Andrea Recinos
Corresponsal
Primer día de la “U”. En realidad, mi primer día en la U fue hace cuatro años. ¡Ay! Cómo lo recuerdo… Como no hice el llamado Pre-U, ese primer día no conocía a nadie (una que otra compañera del colegio, que la verdad no mucho ayudaba), no conocía muy bien la U y todavía me perdía entre los edificios; costaba encontrar parqueo y yo estaba empezando a manejar. Ahora que lo pienso no tuve el mejor de los inicios en la U pero esto no evitó que se pusiera mejor con el paso del tiempo. En los semestres siguientes hice bastantes amigos, mis clases me gustaban, me iba bien y empecé actividades extracurriculares dentro de la universidad. Podría decir que mi vida estaba hecha.
Hasta que en las vacaciones del año pasado, la palabra trabajo empezó a rondar mi cabeza y con ello, nuevos cambios que no estaba segura de hacer y decisiones que no sabía si estaba lista para tomar. Creía que ya era hora de empezar a buscar experiencia laboral y para esto tenía que trabajar de día y estudiar de noche. Entonces, sin mucho pensarlo el día de las asignaciones elegí la jornada vespertina y lo mismo con el parqueo. Después de unos cuantos clicks después ya no había marcha atrás.
16 de enero. 17:30 horas. Primera clase del año. Jornada vespertina. Primer día de U, segunda parte.
Llegué a la U, encontré parqueo rápidamente, habían pocos estudiantes en los pasillos y hacía falta el característico bullicio de muchos estudiantes hablando en los pasillos, caminando o simplemente haciendo relajo. Un panorama totalmente diferente al que se vive por la mañana. Entré a mi clase y tomé asiento. Poco a poco fueron desfilando por la puerta los que serían mis nuevos compañeros de clase, de los cuales no conocía a ni uno. Algunos venían apurados del trabajo y con ropa formal, otros con cara de cansancio, otros optimistas y unos cuantos entraban con su grupo de amigos ya formado. Sin duda un escenario diferente a los últimos seis semestres de mi carrera; sin embargo, eso no quiere decir que no vaya a disfrutarlos.
Al igual que yo, muchos alumnos están pasando por la transición de estudiar “del día a la noche”, por lo que les dejo unos pequeños consejos para sobrevivir a la nueva aventura:
- No te desanimes: Puede ser que no conozcas a nadie en tu salón de clases o en toda la U pero no lo tomes como algo malo; míralo como una oportunidad para conocer nuevas personas y hacer amigos. Sonríe y muéstrate amigable.
- Date tiempo: Concédete el tiempo para adaptarte, tanto al nuevo horario como a tu nueva rutina y todo lo que eso conlleva: amigos diferentes, licenciados, horas de comida, incluso nuevo horario de sueño.
- Aprovecha: Date la oportunidad de aprender de otras personas y conocer otros estilos de vida. Esto puede ayudarte cuando te toque a ti, ver como los demás lidian con trabajar y estudiar al mismo tiempo, en cómo hacen le hacen para reunirse en sus grupos, tener tiempo para ellos, sus familias y parejas, sin morir en el intento.
- Se optimista: Los cambios cuestan al principio, solo es de aceptarlos y disfrutarlos para sacarle el mayor provecho a las situaciones.
¡De todas las experiencias se aprende!