Opinión de la noticia más relevante de la semana del 5 al 9 de marzo

“Contrataciones fantasmas en el Congreso de la República”

Al artículo 44 de la Constitución Política de la República de Guatemala (que menciona los Derechos inherentes a la persona humana y dónde el interés social prevalece al interés particular) se ha pensado en agregar un inciso en que las contrataciones tienen que tener procesos estrictos para toda persona que ejerza alguna función dentro del Organismo Legislativo. Esto debido a que los resultados a la fecha, se han visto confusos en cuanto a lo esperado con esta legislatura, la encrucijada de las contrataciones en el congreso ha llevado a generar desconfianza en el movimiento del presupuesto 2012. La desvaloración de los puestos en el Organismo Legislativo se justifica dada la sobrecarga de empleados, más de 2 mil 300, en el que se erogan Q22.2 millones al mes. La necesidad de que exista un parámetro de contratación tanto en el congreso como en los ministerios y todas las ramas del gobierno es vital para la institucionalidad política.
Cada bancada tiene derecho a contratar a cierto número de asesores, de los que según se dice, se contrata con cierta suma, se paga una parte y el resto que queda para los otros puestos, no se sabe a dónde va a parar.

Esta semana se conoció el caso de que el Organismo Legislativo reportó que en el 2011 fueron contratados 82 personas que nunca asistieron. Por lo anterior, se plantea la urgencia de revisar contratos y definir las labores de cada empleado dentro del Congreso, en los cuales exista transparencia y monitoreo, tanto de la sociedad como de parte de auditores, para asegurar el manejo del presupuesto. ¿Se podría decir que el congreso ha faltado a la ley de contrataciones para satisfacer intereses personales? La inclusión de la organización Acción Ciudadana al proceso, se ve como un comienzo a la reorganización de las contrataciones al legislativo. Se espera que se logre un avance para poder seguir con las labores de carácter formal con el fin de no entorpecer los contratos en el Congreso. No se puede hablar de cambios estructurales si no se ve la voluntad política dentro de los organismos del Estado. Se debe trabajar en un eje bilateral, en el que se encontraran los representantes de los trabajadores y de la Junta Directiva, para evitar la desconfianza que se ha venido generando desde legislaturas atrás.

Fotografía: www.guatemala.gob.gt

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