Juan Pablo Romero / Opinión /
¿Cómo coordinar las ideas y ocurrencias para enseñar, para aprender y mantener la calma? La atención de un grupo de mentes, espíritus y cuerpos que -secretamente- están buscando una manifestación de afecto, una mirada profunda y sin movimiento, de esas que hipnotizan o aclaran, que a pesar y después de todo, solamente son luces que desean brillar desesperadamente. ¿Cómo?
¿Cómo decirles que se lo tomen con calma o que sepan que las acciones -casi todas- tienen su tiempo y su forma? ¿Cómo invitarles a estar pendientes, a estar alerta, a que estén en contacto con sus vidas incluyendo sus complicaciones y que deben ser valientes para intentar comprender eventualmente sus roles y funciones en sus vidas; hacerles reconocer que son ellos y ellas los y las más importantes protagonistas? ¿Cómo?
¿Cómo hacerles sentir tranquilidad, que su miedo sea menos amenaza y más motivo de lucha y emancipación, de no estar conformes, que no todo esto es completamente su culpa, que si no hay movimiento, pues no se llega a ninguna parte? (como si de todos modos llegar a alguna parte fuese importante al final de cuentas).
¿Cómo hacerles sentir que a pesar de los pesares, vale la pena?
¿Cómo hacer para que aquellas y aquellos puedan encontrar en nosotros y nosotras una lluvia de esperanza, amor y confianza? “Normal” dicen por ahí… eso de cuestionarse es parte del proceso de existir, y mientras existo, me resisto a la palabra que no nos dejan decir o que no se puede expresar o que no se permite escribir.
Hoy busco más que palabras, aliento para encontrar las palabras que debo decirles a ellos y a ellas con fuerza y ternura, con la idea de: Acá estamos, y mientras estemos, estamos con ustedes.
Jueves, mayo 10, 2012
Desde el patio de Los Patojos, Sueños e Ideas en Acción.