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Axel Ovalle / Opinión /

El rápido y descontrolado crecimiento de las sociedades ha acabado con gran parte de los recursos naturales, esto se debe a que han sido muchos los países que han incrementado sus niveles de producción, y con esto los de consumo, a costa de utilizar a manera de explotación los recursos naturales sin percatarse de las consecuencias de dichas acciones.

Si bien es cierto que en la naturaleza existen recursos naturales que pueden ser utilizados por las personas para satisfacer sus necesidades básicas y vitales como la alimentación, el vestido, el calzado, la salud y la vivienda…  Es el modelo económico vigente el que demanda una explotación excesiva de los recursos naturales así como la generación de altos niveles de contaminación al medio ambiente. Por lo tanto, nos estamos beneficiando del medio de una manera negativa.

Se pueden cambiar los modelos de producción si se entendiera que el crecimiento económico debe ir de la mano de una mejor gestión ambiental.

Un concepto llamado “Green Growth” enuncia que el ser humano necesita percatarse que hay elementos como la electricidad, el suelo, el agua, incluso el alimento, que se pueden preservar y utilizar sin dañar ni malgastar los recursos que la naturaleza nos ofrece. Si tan solo observáramos las cosas claramente como son, entenderíamos que realmente estamos causándole un problema al medio ambiente y que estamos perdiendo una mina de oro, nuestra vida, y que no necesitamos otra razón para empezar con el cambio.

El crecimiento económico de un país se debe mantener, mejorar y, donde sea necesario, reconstruir en base a un capital natural como activo económico fundamental y fuente de beneficios públicos, especialmente para las personas desfavorecidas cuyo sustento y seguridad dependen de la naturaleza. Es por eso que los métodos de producción deben cambiar. Dejar de usar químicos por maneras más naturales. Empezar a generar material biodegradable y crear conciencia social. Evitar un crecimiento descontrolado e ignorante por uno más consciente del entorno natural. La reducción de la deforestación e incrementación de la reforestación como derecho propio, una medida que hace sentido desde el punto de vista económico, y que, además, apoya a la agricultura y al sustento de la población rural.

Si seguimos presionando a la naturaleza, esta nos la regresará con mayor fuerza como lo hemos evidenciado con los cambios climáticos drásticos, en la sequías, deslaves, etc. Debemos entender que somos dependientes de la naturaleza y responsables por su estado de conservación, sino se seguirán deplorando ríos y lagos, se perderán tierras fértiles y bosques, hasta la extinción de distintas especies de animales.

Es por eso que quiero sembrar un poco de conciencia ecológica, de lo que hagamos con respecto al medio ambiente dependerá el futuro automáticamente de las generaciones siguientes.

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