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Edson Ademar / Opinión /

El ser humano crea cultura y mediante la cultura se crea a sí mismo

¿Cuál es el valor de la cultura para un país?, ¿Existe una relación entre las fallidas políticas públicas, leyes, iniciativas privadas, etcétera, con el olvido de la cultura? Generalmente se asocia el desarrollo de un país respecto a su economía, un crecimiento del PIB significa el progreso del país. Colocando en segundo plano el ámbito social, político y el más olvidado, el cultural. Considero indiscutible que todos estos factores no se desarrollan de forma independiente, sino por el contrario, están íntimamente relacionadas y como mencioné, son distintos elementos del mismo ente, en este caso el Estado.

Cuando hablo de cultura lo hago desde su concepción general y no respecto a las múltiples manifestaciones culturales de cada sociedad como lo son las costumbres, idioma, vestimenta, entre otras. El sociólogo Manuel Castells define la cultura como “cierto sistema de valores, normas y relaciones que poseen una especificidad histórica, y una lógica propia de organización y de transformación”. Resaltamos primero que la cultura constituye un sistema de valores y normas, dependiendo del arraigo de estas así será la organización de una sociedad. Estos valores pueden ser la libertad, el respeto o la solidaridad, y según su vitalidad y resistencia, será la fortaleza o debilidad de una sociedad. Ya lo decía Nicolás Maquiavelo cuando explicaba el modo de gobernar un Estado ya conquistado, “el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Sus rebeliones siempre tendrán por baluarte el nombre de libertad y sus antiguos estatutos, cuyo hábito nunca podrá hacerle perder el tiempo ni los beneficios”. Vemos aquí la importancia que tienen los valores y normas de cada sociedad como su mayor fortaleza.

Pero a lo que me refiero aquí no es a destruir, sino a construir una cultura duradera.

Y esto solo puede pensarse si se tiene claro que la cultura posee una lógica de organización y  transformación. No podemos suponer cambiar la cultura de nuestro país de un día a otro o con un par de actividades reducidas. Un breve ejemplo sería realizar una campaña de una semana sobre el reciclaje para cambiar la cultura ambiental del país, podemos explicar a las personas la necesidad de reciclar y en cuál depósito deben colocar la basura según su material; pero luego de la semana de campaña, las personas volverán a tirar la basura indistintamente y no tomarán como propio el valor del uso moderado de los recursos y protección del medio ambiente. También podríamos llevar a cabo una capacitación de un día sobre participación ciudadana y auditoría social, pero esto no significa que las personas pondrán en práctica lo aprendido o velarán por el uso adecuado de fondos públicos y de transparencia, incluso dentro de su mismo entorno.

Estas y otras iniciativas como primer paso son valiosas, pero no podemos detenernos hasta ese punto, si de verdad queremos construir una cultura de protección al medio ambiente, de participación ciudadana, respeto, solidaridad y demás, debemos apostar a acciones constantes que puedan llegar cada vez a más personas, empezando con los niños debido a que en los primeros años de vida forman valores que los guiarán y usarán diariamente al crecer. Esta transformación es a largo plazo y debe ser de carácter estructural, esto significa que los cambios culturales que se buscan pasen a formar parte de las leyes, políticas públicas e instituciones del Estado, logrando así institucionalizarse.

Podríamos plantar 100 árboles, pero sin una cultura de protección al medio ambiente  no habrá quien cuide de estos, sin una institución fuerte de control, no se podrá garantizar su protección, y sin leyes y políticas públicas claras y concretas, estos cien árboles plantados podrían ser cien mil o un millón.

Más que contribuir con nuestro granito de arena debemos procurar ser la gota constante.

Construir una cultura de paz, respeto, solidaridad y servicio sólido es fundamental para que nuestra sociedad pueda lograr el verdadero desarrollo integral del país.

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