La Ventana de los 1,000 días
Actualmente, este programa parece ser el más prometedor en contrarrestar la desnutrición crónica en los niños. La ventana de los 1,000 días, programa ejecutado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, posee como objetivo contrarrestar la desnutrición previo al nacimiento de los niños, por medio de diferentes intervenciones. Una de las líneas básicas del programa es el fortalecer buenas prácticas en las mujeres embarazadas, entre ellas la importancia de la lactancia materna.
Zulma Solórzano integrante de la Liga de la Leche de Guatemala indica que la importancia de la leche materna para un niño es que esta posee todos los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo de los niños. Durante los primeros seis meses de vida, la leche materna debería ser el único alimento de los infantes; luego de estos seis meses, la leche materna necesita del complemento de otros alimentos y al año de vida, la lactancia materna se convierte en un complemento de los alimentos del niño. Asimismo, la lactancia materna estrecha el vínculo afectivo madre/hijo, importante para su desarrollo.
“Se ha comprobado que la leche de toda madre – a pesar de contar con una alimentación inadecuada- posee un excelente valor nutricional. El cuerpo de la mamá siempre le brindará prioridad al bebé, por ello le otorgará sus reservas de nutrientes al mismo. Es por eso importante enfocarse en mejorar la alimentación de la madre y apoyarla para que de lactancia materna exclusiva. La leche de la madre se adecua a las necesidades del bebé en cada etapa de su desarrollo. De esta forma no solo el bebé recibirá un alimento óptimo sino que estará protegido contra muchas enfermedades e infecciones en sus primeros años de vida.”
Entre los componentes del programa se encuentran los Bancos de Leche, los cuales son un servicio especializado responsable de acciones de promoción, apoyo y protección de la lactancia materna y actividades de recolección,
procesamiento, control de calidad y distribución de leche humana de calidad certificada. “En ausencia de la madre, cuando el niño está hospitalizado por complicaciones que no permiten la estancia de la madre o la alimentación directa, el banco de leche apoya y asegura la nutrición y el desarrollo físico e intelecutal en recién nacidos durante sus primeros días de vida. Sobre todo, es una excelente herramienta para reducir la morbimortalidad en niños prematuros y de bajo peso al nacer”, de acuerdo a Silvia Archila, jefe del Banco de Leche Humana del Hospital San Juan de Dios.
Actualmente desde el sector público existen ocho bancos de leche que constituyen la Red Nacional de Bancos de Leche del país conformados por el Hospital Roosvelth, San Juan de Dios y los hospitales nacionales de Antigua Guatemala, Cuilapa, Zacapa, Totonicapán, Quiché y Cobán.
El abastecimiento de estos bancos se producen gracias a las donaciones externas de madres en período de lactancia. Para las madres que son donadoras de leche, este proceso permite el acompañamiento en la alimentación de su hijo por medio del estímulo que la donación produce.
Cualquier persona con la voluntad, puede donar leche. La donación es segura y no afecta la producción de la madre donante.
“Donar leche es contribuir a salvaguardar la vida de un neonato” afirma Archila.
Todas estas iniciativas y proyectos evidencian que el tema de seguridad alimentaria y nutricional continúa siendo una prioridad en el país. Ha existido una fuerte inversión económica, humana y material en el tema; sin embargo, los resultados continúan sin vislumbrarse. Se hace necesario fortalecer estos programas que actualmente se están llevando a cabo,
logrando implementarlos como estrategias de políticas públicas y no como programas gubernamentales cada cuatro años.
Por un país que se preocupa por la seguridad alimentaria de sus habitantes.
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