Manual Aimeé Escobar / Opinión/ [box_light]Decreto 11-15: El exceso de este manual puede causar grandes daños para la salud del sedentario en los próximos 20 años.[/box_light] El propósito elemental de realizar este manual es advertir sobre el riesgo de caminar más de 10 pasos de tu cuarto a la cocina o la sala. El manual para el sedentario joven se rige bajo los siguientes principios: -Se deberá mantener una rutina frecuente de consumo en restaurantes de comida rápida. -Se deberá mantener una dieta cargada de azúcar para lograr mantener la atención en conversaciones o conferencias. -Se deberá consumir un cigarrillo por día y el fin de semana como regla obligatoria, el “coctelito de los sedentarios” (las personas con mayor devoción en la aplicación del presente manual, podrán consumir el “coctelito” con toda libertad). -Se deberá desarrollar un ejercicio diario que consiste en la musculatura del dedo pulgar al tomar el control  remoto y hacer posteriormente los cambios de canales. Se sugiere atender las siguientes reglas de aplicación: Durante el tiempo libre es necesario mantener una posición cómoda “espalda recta, piernas firmes” para lograr revisar de manera constante páginas sociales como Twitter y Facebook; aquellos con más responsabilidades tendrán que revisar Instagram. Finalmente se recomienda la disciplina constante de su aplicación para desarrollar de manera productiva nuestra juventud…. — La nueva dinámica de nosotros los jóvenes, más que cambiante es rutinaria: nuestras vidas giran entorno al estudio, la televisión, la computadora, el IPad y los videojuegos. Vivimos en medio de esta era tecnológica, que si bien nos ha permitido grandes avances, hemos retrocedido en el poder de desarrollarnos de manera integral; es decir,  poder tener una mejor calidad de vida y sobretodo, lograr dejar el sedentarismo. Los jóvenes debemos asumir la responsabilidad de nuestro abandono hacia el deporte, y más que al deporte mismo, a nuestra propia salud, la cual en 20 años no dudará en pasarnos la cuenta.  Hay que combatir el sedentarismo y aprovechar nuestro tiempo libre en actividades que generen provecho en nuestro día a día y sobretodo, mejorar nuestros futuros. No es simplemente un cambio en nuestra salud, somos el presente, somos capaces de cambiar las políticas sociales que nos rigen y nos atan. Debemos regresar a la “vieja escuela” y poner nuestro tiempo libre en gente y espacios reales; nosotros los jóvenes sabemos cómo divertirnos, no necesitamos de páginas sociales que nos digan cómo hacerlo….¡solo necesitamos movernos! Fomentemos el ejercicio y no la haraganería. Dejemos de seguir la regla básica del mínimo esfuerzo, no debemos esperar sentados el cambio, debemos caminar hacia él… hacia nuestro cambio como individuos; solo así dejaremos de quejarnos por el tráfico y cambiar nuestra realidad social. Imagen

Compartir