Libros

María Fernanda Sandoval/ Opinión/

Qué difícil encontrarse como adulto joven frente adolescentes aconsejándoles sobre un mejor porvenir. Qué complicado interpretar el papel de ejemplo. Se requiere tanto trabajo, esfuerzo y solvencia moral. ¿Qué se le aconseja a alguien cuya mayor preocupación es no ser reconocido por sus amigos? ¿Qué puede aconsejar alguien que un par de años después persiste en la infundada preocupación?

Hacer la tarea es importante.  Respeten y escuchen a sus mayores.  Los espera un mundo muy duro allá fuera.  No deben fumar. No deben beber. Nada de drogas, ni de sexo.

Nada de… hipocresías, para acabar desmoronando el débil castillo de naipes.

¿Qué consejo es tan de todos, que aunque lo mencione un individuo, sigue perteneciendo a la humanidad? “Sean felices” requiere de sonrisas falsas. Coman frutas y verduras. Átense los cordones de los zapatos.

Nos conviene leer. Sí, eso sí. Leer es importante:

NOS ES ÚTIL

Nos ayuda a vivir. Leer es crecer, aprender y entender.

En nuestro país una alarmante cantidad de personas no cuentan con la capacidad de interpretar símbolos a través de la lectura. A nivel nacional y mundial somos privilegiados. No solo frente a las analfabetas, sino también frente a aquellos –que aunque sepan comprender la escritura- no les queda tiempo para hacerlo. Frente a aquellos que están ocupadísimos sobreviviendo al día a día.

Nosotros que sí podemos, tengamos claros los beneficios de la lectura. Leer es útil como ejercicio neuronal, nos ayuda a despertar la creatividad, enriquece nuestro vocabulario, mejora nuestra ortografía, nos forma como personas con amplios temas de conversación y nos relaja.

 ES UN PASATIEMPO INCREÍBLE

Leer es desahogo, placer, gusto, entretenimiento y distracción. Todo, según la función que se desee darle. Lecturas hay de todos gustos, colores, olores y tamaños. Ningún proverbio reza que deba iniciarse por el tiempo perdido de Marcel Proust. Siembre van a estar a nuestro alcance pequeños cuentecitos que tímidos y bien arregladitos son capaces de meterse en cualquier espacio de tiempo si se lo permitimos.

El gran genio de la brevedad, es compatriota. “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, son siete palabras que forman un extraordinario cuento. Y así hay muchos otros que pueden despejarnos la mente de la rutina.

Además de Tito Monterroso, siempre estará dispuesto Cortázar para recordarnos que algunas personas sufren de locuras más recurrentes y mezquinas que las propias; también puede ser invitado Bécquer para reconfortarnos y darnos el derecho de ser maravillosamente cursis cuando estamos enamorados. Vive Ulises de James Joyce  para plantearnos nuevos retos y mentalizarnos el –algún día- lograrlo entender. Tenemos a García Márquez para recordarnos el precioso lugar en el que nos tocó nacer. Para envolvernos de calor, humedad y mercados en cualquier parte del planeta. Pálidamente nos podría ser de utilidad Sartre, para reconocer cada segundo que vivimos, que existimos. Todo un mundo de encantadoras obras a nuestras manos.

Se debe leer porque es sexy, dijo Gloria Álvarez. Y debe leerse incluso para saber quién es Gloria Álvarez.

DEBEMOS LEER PARA INFORMARNOS

Ya no solo como derecho, ya no desde la practicidad, sino también como una obligación.  En la primera parte de la célebre película “El Dr. Shivago”  un anarquista irrespetuosamente responde lo que dice el soldado al mando del vagón donde se encuentran. Aunque su aparición es efímera el “hombre libre” resalta su condición de humanidad. Su condición de no ser, como las otras cuarenta y nueve personas dentro del vagón, una oveja.

Así, aunque la historia nos haya mostrado que las ideas políticas no son el ejemplo más altivo de libertad. La verdad, bajo todos los contextos, es el camino más transparente hacia este valor. Libres son los que leen, los que forman a partir de varias voces su personal criterio y opinión. Los que no dejan que les digan qué pensar.

Porque no solo se lee para escapar a realidades alternas. Leer y comprender es otra forma de participar. Leer historia nos es útil para saber sobre qué escombros estamos parados, cuáles son las razones y hacia dónde debemos caminar. Informarnos sobre qué pasa en la actualidad es el compromiso que nos exige Guatemala. Y –ahora- más que nunca, buscar medios alternos de información es imprescindible.

…Todo ello fue lo que pensé frente aquellos desesperados estudiantes de colegio, impacientes por la refacción y el recreo. Nunca pensé que yo fuera un día quien iba a robar tiempo de clases en un aburrido acto cívico. Es fácil exhortar a la lectura, porque es fácil aconsejar la verdad. Lo difícil es seguir las recomendaciones. Ojalá los que me hayan prestado atención lean un poco al regresar a su casa. Ojalá luego ellos nos sirvan de ejemplo. Y como pueblo, hagamos uso del gran regalo de la interpretación.

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