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Asociación de Ciencias Ambientales y Agrícolas/ Opinión/ 

Cuando nos preguntan que estudiamos y respondemos que, estudiamos agronomía o gestión ambiental, se tiende a pensar en una imagen de agrónomo con botas, camisas de cuadros, cincho y sombrero, una persona con actitudes grotescas y sin modales. Que decir de los ambientales, se cree que son unos “hippies” que se amarran a un árbol con tal de que no lo corten, que somos unos eco histéricos, que preferimos más la compañía de los recursos naturales que de los seres humanos. Opiniones que muchas veces son muy erradas.

El ser agrónomo es más que tierra y cultivos, es la oportunidad de hacer cosas nuevas, es una  profesión dinámica en donde se puede estar en contacto con el medio natural, es aquella persona que contribuye al país través de la producción de alimento, mejoras de ganado, cultivos más eficiente, etc. Como diría Herbert Villeda, presidente de Agrequima, “Lo que es bueno para la agricultura es bueno para Guatemala”, pues muchas familias guatemaltecas sobreviven a base de la agricultura y somos un país exportador de muchos cultivos, además sin los agrónomos no tendríamos que comer, no sería posible el alimento que tenemos en nuestra mesa, de acuerdo con el Ing. Danilo Lemus, catedrático de Ciencias Ambientales y Agrícolas, “Los agrónomos dan de comer al mundo”. Es una profesión dura en la que cultivar se vuelve una actividad desgastante y fuerte, en donde día a día se lucha con las plagas, enfermedades y se debe adaptar a las condiciones climáticas de las cuales no tenemos control,  pero al ver que los cultivos crecen con una altura y tamaño óptimo, un valor nutritivo alto la gratificación es inmensa, se convierte en el resultado de tanto esfuerzo y trabajo.

Un ingeniero ambiental, no solo es un conservacionista o ecologista, es ser, un factor de cambio en el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales y el ambiente que nos rodea, es ser consiente con el uso de los recursos.

El ser un ingeniero ambiental es mejorar la calidad de vida del ser humano, ya que al cuidar el medio ambiente se asegura de una buena salud para lo demás. Es ser más que un defensor de los animales y plantas, es tomar al ser humano como parte del medio ambiente y no como elementos separados, ya que en la meta de alcanzar un desarrollo sostenible, los seres humanos jugamos un papel importante y relevante. Es dar soluciones a lo que podemos hacer para cambiar nuestra situación ambiental, es muchas veces luchar contra las ideologías y costumbres que tenemos, es estar abierto a muchas opiniones y donde el trabajo en equipo se vuelve fundamental para la implementación de prácticas sostenibles. Es un estilo de vida en donde damos el ejemplo, de que las actitudes y acciones que tomemos son esenciales para mejorar y aprovechar el medio ambiente de una manera sostenible.

Parecería que ambas carreras están separadas, que no pueden trabajar juntas, incluso los que estudiamos estas carreras hemos puesto una barrera; pero la agricultura que no es sostenible, tiende a ser un problema para el medio ambiente, sin los recursos naturales la agricultura no sería posible, y además siendo Guatemala un país rico en biodiversidad y con un aprovechamiento de uso de tierra forestal y agrícola en algunas partes del país, el trabajo en conjunto se vuelve importante.

No podemos mejorar la situación ambiental del país si no cambiamos nuestra manera de pensar, teniendo una agricultura más sostenible en donde las prácticas agrícolas sean lo más amigables con el medio ambiente.

Hemos demostrado que cuando ambientales y agrícolas trabajamos juntos, los resultados son lo más óptimos y aprovechables. Además somos personas muy optimistas a pesar de que la realidad ambiental y agrícola se vea mal, sabiendo que ambos podemos hacer un cambio, con lo que contribuiremos para tener una Guatemala mejor.

Exigimos un país más limpio y sano pero no hacemos nada para cambiar la situación, no vemos lo importante que es la agricultura para el país y la economía, no le damos la importancia necesaria a los temas ambientales. Si nosotros como ambientales y agrícolas podemos trabajar juntos a pesar de las diferencias, todos podemos hacerlo para poder conservar a Guatemala y lograr un desarrollo sostenible.

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