¿Has escuchado sobre el movimiento Yo soy 132 y no sabes lo que significa? ¿Cómo ha afectado este movimiento al panorama político en México?
Brújula entrevistó a Juan Luis Hernández en su visita a la Unviersidad Rafael Landívar. Juan Luis Hernández es politólogo, candidato a doctor en ciencias políticas por la Universidad Autónoma de Madrid y profesor-investigador de ciencias políticas en la Universidad Iberoamericana en Puebla. Nos recibió muy amablemente y con mucha claridad sobre el panorma mexicano.
[box_light]Probablemente este año, el joven guatemalteco se ha encontrado más pendiente de las elecciones mexicanas debido a una inundación de mensajes sobre las mismas en las redes sociales, derivado del Movimiento Yo Soy 132. ¿Qué es el movimiento Yo Soy 132?[/box_light]
Las elecciones presidenciales mexicanas estaban siendo absolutamente aburridas. No únicamente porque las encuestas le daban una ventaja de 20 o 25 puntos al candidato del PRI, sino porque propiamente no había nada interesante qué relatar que no hubiera sucedido en años anteriores. Entonces, la irrupción de los jóvenes, particularmente en el epicentro de la Universidad Iberoamericana, la universidad jesuita, en la Ciudad de México, ha sido en todos los sentidos arrolladoramente sorpresivo. ¿Por qué?
Porque en la historia de México no se había dado un movimiento universitario surgido de una universidad privada.
Segundo. En la historia universitaria de México no se había dado una circunstancia donde un candidato presidencial fuera repudiado en una universidad, en una campaña. Tercero. No se había dado la circunstancia que el surgimiento de un movimiento estudiantil fuera anti, en contra, tanto del puntero como lo que pudiera representar el candidato de esta formación política que puntea en las encuestas. En ese sentido, la irrupción de los jóvenes ha sido sorpresiva porque nunca nadie esperó, supuso, que una universidad elitista que está asentada justo en el zona llamada Santa Fe, una zona muy rica, una zona con un contenido incluso racial diferenciador muy importante, fuera el generador del movimiento.
Estudiando en una de las universidades más caras de México, uno tiende a pensar que todas las anteriores son condiciones donde no va a surgir un movimiento estudiantil crítico, y particularmente crítico con el candidato que parece ostentar la representación de los grupos más poderosos de México.
Siendo la Universidad Iberoamericana una universidad cuyo patronato lo forman los hombres más ricos de México, uno no puede esperar que de allí surja precisamente un movimiento en contra del candidato de esa oligarquía; y precisamente, de allí surgió.
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¿Cuál es la historia del movimiento?
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Los elementos fácticos son que Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI a la presidencia de la República, quien lidera las encuestas con una relación de 20-25 puntos sobre el segundo lugar, asiste a una invitación a la Universidad Iberoamericana, como el resto de los candidatos presidenciales, a una conferencia. Estamos hablando del día 11 de mayo de 2012.
Ese día, sorpresivamente previo en la mañana en un programa de radio donde lo entrevistan, se sabe que algunos estudiantes lo están esperando con máscaras de Carlos Salinas de Gortari. Este presidente mexicano, que tuvimos de 1988 a 1994, que pertenece a esta casta de presidentes latinoamericanos neoliberales y que además gobierna al mismo tiempo que Fujimori y Carlos Menem. Entonces, pertenecen a esta generación de políticos que privatizan todo y que advierten que el país va irremediablemente a la modernidad.
Carlos Salinas es considerado el tutor político de Peña Nieto; por ello, lo esperan con las máscaras, haciendo alusión a que es títere de Carlos Salinas. Eso se escucha en la mañana. Alguien dice: Bueno, sí sorpresivo que en la Universidad Iberoamericana lo reciban con máscaras de Carlos Salinas. Sin embargo, el asunto se torna interesante en cuanto llega a la universidad, ya que encuentra a un conjunto de estudiantes (200 estudiantes) que lo reciben con chiflidos y con los gritos de “Fuera, Fuera”.
Por primera vez el candidato Enrique Peña Nieto presenta un escenario incómodo.
¿Por qué? Porque ha sido un candidato muy cuidado. Todos los foros a los que había asistido estaban sumamente cuidados, diseñados completamente para que la mercadotecnia hablara y que fuera un candidato que se luciera en los medios de comunicación. Entonces, ese día en la Iberoamericana, se desarticula todo eso que hasta entonces iba bien.
La conferencia la da perfectamente sin ningún problema de interrupción. El problema se da cuando vienen las preguntas; son preguntas al azar, y es la primera vez que enfrenta un auditorio con preguntas incómodas. Preguntas que ningún medio de comunicación se atrevía a hacerle, y los estudiantes se las hacen. Las preguntas son festinadas por el auditorio, un auditorio de aproximadamente 500 personas. ¿Cuál es el resutlado? El resultado es una comparecencia con preguntas muy salpicada de gritos, aplausos y chiflidos en contra de algunas de las respuestas que él emite. Hasta allí todo parece ser que nada se escaparía de control.
Todo empieza a descomponerse cuando Peña Nieto escucha gritos que le dicen “asesino”…
¿Por qué le gritan asesino? Porque justo el segundo año que él fue gobernador de la entidad federativa llamada Estado de México, que es la entidad federativa más grande que tiene la República mexicana, con 14 millones de habitantes (la misma cantidad de habitantes de Guatemala), él junto con el gobierno federal limitan un movimiento social muy importante en México. El movimiento de San Salvador Atenco, que querría evitar la construcción de un aeropuerto. El gobernador, Enrique Peña Nieto, reprime con sus policías, a tal grado, que hay violaciones sexuales multitudinarias, asesinatos y encarcelamientos injustos. Y nadie más había recordado ese suceso. Allí en el auditorio se lo recuerdan, y él que ya se retiraba, regresó, tomó el micrófono y dijo que se sentía muy orgulloso de esa decisión. Eso fue lo que provocó que los estudiantes se salieran un poco de las cortesías y le gritaran mucho más.
Esa situación calentó mucho los ánimos. Tenía pactada una entrevista con la radio de la universidad, y ya no asiste. Luego, las muchedumbres de la Universidad lo persiguen gritándole “La Ibero no te quiere”. Hay fotos y videos que lo muestran completamente descompuesto. Incluso hasta allí, se podría decir que no pasaba nada, que fue un mal día; precisamente este día se conoce como “el viernes negro de Peña Nieto”.
El problema fue que después, cuando la cúpula del PRI, el dirigente nacional del PRI, dice que se debe investigar a los estudiantes que hicieron eso. Los medios de comunicación, que han sido los aliados de esta candidatura, comienzan a hacer un linchamiento contra los estudiantes.
Una cobertura mediática ofensiva y cargada contra los estudiantes.
Los llaman “porros” ( estudiantes universitarios pagados para golpear a alguien). “Los que participaron en la Ibero son porros.” Esto lo realizan los medios de comunicación escritos pero especialmente los televisivos, porque Televisa es la cadena de televisión que está patrocinando la campaña de Peña Nieto. El director de comunicación social del PRI dice: “Estoy seguro que ni eran estudiantes de la Ibero, porque no parecen de la Ibero.”
Hasta allí parece que todo está en contra de los estudiantes. Allí está lo mejor. Lo mejor es que por primera vez en la historia de México, los universitarios deciden retar a la cúpula del PRI y a los políticos que tienen todos los medios asociados, y deciden utilizar lo que por primera vez en México se demuestra como un arma política, que son las redes sociales.
Lo interesante es que los estudiantes como son advertidos en los medios que no eran estudiantes de la Ibero, deciden hacer un video donde cada uno graba con su credencial de estudiante, “Yo soy (nombre), no estoy manipulado y soy de la Ibero” Eso lo hacen 131 estudiantes de la Ibero y es la respuesta que dan a los medios; la respuesta que dan a las amenazas, la respuesta que dan a esta cobertura mediática completamente manipulada.
Lo que provocan es que otras universidades decidan solidarizarse con los estudiantes de la Ibero y de allí surge el movimiento Yo soy 132, que es el que sigue al 131. Esa es la descripción de lo que ocurrió aquel 11 de mayo.
Particularmente este movimiento no existiría si el PRI y sus socios no hubieran dado una respuesta mafiosa, de asociación de intereses, con ganas de aplastar a esos estudiantes críticos.
[box_alert] No contaban con que las redes sociales ahora pueden ser una alternativa libre y alternativa para un discurso político fresco, auténtico, autónomo, sin control. Y esa es una de las lecciones más interesantes de lo que ha sucedido en México.[/box_alert]
El movimiento ha evolucionado de la siguiente manera: salió a las calles. La primera manifestación pública que realizaron fue marchar hacia las instalaciones de Televisa. Los estudiantes de la Ibero marchan hacia Televisa Santa Fe, que está cerca. Y los estudiantes del Tam que es otra universidad privada muy prestigiosa, marcharon hacia Televisa San Ángel. Lo que provocaron fue que Televisa se retractara de su editorial e invitaron a los estudiantes a los principales noticieros que tienen, para que hablaran libremente. Sin embargo, eso fue porque eran estudiantes de la Ibero; si hubieran sido estudiantes de la UNAM, quién sabe.
[box_light]¿Dónde se ubican otros candidatos en este contexto?[/box_light]
Cuando los jóvenes salen a las calles, salen con un discurso anti peña nieto. Se han declarado apartidistas; no apolíticos. Sin embargo, este movimiento tiene una veta muy cercana a López Obrador, el candidato de centro izquierda. Incluso hubo una concentración muy grande en la Plaza de las tres culturas de Tlatelolco, donde fue la masacre del 2 de octubre del 68, en apoyo a López Obrador por parte de universitarios. No fue el Movimiento 132, pero sí fueron universitarios y en este contexto. Por eso hay quienes han asegurado que están más vinculados a López Obrador.
Yo creo que no hay movimiento universitario en el mundo que no simpatice con la izquierda.
Sociológicamente eso es muy normal. Y eso es lo que sucede con el movimiento Yo soy 132; tiene simpatías abiertas con López Obrador, pero el movimiento no es un movimiento que se haga para apoyarlo. Es un movimiento que básicamente se hizo para criticar la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto, que se considera una imposición de los medios y de la oligarquía mexicana. Eso para mí, es lo más interesante.
[box_light]¿Cuáles son los objetivos políticos del movimiento?[/box_light]
Poseen dos objetivos políticos. Claramente criticar al candidato Peña Nieto con cosas muy innovadoras. Por ejemplo, en el partido de la selección mexicana en las elimintarias para Brasil, los jóvenes tenían una serie de instructivo de cómo protestar en el estado contra Peña Nieto: cada saque de banda decir tal consigna, cada tiro de esquina, tal otra. Tan es así, que el PRI movilizó a 14,000 jóvenes para intentar contrarrestarlos.
El otro objetivo ha sido democratizar los medios. Porque México está dominado por un duopolio televisivo. México tiene solo dos cadenas de televisión. Televisa controla entre el 65-70% del mercado y Televisión Azteca, el resto. Se han convertido en un poder político muy importante. A tal grado que hoy se puede decir que Televisa prácticamente diseñó esta candidatura de Peña Nieto.
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Una cosa fantástica desde la iconografía política, es ver los estandartes. El lema de la Universidad Iberoamericana es “La verdad nos hará libres”. Y ese lema es el que ha estado presente en las manifestaciones en las calles. Y claro, los que no saben mucho de esto, no saben que ésta es una expresión que sale de la Biblia, que es Juan, capítulo 4.
El movimiento Yo soy 132 convocó a un debate entre los candidatos presidenciales, lo cual también es inédito. No fue Peña Nieto, sabedor de que no le iba a ir bien. Pero la portada del diseño donde fue el debate es: “La verdad nos hará libre”. Nunca el lema de la Universidad Iberoamericana había estado tan difundido como ahora, y mucho menos por un movimiento universitario.
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En México ha habido un discurso muy amplio de porqué los jóvenes son tan apáticos, porqué los jóvenes no se manifiestan, porqué los jóvenes están tan tranquilos, etcétera. Pues allí está el resultado. Para mí ha sido fantástico lo que ha ocurrido.
Es un movimiento auténtico; totalmente auténtico y fresco.
Incluso después de que el PRI conoció las características de este movimiento, tuvo que guardar silencio, tuvo que decir “lo respetamos”, tuvo que decir “qué bueno que aparecieron”. En fin, tuvo que acoplarse a la realidad de un movimiento auténtico.
Para mi lo más relevante de esto es que, es tan auténtico y tan fresco, que con solo lo que han hecho en un mes… En un mes, salieron a las calles, abrieron la línea editorial de Televisa, provocaron que los priistas tuvieran que pedir disculpas, y organizaron un debate entre candidatos presidenciales por fuera de las instancias oficiales; es el primer debate presidencial que organizan ciudadanos. Y en este contexto, la Comisión Federal de Telecomunicación en México, decidió abrir la licitación para una tercera cadena de televisión que desde hace mucho tiempo venía cocinándose, pero en el entorno de la presión de los jóvenes, la COFETEL tuvo que tomar cartas en el asunto.
[box_light]Desde un análisis político ¿Por qué surge el movimiento en una universidad privada?[/box_light]
Dos interpretaciones. La primera es absolutamente local. ¿Por qué en la Ibero y por qué los estudiantes de la Ibero? Yo considero que finalmente después de tantos años de formación crítica en la universidad, pues sale los temas de esa formación crítica. Aquí hay una suerte de combinación, que también supongo es la combinación de la Landívar, el perfil del estudiante de la Iberoamericana es un perfil de clase media-alta, alta.
Y sin embargo, la formación de la universidad es una formación muy crítica; es una formación en la que está atravesada una filosofía educativa de la Compañía de Jesús que propiamente dice formar hombres y mujeres capaces para los demás. Y esta formación, en las aulas, en los trabajos y en los proyectos, está muy relacionado con el factor y vector de derechos humanos. Los estudiantes tienen contacto con la realidad; quizá esa es la lección más importante.
Después de décadas de una práctica de educación que sitúa a los estudiantes en vinculación con la realidad, con lo que está sucediendo más allá de sus esferas sociales, y que continuamente en las materias de formación humanistas que son para todos los estudiantes, se está hablando de la necesidad de cambiar al país; pues yo creo que después de décadas de eso, finalmente llegó una impronta que recoge eso.
La formación jesuita tuvo un momento donde floreció en la praxis, y la verdad es que es una maravilla que se haya dado en esta situación.
El rector de la Universidad Iberoamericana ha sido una pieza clave en todo este proceso, porque desde el primer momento defendió a los estudiantes, su integridad, su dignidad y la autenticidad del movimiento.
La segunda interpretación. El entorno social en México. Hay 20 millones de jóvenes entre 15-30 años; casi 8 millones no estudian ni trabajan; los que llamamos los ni-nis. Los jóvenes no tienen una visión muy positiva del futuro y presente. Incluso, cómo estará la situación que los propios jóvenes de las élites sociales, tampoco lo están viendo. Me parece que esta es una respuesta de jóvenes que está repeliendo su contexto social; un contexto social que no le está dando salidas económicas, políticas ni sociales. Para mí esa es la explicación estructural de porqué los universitarios han sentido la necesidad de decirle a quién están viendo como alguien que no va a cambiar las cosas, que no lo quieren.
El movimiento propone a los jóvenes realizar un voto razonado, han promovido ser observadores electorales, y por si fuera poco, algunos están pidiendo el voto útil. Es decir, el voto estratégico. No votar por Enrique Peña Nieto, y como hay dos opciones para no votar por Peña Nieto, el centro izquierda, López Obrador, y el centro derecha, Josefina Vásquez Mota, están pidiendo votar por López Obrador a quienes piensan votar por Josefina Vásquez Mota.
[box_light]¿Qué sucederá después del 01 de Julio? ¿Morirá el movimiento? [/box_light]
Yo creo que esa es la pregunta que muchos se hacen. Si tendrá aliento y gas para seguir. O acaso se trata de un movimiento muy coyuntural que morirá. Por el momento, el movimiento ha convocado para que el 02 de Julio, el día de después de la elección presidencial, se manifiesten para que quien gane, presente una agenda democrática a los estudiantes.
Yo considero que tendrán participaciones muy puntuales en algún tipo de agenda, que tenga tanto que ver con la democratización de medios como con la agenda que tendrá el candidato presidencial ganador. Yo soy optimista; pienso que es un movimiento que no morirá.
[box_light]¿Cuáles son los ingredientes para que este tipo de movimientos sea replicable en otros países latinoamericanos?[/box_light]
El caldo de cultivo son las condiciones que se dieron en México. Pero creo que un factor muy importante es el factor educación. Los jóvenes que se han movilizado son universitarios. En el 68 fueron universitarios. Es decir, no son cualquier sector juvenil; son jóvenes universitarios. Hasta ahora, en los últimos 50 años quienes se han movilizado a nivel mundial, son jóvenes universitarios.
Y otro factor, es el factor crítico que genera praxis alternativa a una circunstancia. Yo tiendo a pensar que el que sale a la vida pública a emitir un juicio sobre lo que ocurre allá fuera y tiene algo que decir al respecto, es alguien que tomó conciencia de sí, para utilizar algún concepto marxista.
Tuvo una conciencia de sí para salir a una conciencia para sí.
Me parece que la educación es fundamental; y esa combinación, puede ser una combinación que lleve a la erección de un sujeto social. Pero ese sujeto debe primero saber quién es, dónde está y qué quiere. Y eso se otorga a través de una formación crítica.
** Fotografía obtenida de: http://www.lanuevarepublica.org/?p=35286