de corrupción que, junto con una fuerte influencia de esquemas de inteligencia, caracterizaron al gobierno de Otto Pérez Molina.
- Como último punto, Joe Biden recomendó a Otto Pérez Molina la continuidad de la CICIG. El señor Presidente, en un berrinche por la soberanía descartó tajantemente la prolongación del plazo de la CICIG. Como sabemos, semanas más tarde tuvo que cambiar de decisión.
Por ello resulta lógico pensar que, por presión política, quien asume el cargo de Ministra de Gobernación fue quien lideró el Viceministerio con mayor relación con la DEA y el gobierno norteamericano.
¿Qué toca?
Una alternativa que se ha repetido en todos los movimientos que han conseguido cambios tangibles y trascendentales en la historia de la humanidad han tenido un alto nivel de comunicación, participación y unidad. La comunicación la tenemos en todas partes, ningún problema. La participación parece estar floreciendo. Aprovechemos los espacios en los que nos desenvolvemos y ejercitemos la empatía para tener siempre presente un pensamiento crítico y comunitario, no únicamente personal.
Universitarios que están apoyando a la CEUG: felicitaciones. Los que están por incorporarse a la comunidad universitaria, así como a los que aún no se han decidido por participar: sean bienvenidos. Hace falta mucha historia por escribir, corramos la voz.
Recomendación final: The Poor Man Feel It de Peter Tosh. El #CasoIGSS tiene un elemento de particular indignación: las muertes de varios pacientes a causa de una política guatemalteca sin aspiraciones ni objetivos. Estos pacientes acuden al IGSS pues no cuentan con el dinero necesario para ir a un hospital privado, es decir, el IGSS es su único chance de sobrevivir y seguir trabajando para ganarse la vida. Qué lamentable es pensar que la política parecería ser únicamente un oficio y no un compromiso por el bien común. Al final, quienes más sufren de la inestabilidad en el país son los pobres. Guatemala está perdiendo a sus hijos porque los responsables de mantenerlos prefieren tener fincas, lamborghinis, motos, viajes y, por supuesto, más poder.