Existen lugares simbólicos en las ciudades de Latinoamérica que son núcleo del crecimiento poblacional. Las plazas centrales tienen su origen desde varios siglos atrás y con llegada de los españoles, quisieron trazar las nuevas capitales como las del viejo continente. Así fue como Guatemala desde sus inicios contó con una Plaza Central y que alrededor de esta, se construyeron edificios importantes, como el ayuntamiento y la Catedral Metropolitana.
En la nueva Guatemala de la Asunción se hizo lo mismo.
Actualmente tenemos el Palacio Nacional de la Cultura, la Catedral Metropolitana y el Portal del Comercio. Durante muchas décadas este punto de la ciudad fue símbolo para los guatemaltecos, pero durante los años 90 y el nuevo milenio, este concepto fue variando un poco dando así como resultado un lugar para delinquir.
Al caminar por la Plaza Central te encuentras con varias curiosidades, pareciera un sitio tranquilo y seguro, porque es el centro de la ciudad, pero es todo lo contrario, más si caminas solo cuando está a punto de anochecer o por la noche.
Lo primero que encuentras son personas que ofrecen distintas drogas, la policía se mantiene al margen y cuando la crítica es exhaustiva, entonces comienzan actuar y van tras los “dealer”, que tranquilamente dan su mordida y vuelven los días siguientes, obviamente ahora serán más cautelosos.
Lo segundo son las personas que consumen drogas cerca del lugar. Si estás diez minutos sentado en una de las bancas de concreto, se te acercan y te piden dinero, si les dices que no, algunos se enojan y si están en grupos es mejor dar un quetzal a tener problemas con ellos.
Los domingos al medio día siempre hay muchas personas del interior que vienen y hacen algunas celebraciones, quizá sea la única hora en que es más seguro, porque al caer la noche, si caminas por el Portal de Comercio, te puedes llevar muy malos momentos, entre las columnas de la construcción se esconden individuos que se encargan de quitarte tus pertenencias, y al lograr su objetivo, salen corriendo, escabulléndose entre las cuadras del Centro Histórico, bastantes ciudadanos han denunciado lo mismo y me han comentado que los delincuentes usan esta misma estrategia; la policía muchas veces conoce cómo ellos operan pero no hacen nada para ahorrarse problemas.
En otros países las plazas centrales tienen mucho significado, y puede ser que en Guatemala también, pues ha sido punto de reunión para protestas que intentan cambiar el rumbo de este país, lastimosamente la importancia se contrarresta con el descuido de las instalaciones, cada vez que hablo con un extranjero y pregunto por el parque central, lo omite de sus lugares favoritos de Guatemala.
La Municipalidad y el Gobierno son entidades encargadas para el mantenimiento del centro de la ciudad. La primera con su jardinización y arquitectura, y la segunda con seguridad. Esperemos que durante este nuevo Gobierno los líderes políticos hagan algo para tener un centro de la ciudad digno para los guatemaltecos.