Hablemos de los medios de comunicación y su papel en la democracia, como colectivo hemos analizado y discutido por qué las grandes iniciativas se ven opacadas o simplemente no se ven. ¿De qué depende que sea tan visible el caso la Línea, o que mencionen que Roxana Baldetti colaboró con el cartel de los Zetas mientras que casi ningún medio habla sobre el lavado de dinero en dos de los bancos más grandes de Guatemala? Recordemos el 2015, en las primeras manifestaciones en contra de Roxana Baldetti, en ese momento vicepresidenta, los canales de Ángel González (Canal 3, 7, 11,13) y todo su monopolio mediático transmitían novelas mientras que en la plaza central más de 30 mil guatemaltecos se agitaban para hacerse escuchar.
Todo lo anterior sucedió en la prensa escrita, radio y televisión guatemalteca. Manteníamos hambre de información útil y nutritiva, nuestros papás y abuelos fueron generaciones desnutridas o mal nutridas mediáticamente; pero fuimos nosotros como ciudadanos que fuimos cultivando nuestra propia noticia que nos sirvió para alimentar las protestas en contra de la corrupción, esto nos hizo crecer fuertes y políticamente saludables.
Lo que sucede con los medios de comunicación, es lo mismo que sucede con las cadenas de comida rápida, no por ser famosa esa cadena de franquicias vende comida nutritiva.
Lo mismo sucede con los medios de renombre comercial, en la mayoría de los casos ocultan información o dicen una sola parte de los hechos, no nos nutren. Son medios comerciales que su propósito principal es ser rentables y seguro lo tienen que ser, pero lo económico les es prioritario sobre lo social. Desde que se inventó la imprenta el dueño de la imprenta es el dueño de la “libre expresión”.
Desde principios de este siglo, la comunicación pasó de ser de una dirección a dos direcciones. Antes nos sentábamos frente a una televisión o una radio y solo podíamos escuchar y ver, ahora podemos opinar y ser generadores de noticia por medio de nuestras redes sociales que nos permiten exponer a la sociedad muchas situaciones que los medios convencionales no transmiten. Durante las primeras manifestaciones de 2015, uno de tantos videos producidos por ciudadanos donde se echó a gritos y abucheos la panel de Canal 7 de la Plaza de la Constitución, situación que en lo convencional nunca se hubiera transmitido y la población no lo hubiera sabido.
Los medios tradicionales han destruido tanto siendo utilizados como medios que informan o desinforman según lo quiera el patrocinador.
Han producido generaciones anteriores de zombis atendiendo la manipulación mediática. Hoy nosotros tenemos el poder de la comunicación después de mucho tiempo, podemos generar cambios profundos si los usamos con un propósito constructivo. Podemos empezar a cambiar lo que no nos gusta al expresarlo en nuestras redes sociales, podemos cambiar el mundo si queremos y nos podemos nutrir con información útil. ¡Hagamos entonces que la comunicación fluya entre todos nosotros y en todas direcciones!
El Colectivo Jóvenes de Guatemala demanda una comunicación basada en las grandes mayorías, entendemos y seguimos analizando la manera de generar cambios permanentes en la línea de tiempo que no permite que la pistocracia (el poder del dinero) sea el único camino. Los medios de comunicación locales deben ser realmente de comunicación (no de manipulación) y locales.
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