Álvaro Kanek Batzin/Chimaltenango, Chimaltenango/
Entre el tintineo de las aves y el susurro del viento se encuentra Muxbal (o “lugar entre nubes”), donde el aprendizaje y la diversión caminan de la mano porque la naturaleza es maestra de la humanidad, te enseña desde cómo convivir y respetar a los demás, hasta un mundo complejo que día a día crece y se desarrolla sin parar, siendo el tiempo un factor que no afecta su desempeño.
Llegamos a un lugar por descubrir, con las ansias que aquel día llegara, con las energías al máximo y teniendo varias expectativas de un encuentro nacional de la juventud que el Programa Liderazgo Joven Construyendo Democracia (PLJCD) había planificado para nosotros. Viajando desde diferentes puntos del país, varios jóvenes representantes de los grupos de aprendizaje y trabajo de diferentes municipios -que en años anteriores fueron fortaleciéndose-, por fin logramos un punto de reunión para poder unificar esfuerzos y así, crear una red de jóvenes con conciencia y preparación en el ámbito político.
Fueron tres días en un campamento lleno de experiencias.
En el campamento tuvimos una experiencia única desde el inicio del viaje, mientras esperábamos llegar al punto de reunión. Algunos de los viajes fueron largos pero sin duda divertidos; cada grupo iba acompañado de su coordinador, a quien por cierto le tomamos mucho aprecio por el tiempo y las enseñanzas que nos dedicó. Cuando por fin llegamos al lugar del campamento, conocíamos algunos de los jóvenes pero no en su totalidad. Habíamos escuchado de los jóvenes de las otras regiones del país y estábamos ansiosos de conocerlos y compartir con ellos, porque el Programa estaba en las últimas etapas.
El campamento daría inicio el día viernes 30 de marzo y culminaría el domingo 1 de abril del presente año 2013. Llegamos viernes por la tarde, nos ubicaron y caminamos hacia el lugar que se nos había indicado. En el camino hacia las carpas entablamos una que otra conversación con los demás jóvenes, principalmente con los que ya conocíamos. Seguidamente, pasamos a observar unas presentaciones que algunos compañeros habían preparado para nosotros y algunas actividades más. Entre ellas hicimos una de las actividades más difíciles para un grupo, a mi parecer, en la cual todos los jóvenes teníamos que intentar avanzar juntos en círculo, sentados uno sobre otro, teniendo un paso uniforme. ¡Fue muy divertido! Después de todo, era un campamento esperado desde tiempo atrás.
Momentos después nos reunimos para escuchar algunas experiencias de representantes políticos de Guatemala, México y El Salvador, los cuales nos contaron sobre cómo los jóvenes podían incidir en el cambio de los espacios políticos, estrategias y planes de gobierno para poder llevar a cabo una participación justa y equitativa. Realmente fue un gran aprendizaje y una gran motivación para seguir avanzando en el tema de la juventud, de liderazgo e incidencia política, ya que en nuestro país sabemos que existe una gran población joven. Empezar el campamento con la presentación de dichos representantes nos dio más energías para seguir los días siguientes.
Por la noche hicimos una fogata acompañada de actividades, que logró calmar el frio, el cual era muy fuerte.
Posteriormente hicimos una actividad de reflexión en la cual nos conectamos con la armonía de la noche y logramos analizar cómo actuamos en nuestra rutina diaria y los hábitos de convivir, no sólo con nuestros semejantes sino también con nuestra Madre Naturaleza. Luego nos fuimos a descansar y esperar al siguiente día.
Al amanecer formamos varios grupos dividiendo a las regiones para que todos los grupos tuvieran un miembro de cada región, también tomando en cuenta la equidad de género. Y así empezó un nuevo día en el que tuvimos una serie de actividades, que estuvieron llenas de miedos, preocupaciones, retos y compromisos. ¡Era un rally! No solo se trataba de superar obstáculos y llegar a la meta sino que en cada reto aprendimos cada uno de los valores que existen en nuestras vidas y aprendimos también a confiar en cada una de las personas del grupo. Los retos, también nos lo mostraron las actividades, son de nuestro diario vivir. Pusieron al máximo nuestras habilidades, en cada prueba cada uno del equipo mostraba una diferente, incluso algunos no sabían que la tenían y fue el momento oportuno para descubrirla; otros tenían miedo y creían que no lograrían pasar las pruebas… Fue ahí cuando se vio la unidad de cada grupo. Al final aprendimos que aunque seamos de diferentes lugares del país y teniendo diferentes costumbres y culturas podemos convivir en paz y armonía, logrando así una estadía de mucha diversión y risas en Muxbal.
Sábado por la tarde. Fue donde todos los que fuimos elegidos representantes de los jóvenes de las diferentes regiones en dónde tuvo incidencia el PLJCD discutimos y llegamos al acuerdo de elegir a los representantes nacionales y así tener siempre un contacto y una cabeza que dirija al grupo. Después, formamos mesas de trabajo en las que hicimos varias propuestas de seguimiento y construimos una proclama final, en la cual plasmamos las problemáticas que existen en nuestro país y repercuten sobre la juventud. Junto a ellas propusimos posibles soluciones que se le podrían dar a los diferentes problemas. Así también, hacíamos referencia a documentos que cada grupo había elaborado con anterioridad en cada uno de los municipios. Por la noche hacíamos preparativos para el día siguiente, ya que participaríamos en una marcha pacífica.
El día domingo, el campamento llegaba a su final. Sabíamos que pasaría mucho tiempo para volver a ver a algunos de nuestros amigos que conocimos, pero dejamos establecidas ciertas vías de contacto.
Nos despedíamos del centro Muxbal para dirigimos hacia la zona 1 de la Ciudad Capital de Guatemala, en donde llevaríamos acabo la marcha por la juventud que habíamos organizado con el PLJCD. Todos estábamos ansiosos por presentar nuestro acto final. Se veía marchar a los jóvenes en las calles de la 6ta avenida. Algunos presentaron una coreografía, otros hacían actos de mimos, e incluso unos compañeros se equilibraban sobre zancos. Los jóvenes mostraban cada uno de sus talentos y destrezas, que son los medios por los cuales la juventud expresa mejor sus diversos pensamientos; y había otro grupo de jóvenes con megáfonos pidiendo que se aprobara la Ley de la Juventud, la cual abre varias oportunidades a la población joven.
Finalizamos nuestro recorrido frente al Palacio Nacional, donde se tuvo un acercamiento y diálogo por parte de los representantes de los jóvenes con el señor Ministro de Cultura y Deporte, a quien se le hizo entrega de la proclama que habíamos elaborado. Y fue así como esta experiencia nos ayudó a lograr la unidad de los diferentes ideales y objetivos, de todas las voces y los esfuerzos que cada uno de los jóvenes poseía.