Andrea Villagrán/ Opinión/
Los romanos utilizaban esta expresión para referirse a la forma en la cual los actores políticos lograban alejar la atención de los ciudadanos sobre hechos de mayor trascendencia. En Guatemala tenemos un gran circo armado, el pan aparece únicamente cuando se trata de taparle el ojo al macho y en campañas electorales, mientras tanto los temas de importancia nacional quedan tras bambalinas al ojo del público espectador.
El año inicia con el gran espectáculo del Informe del Segundo Año de Gobierno, más conocido en redes sociales como el “#Harinazo o #HarinazoGt”, dejando atrás el show de las olas que la vicepresidenta hizo en Escuintla junto a la Sonora Dinamita durante la primera presentación del informe. Por si esto no fuera suficiente, días después Manuel Baldizón publica “Rompiendo paradigmas”, libro con el que logra su cometido, mostrar cómo se puede vender un producto impúdicamente. Aunque no consigue ganarle al harinazo en las redes, sí logra ser el tema del momento, además de promover su imagen en vallas publicitarias y en medios de comunicación, sin estar haciendo campaña electoral y quedar para bien o para mal, en la mente de muchos.
Ese espectáculo lamentable que vivimos en enero generó comentarios, en su mayoría cómicos, de muchas personas que no se limitaron a compartirlo en la vida pública y extender un tipo de mezcla, entre diversión e indignación por los sucesos. Sin embargo, es importante tener claro que, si bien el entretenimiento se hace presente en el ámbito político, este no debe ser distractor o restar atención de la ciudadanía a los procesos de mayor trascendencia para el país. Como lo es la estimación crítica del Informe del Segundo Año de Gobierno, que los shows no desvíen la atención del debate sobre los resultados de la gestión de Otto Pérez Molina y no solo en los tres pactos (Seguridad y Justicia, Fiscal y de Competitividad, y Hambre Cero), si no en todos los aspectos del Estado guatemalteco. Al mismo tiempo, procesos de gran importancia como lo son las Comisiones de Postulación y el interés sobre la necesidad de reformas estatales que permitan mayor apertura democrática. Para poder demandar un cambio sustancial en la manera como se maneja la política en Guatemala es necesario que como ciudadanos no alentemos este tipo de espectáculos que solo demuestran la debilidad de nuestro sistema político.
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