El año se terminó y el 2020 dejó un sinfín de lecciones sociales, económicas, culturales e incluso políticas. Probablemente nadie olvidará en dónde se encontraba y qué hacía el pasado 26 de noviembre, cuando Estados Unidos celebró sus elecciones presidenciales; mientras el mundo entero observaba cómo Joe Biden ‘le quitaba’ a Donald Trump, la oportunidad de reelegirse por cuatro años más. Mientras todos se centraban en el día de las elecciones, debido a la Pandemia, existió muy poca cobertura para analizar el proceso de campaña.

Las campañas políticas, siempre polémicas y controversiales, durante la época de la Pandemia, fueron el centro del mensaje político que se estableció durante el 2020; se iban a centrar más en las gestiones y en la aprobación que los grupos objetivo les brindan a las administraciones públicas. Hacer campaña se ha vuelto una tarea titánica, lo cual no es del todo negativo. Al parecer, por fin se presenta una oportunidad para que los políticos tradicionales implementen estrategias innovadoras.

En América Latina el panorama está que arde para el 2021, comenzando en Ecuador teniendo como principal figura a Andrés Arauz, protegido del ex presidente Rafael Corre; quien pese a tener un proceso judicial abierto, goza de grandes índices de popularidad, sobre todo en los sectores más vulnerables de la sociedad. Después se encuentra Perú, una nación que ha caído en una crisis política muy profunda, propiciada por grandes movimientos sociales. Se espera que en abril, la crisis llegue a su fin y se estabilice el poder ejecutivo de la nación peruana. Chile celebrará comicios en noviembre; una campaña llena de un convulso contexto; después de un año de manifestaciones, se celebró un plebiscito dentro de Chile, la cual tiene como objetivo la Reestructuración Constitucional, de un cuerpo legal que tiene sus orígenes en la dictadura de Augusto Pinochet. Los candidatos chilenos que tradicionalmente representan a la izquierda y a la derecha, tendrán que realizar campaña en un escenario de Pandemia y renovación constitucional.

Para finalizar en el cono sur, Argentina tendrá sus comicios legislativos, al igual que México; los cuales serán sondeos para mostrar la aprobación de dos gobiernos de izquierda. En la región de Centro América, Honduras y Nicaragua serán escenarios de elecciones presidenciales. Honduras una nación golpeada por la violencia y la pobreza; por otro lado, Nicaragua una nación señalada de ser gobernada por una dictadura, estará en el ojo del huracán. Será muy interesante analizar la estrategia de los Ortega para las elecciones de noviembre.

En el mundo, todos los ojos estarán puestos en Alemania, la Canciller Ángela Merkel, es la cabeza del gobierno federal alemán, también es la mujer más poderosa de todo el mundo; su salida de la cancillería representa un vacío de poder gigante y una transición hacia un nuevo liderazgo. La salida de Merkel ha despertado la influencia de los partidos más conservadores, hasta el punto de formar una coalición, que actualmente representa la segunda fuerza política más grande en el gobierno federal. La clave se encuentra en la capacidad de los líderes partidarios para formar una mayoría, el problema es que las dos mayorías representan a la extrema izquierda y la extrema derecha. Las ideas dispares en temas ambientales, migración y económicos, pueden hacer de Alemania una nación que caiga en la polarización para el año 2021, después del equilibro de Merkel.

Antes de la Pandemia, la democracia estaba atravesando una de sus crisis más profundas. Con la llegada del COVID-19, la aceleración de la bipolaridad y las crisis que se viven a nivel político, serán más profundas y la aparición de nuevos políticos será cada vez más y más valiosa.

La sociedad mundial debe continuar apelando a la información verídica, la investigación y la constante indagación. Los liderazgos nuevos oxigenan al sistema, y los nuevos sistemas de democracia deben de apuntar cada vez más y más, a la descentralización; esto para empoderar a las personas y al mismo tiempo promover la producción del liderazgo joven.

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