Agrupaciones Estudiantiles / Opinión /
En Guatemala estamos acostumbrados a que los políticos hagan sus propagandas y planes de gobierno, para que nosotros -los ciudadanos- nos interesemos en lo que los políticos nos tienen que decir, generalmente esto es hasta el año electoral, pero no olvidemos que el gobierno dura cuatro años. Nuestro deber como ciudadanos es preocuparnos por la administración de políticas y leyes que afectan el entorno en cual nosotros nos desempañamos. Los gobernantes y políticos tienen un objetivo primario, que es ganar las elecciones.
Los partidos políticos son productos en un libre mercado y nosotros los ciudadanos somos los consumidores, el partido que gana es el que vende su producto a más consumidores al precio de un voto. Entonces ¿cómo hacemos nosotros la política? ¿Cómo interferimos nosotros en sus decisiones? Los consumidores de la política somos los responsables y los únicos interesados en hacer que la oferta de políticos sea de nuestro agrado.
La poca exigencia que nosotros tenemos hacia la política se demuestra en la eficiencia de nuestros gobernantes y en la administración de las instituciones gubernamentales.
La falta de interés se demuestra principalmente en la pobre participación al momento de realizar el sufragio y en la débil base tributaria de Guatemala, en el año 2013 era de solamente 1, 371,864 contribuyentes, en comparación a la población económicamente activa comprendida por 6, 036,302 de personas mayores de 15 años.
Como dijo (Pierson 1996: 30). “el presupuesto es el esqueleto del Estado a pesar de todas las ideologías engañosas”. Hay que comprender que los políticos requieren del presupuesto nacional para poder realizar cualquier actividad; además, el pagar impuestos genera un compromiso mayor por parte del ciudadano con el Estado. Nuestro interés en el manejo adecuado de las políticas y el conocimiento de nuestra importancia en el funcionamiento de un Estado adecuado debe ser el motor para la creación de un vínculo entre la política real y los ciudadanos, quienes son los verdaderos interesados de votar por el mejor candidato.