En Guatemala sobran las noticias, conversaciones, cadenas nacionales, entre otras fuentes que generan sentimientos de desesperanza, desesperación, indignación, frustración e impotencia. Sin embargo, distintos sucesos han representado una dosis de inspiración para muchos. Desde la participación de las y los chapines en los Juegos Olímpicos; hasta su participación en manifestaciones y distintos espacios, mostrando su rechazo a la corrupción que incansablemente busca posicionarse como invicta en nuestra sociedad.
Y es que, aunque a veces es difícil sentirse motivado para construir algo mejor, día a día encontramos inspiración en un sinfín de oportunidades.
Grandes nombres son citados como fuente de inspiración: Nelson Mandela, Rosa Parks, Mahatma Gandi, Malala Yousafzai, Martin Luther King, Steve Jobs, Serena Williams, Michael Phelps, Jane Goodall, Usain Bolt, Madre Teresa de Calcuta, Michael Jackson, Lady Gaga, entre muchos otros.
Sin embargo, muchos encontramos nuestras mayores inspiraciones en los miembros de nuestra familia: mamá, papá, hermanas, hermanos, abuelas, abuelos, primas, primos, tías, tíos, e incluso hijos e hijas. Nuestras también amistades juegan un papel fundamental en momentos cruciales, brindando apoyo, palabras de aliento o como constante admiración por alguna característica que nos resulta inspiradora. Incluso una persona que conocimos en un evento social o profesional pudo haber dicho una frase o compartido un pensamiento que despertó cierta inquietud o con el que nos sentimos identificados y motivados.
En definitiva “las personas de las que nos rodeamos ejercen una gran influencia en nuestras vidas. He ahí la importancia de rodearse de personas que sumen”.
Son diversas las fuentes de inspiración que podemos encontrar a nuestro alrededor constantemente o de manera esporádica. Sin embargo, me parece que muchas personas compartimos el sentimiento de admiración al ver las competencias de los/as atletas, en estos pasados Juegos Olímpicos. Nos enseñan que con determinación y disciplina los sueños y metas se alcanzan; y que, aunque las personas que nos rodean pongan sus expectativas sobre nosotros, cada quien conoce el trayecto que ha recorrido y el esfuerzo que ha implicado llegar hasta donde estamos hoy.
Día a día, encontraron la motivación para continuar su formación; algunos días más difíciles que otros, algunos días con resultados satisfactorios y otros días en los que su desempeño no fue el más alto. Los días se convirtieron en años de perseverancia. A pesar de los pensamientos que los pudieron haber hecho renunciar, su pasión, el compromiso consigo mismos y el apoyo de los más cercanos fueron aspectos clave en su trayectoria, que les permitió llegar hasta una ciudad a 12,320 km de su país.
“Uno tiene dos oportunidades (…) la primera es en la cabeza cuando uno lo sueña y la segunda es trabajar duro para que se haga realidad” – Kevin Cordón

Otras fuentes de inspiración son el arte, la literatura y la música. Siendo esta última la que nos acompaña en nuestro día a día a la gran mayoría. Ya sea que sintamos una inclinación especial por la melodía, la letra, el ritmo o la historia de superación de el/la artista, podemos recibir la energía que le faltaba a un día monótono o incluso es posible que se convierta en un aspecto clave por un tiempo de nuestra vida. Sin embargo, más allá de proveernos de una producción pegajosa, las mejores canciones son aquellas que buscan transmitir un mensaje constructivo a los oyentes.
Me gustaría decir que, como algunas de las personas que conozco, mi preferencia musical es la música nacional; no es así. Sin embargo, encuentro inspiradoras y gozo de la música de las cantautoras Sara Curruchich, Gabriela Boltrén y Rebeca Lane. Quienes las conocen sabrán cuán importante es el mensaje que transmiten. Le llaman la Siguanaba. Le llaman bruja. Le llaman animal. Porque lucha por las mujeres y su dignidad – Sara Curruchich “La Siguanaba”.

Otras personas encontrarán inspiración en la historia de éxito de una empresa y las personas detrás de ella. Historias inspiradoras, ya que raras veces el éxito no va acompañado de esfuerzo, sacrificio e irónicamente fracaso, las motivará a dar forma a una idea que evolucionará en un plan de negocios y en un emprendimiento del que sientan un profundo orgullo. En el ámbito laboral o profesional, el desempeño y los logros de alguien con más experiencia, pueden actuar como el fertilizante de la semilla interna para realizar nuestras propias labores y desarrollar nuevas destrezas.
Me atrevo a decir que no existe nadie que no haya experimentado algún pensamiento relevante para su vida al estar “en contacto con la naturaleza”. La paz, el descanso y la armonía que podemos llegar a experimentar nos permiten tener una perspectiva diferente; inspirar algo nuevo o distinto en nuestro interior. Asimismo, los viajes y las experiencias vividas, usualmente vienen acompañadas de destellos de algo que anteriormente no teníamos tan presente.
Es imposible determinar cuál será el resultado de nuestras acciones y pensamientos.
Sin embargo, la mayoría de las personas solemos estar inclinadas a “aportar nuestro granito de arena” en beneficio de la sociedad, iniciando con nuestro círculo más cercano. Dentro de tantos factores que nos ayudarán a ir formando esa versión mejorada de nosotros/as mismos/as, sería enriquecedor que pudiéramos identificar qué es aquello que nos inspira a seguir avanzando por el camino que nos hemos trazado, o a visualizar incluso uno mejor. Especialmente en los momentos en los que podemos sentir que vivimos de manera automática. Y así dar mayor atención a estos elementos, en lugar de a aquellos que de manera contraria nos desmotivan.