Katherine Rivera / Opinión /

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“La educación como práctica de la libertad”

Paulo Fraire

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El pedagogo Paulo Freire veía la educación como el medio por el cual las personas obtienen libertad. Entonces, me pregunto si el sistema educativo de Guatemala es generador de libertad o es el mismo que encarcela los sueños de los ciudadanos y ciudadanas. Aunque suene increíble, el gobierno invierte la mínima parte del presupuesto del Estado a la educación, y esto a mi parecer, es la raíz  de otros problemas sociales que se hacen evidentes día a día en nuestro país. Son muchos los niños y las niñas,  los jóvenes y las jovencitas que no tienen acceso a la educación por falta de recursos y que no tienen otra opción más que conseguir empleo para aportar a sus hogares.

Este es el caso de  Betzaida Maribel, una joven indígena de 16 años, proveniente de Tecpan. Su familia está integrada por 13 hijos y sus dos papás. Su papá se dedica a la agricultura y su mamá a tejer. Ella solía estudiar, le gustaba mucho, pero sus papás ya no pudieron apoyarla y tuvo que dejar la escuela.  A pesar de esto, ella piensa volver a estudiar y esa es una de las razones por las cuales ella está trabajando actualmente.

[pullquote_left]“Mi sueño es estudiar y salir adelante”[/pullquote_left]

Betzaida está trabajando en una tortillería, se levanta desde muy temprano junto a su compañera de trabajo, Elisa de 15 años. Lo primero que hacen es cocer el maíz para que esté listo para hacer la masa. Todos los días esperan que un muchacho en moto pase recogiendo el maíz y en cuestión de un par de horas lleve de vuelta la masa preparada. Luego hace el oficio de costumbre y prepara las tortillas del canasto, esperando el medio día para empezar a “echar tortillas” -como ellas le dicen- para las personas que quieren almorzar con tortillas recién salidas del  comal. Y así pasa el día, frente a una plancha caliente y masa entre sus manos. Han sido muchas las  personas que han pasado por ese pequeño local, incluyéndome, en busca de tortillas. Ya ni siquiera nos parece extraño ver a un par de jovencitas trabajar todo el día, nos parece normal, ya somos indiferentes a la situación de los demás. Y es que al ver sus trajes típicos ni siquiera pasa por nuestra mente que son menores de edad y que deberían estar estudiando, estamos tan acostumbrados que hemos perdido la empatía.

Sin embargo, a pesar de la difícil situación de Betzaida, sueña con estudiar y salir adelante. Ella me comentaba que a su edad, en su aldea son muchas las jovencitas que ya tienen hijos, y que, en su mayoría, jamás estudiaron. Por su parte, ella piensa hacer las cosas diferentes y una de las razones por las cuales ella está trabajando, es para ahorrar dinero y poder pagar sus estudios. Sin duda es admirable.  El trabajo de tortillera no es nada sencillo, aunque lo parezca, deben  trabajar de 10 a 15 horas diarias, equivalente a 105 horas semanales y 420 horas mensuales, por un sueldo de mil quetzales. Además de tomar en cuenta los daños que le hacen a su salud por la larga exposición a temperaturas altas al estar frente al comal.

[pullquote_right]“Mi mamá empezó a trabajar desde los 12 años haciendo tortillas, ahora esta mala de sus hombros y le duelen los brazos. Me dijo que no trabajara de eso, pero necesitaba el  dinero”[/pullquote_right]

Betzaida es la representación de miles de jóvenes que abandonan la escuela, la gran mayoría lo hace por falta de recursos. Estamos un país en donde el índice de pobreza es muy alto, en donde el hablar otro idioma y vestir diferente aún es discriminado, un país en que el gasto en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto, PIB, de Guatemala es de aproximadamente 2,4%, en comparación al 4,4% del promedio en América Latina (UNICEF) y las escuelas se caen a pedazos porque hay gobernantes corruptos que los pocos recursos se los echan a la bolsa.

Al reflexionar, lo primero que venía mi cabeza era ¿y yo qué puedo hacer? Porque al momento de quitarte esa venda de apatía, surgirá dentro ti el deseo de ser parte de un cambio, te darás cuenta que el gobierno nunca cambiará, los corruptos nunca desaparecerán y entenderás a los maestros y padres de familia que un día provocaron el tráfico que tanto te molestó; trataban de ser escuchados.

Todos tenemos algo que enseñar, es más si estás leyendo este artículo puedes leer y escribir. Seamos esas personas que abran esas cárceles en las que nos han metido, nosotros tenemos las llaves, no hagas de menos lo que sabes porque seguramente hay muchas personas que necesitan de tus conocimientos, y sí, nadie te va a pagar con dinero, pero sí con la gran sonrisa de esa persona que un día le regalaste un poquito de libertad.

¡Todos podemos ser generadores de libertad! ¡Es momento de hacer el cambio! ¡Guate nos necesita!

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