En pleno drama electoral, llegó la bomba visual, que realmente es un fenómeno económico no solo en Guatemala, sino a nivel internacional. Dicho fenómeno lo llamé cariñosamente “ola rosa”. La Ola Rosa me ha dejado pensando ¿qué tipo de mundo es el en que queremos vivir? No solo es Guatemala la que trata de sobrevivir a los efectos del Cambio Climático, las consecuencias de la desigualdad de género, y demás desigualdades…
Internacionalmente, hay brechas de desarrollo que cada vez hacen más evidente el “primer, el segundo y tercer mundo”. Y a diferencia de los lanzamientos tecnológicos (como Apple) y nuevos álbumes de música (Taylor’s Version), estos números suponen que los países se están quedando atrás y no son los nuevos mercados de oportunidades.
El impase político que estamos viviendo minuto a minuto en Guatemala, va condicionando cada vez más el futuro de sus ciudadanos. Por favor ¡Razonen bien su voto! Porque las consecuencias no solo serán solo por los próximos cuatro años; sino cada acto que se efectué en ese tiempo, seguirá pasando factura durante muchos más años.
Y no, no se vale caer en el egoísmo de decir “Es lo que es” y que lo arreglen las siguientes generaciones. El peso del futuro recae en los hombros de la próxima generación, así que tengan en mente que son los Gen X / Gen Z y Millenials (términos generacionales que apenas comprendo cómo utilizar) los que han de construir el presente que viviremos cuando estemos de avanzada edad.
Aprovecho a mandar un cariñoso saludo a mi querido grupo, que son el futuro de Guatemala, con quienes he tenido la maravillosa oportunidad de compartir. Que la alegría que contagian sea su mayor apoyo para perseverar en lo que están por vivir cuando crezcan. Y también, desearle mucho ánimo aquellos que están en la gran carrera de “conseguirlo todo” antes de llegar a los 30, especialmente a los que siguen con la pregunta infinita de ¿qué estoy haciendo con mi vida?
Los tips que les dejo son los siguientes: reflexionen, PIENSEN BIEN SU VOTO, consuman menos plástico, a veces una pausa de 5 minutos es justo lo que necesitan, vayan con la psicóloga, la mejor manera de enseñar es con el ejemplo y sigan adelante.