Agrupaciones-Julio

Eduardo Olmedo / Asociación de Estudiantes de Ciencias Económicas y Empresariales /

Ante la crisis política que surge a raíz del descubrimiento del caso de la linea/SAT presentado por la CICIG y el MP, muchos guatemaltecos salieron a las calles, de forma pacifica, para exigir la renuncia de la ex vicepresidenta de la República, Roxana Baldetti. Seguido por una serie de manifestaciones cada sábado, exigiendo justicia por casos como IGGS/PISA, antejuicios presentados y, por supuesto, la renuncia del actual presidente de la república Otto Fernando Pérez Molina.

He tenido la oportunidad y el agrado de asistir a algunas de las manifestaciones, llenas de jóvenes como yo que buscan ser escuchados y a quienes, como diría el candidato presidenciable Roberto Gonzales, “nos rebalsó el vaso” la situación en la que vive nuestra querida Guatemala. Es impresionante la creatividad de cada persona al momento de escribir en un cartel. De todos los presentes existe uno que aún sigue llamando mi atención, el cual dice: “se metieron con la generación equivocada”; un cartel apoyado por la unión de movimientos estudiantiles pertenecientes a diferentes universidades con diferentes ideologías pero con un objetivo en común: una nueva Guatemala.

A pesar de esto último, debo decir que -en lo personal- no me siento tranquilo y es aquí en donde me pregunto ¿en realidad despertamos? Esta pregunta surge a través de un cuestionamiento que ha pasado por mi cabeza desde que el Tribunal Supremo Electoral otorgo “luz verde” para realizar campaña política, el cual se basa en una simple pregunta: ¿Cuándo podré ver los planes de gobierno?

Durante las manifestaciones -a las que he podido asistir- traté de ver la mayor cantidad de afiches posibles, la mayor cantidad de mantas y todos los días restantes he tratado de estar al tanto de todo lo que ocurre dentro de los movimientos estudiantiles a través de sus redes sociales; me entristece observar como muchos se preocupan por escribir “No le toca”, “No estamos en condiciones de elecciones”, “Tito estás despedido” y muchos otros más, pero nadie ha escrito “presidenciables, queremos ver sus planes de trabajo” o “exigimos sus planes de gobierno”.

Y es que los candidatos me ofrecen usar el bisturí, el más reciente un hacha de carnicero, otros me dicen que les rebalsó el vaso; mencionan oportunidades y haber recorrido el país entero durante 10 años, pero ninguno me ha ofrecido la oportunidad de leer a fondo sus ideas para Guatemala, sus estrategias, sus propuestas de trabajo.

Con lo anterior, no busco quitarle mérito a las organizaciones de juventud, movimientos estudiantiles y demás; más bien aprovecho para felicitarlos y apoyarlos a seguir adelante en la lucha por nuestro futuro, por nuestro país. También es importante recordarles que si bien es cierto, los jóvenes no somos el futuro, somos el presente, debemos exigir no solo justicia y rendición de cuentas a los actuales gobernantes, sino también los planes de trabajo de los que ocuparán esa silla en el futuro, o que buscan hacerlo.

Es por ello que me atrevo a decir que aún no estamos totalmente despiertos y que pareciera que únicamente tenemos un ojo abierto, cuando lo que se necesita es abrir ambos para cubrir la mayor cantidad del contexto en el que vivimos actualmente. Cada uno es libre de expresar sus sentimientos, sus pensamientos y, en mi caso, me gustaría lanzar una interrogante a todos los guatemaltecos ¿realmente estamos despiertos?.

Nuestro deber es exigir justicia a las entidades gubernamentales correspondientes, pedir una rendición de cuentas a todos nuestros “representantes” tal y como lo hemos hecho durante estos últimos meses, pero también es nuestro deber exigir propuestas claras por parte de los actuales candidatos en pleno año electoral, con tal de encontrar las respuestas necesarias para emitir un voto inteligente, un voto que nos haga sentir seguros de nuestro futuro, un voto que pueda significar la cura a nuestra tierra en el largo plazo, un voto consciente que busque la restauración de nuestra amada Guatemala.

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