No sabría decirles muy bien si estamos por acabar el año, o bien, el año está por acabar con nosotros.

Hay momentos en el que nos sumergimos tanto en “lo que debemos hacer”, que olvidamos en dónde estamos. Por ejemplo, en el trabajo ya tengo la cabeza en las tareas de noviembre, pausa navideña y tareas por terminar en enero 2024. Pero como suelen cerrar los episodios de un Podcast que me encanta escuchar: “Pero no nos adelantemos… “

En cuanto a la coyuntura política, tenemos una de dos: Opción A: Ha pasado de todo/ Opción B: No hay mucho qué reportar. Conclusión, la situación sigue tensa y vemos cada vez cómo se ha ido complicando. Sea golpe de Estado Técnico, Político, Virtual o lo que sea… no hay precedentes para describir lo que estamos viviendo en Guatemala.  Para darnos una idea de dónde se originó todo el lío, basta con leer los comunicados de las Misiones de Observación Electorales y todo lo que se ha ido desarrollando a lo largo.

Si ustedes se están preguntando ¿Qué tiene que ver el fin de año con la política? Ahora haremos el ejercicio. Es en la época de fin de año cuando planteamos nuestros objetivos:  las famosas metas de año nuevo… “New years resolutions” (para el público bilingüe), que, en esencia, representan los cambios que queremos para nuestra vida: bajar de peso (nunca falta), ahorrar (si, claro), dejar de fumar (cigarro o vape?), ser menos chismosos (pero si es tan interesante) y así podemos ir escribiendo la lista.

Pero, fuera de chistes. Cambio es el elemento clave de esta ecuación. Las personas votaron por la promesa común de los partidos, votaron por el cambio. Sin duda, un nuevo gobierno representa un cambio en nuestras vidas. Así que, les recomiendo que se preparen. Prepárense para lo que sea que venga, pero siempre con la esperanza viva en el pecho.

Y la vida, tan caprichosa, espléndida e impredecible como puede ser… no deja de correr. Pasa un problema, pero la vida sigue y surgen otros problemas. Lamentablemente, la lluvia, el frío o calor extremo pasan su factura sobre los guatemaltecos… sea la mala infraestructura, la pérdida de las cosechas o los efectos sobre la salud… no olvidemos que el primer agente que debe velar por nuestros derechos es el Estado (o al menos así dice la teoría).

Alguna vez escuché decir, Guatemala no es su gobierno, sino su gente.  No podemos olvidarnos de nuestros connacionales que se encuentran fuera de nuestras fronteras, quienes no han dejado de ser el soporte de nuestra economía.

Guatemala, es uno de los mejores ejemplos de la riqueza mal administrada. País megadiverso, en términos biológicos y culturales, buen candidato para entrar al mercado de bonos de carbono (si algún día se dignan a resolver la legislación). Lamentablemente, hay mucho trabajo por hacer, por no decir comúnmente que estamos hechos…. (ustedes ya saben qué).

Creo que, después de tantos años, ha llegado el momento de perderle el miedo al cambio que tanto necesitamos. Necesitamos crecer y crecer duele. Pero es necesario. Sugiero comenzar por informarse, la desinformación ha sido el veneno moderno. Investiguen sobre los famosos (y necesarios) objetivos del Desarrollo Sostenible, por si les tenían tanto miedo… qué tan horribles les suena: Fin de la pobreza, Hambre Cero, Trabajo Decente y Crecimiento Económico, Acción por el Clima y Paz y Justicia.

Pro tip: para los que no les gusta leer la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), tiene un excelente video que los explica en YouTube (me cuentan a cuántas celebridades reconocieron)

 Ustedes me dirán si ya es tiempo de parar, o resignarnos a como dice la canción (de una de las grandes figuras musicales): “nos están robando la primavera”.

Los tips que les dejo son: Sean críticos, infórmense, la basura va en su lugar, no compren compulsivamente, vayan con la psicóloga y sigan adelante.

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