Brújula/
Todas las mañanas sobre el camellón central de una fluida avenida, una señora ofrece las noticias del día a todos aquellos automovilistas apresurados que intentan llegar temprano a alguna oficina de la zona 10.
Alrededor de las ocho y diez de la mañana, la vendedora de periódico, aquella mujer que en algún momento fue joven y que de esos años hoy únicamente quedan sus ojos brillantes, toma su producto y muy lentamente inicia a caminar entre los vehículos. Su destino: desconocido. Seguramente debe entregar de regreso los periódicos que no se vendieron durante su jornada laboral, una jornada que no debiera existir para ella, una mujer de más de ochenta años de edad.
En un país tan desigual y predecible como el nuestro, no es de extrañar que mientras las personas de la tercera edad se encuentren trabajando, existan miles de jóvenes engrosando las cifras de desempleo y subempleo.
Y es que el empleo no es únicamente aquella actividad que genera recursos económicos para vivir, simbólicamente también nos brinda un sentido de pertenencia, estabilidad y autoestima.
El desempleo juvenil se encuentra afectando a millones de jóvenes alrededor del mundo. De acuerdo a la Organización Mundial del Trabajo OIT, en el mundo existen alrededor de 73 millones de jóvenes desempleados. Y en el país, la cifra también es abrumadora. De acuerdo al Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011/2012, alrededor de 74.7 millones de jóvenes comprendidas entre los 15 y 24 años de edad no poseen empleo.
Esta situación lleva a miles de jóvenes guatemaltecos a buscar alternativas a la problemática, desde recurrir a empleos informales, los cuales generan inestabilidad o condiciones poco dignas de trabajo, hasta encontrar en la migración interna y externa una posibilidad para mejorar sus condiciones de vida. Las ferias de empleo en este país, especialmente aquellas que se realizan en centros educativos y universidades, únicamente ofrecen oportunidades en las grandes compañías de call centers, grandes maquilas que abren pocos espacios para un desarrollo integral en los jóvenes, como si los jóvenes no tuviéramos más potencial que una llamada telefónica.
El desempleo y subempleo en la población joven de Guatemala no es un problema que se debe tomar a la ligera, y en el cual para su solución se deben tomar en cuenta muchos aspectos estructurales que afectan al mismo. La pobreza, los bajos niveles de escolaridad y la desigualdad social afectan de forma significativa las condiciones de empleo del país. Trabajar en ello, al mismo tiempo que se busquen soluciones a corto y mediano plazo para contrarrestar la problemática, es una obligación del Estado. Por ello, de jóvenes a jóvenes, en nuestra cápsula semanal de 1850TV, estudiantes universitarios de diferentes carreras nos brindan su opinión y propuestas para mejorar el tema del desempleo en el país.
Porque el trabajo es una condición en la cual todas las personas debieran sentirse completas. Porque debieran existir más jóvenes trabajando en condiciones dignas y menos señoras de la tercera edad debiendo recurrir al trabajo como forma de sobrevivencia.
Fotografía: www.lajornadamichoacan.com.mx