carreras

Ángel Ramírez/ Opinión/

En esta época, típica de carreras de inicio de clases, de comenzar una nueva etapa de la vida, empezamos una nueva carrera en la cual se conoce a  personas que empezarán un camino que no muchos terminan. Es en estos tiempos cuando llega la inevitable pregunta: ¿qué estás estudiando?

Ahora que tengo la oportunidad de haber concluido mi carrera, he podido reflexionar sobre lo que esta pregunta podría significar si uno tuviera seguro el rumbo de hacia dónde llegaremos por estudiar lo que estudiamos. En esta ocasión me referiré específicamente a lo que estudié, y quiero que sea un aporte significativo para los estudiantes de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales, tanto para los que están iniciando, como para los que ya hemos recorrido algunos años. Por esta razón, trataré de exponer en dos entregas de esta columna, elementos fundamentales que tienen que merodear en la mente de los estudiantes de la facultad o de todo aquel que aún se pregunta qué es lo que hacemos y para qué servimos. [1]

Muchas veces cuando decimos que estudiamos Ciencia Política o Relaciones Internacionales es común que las personas piensen que vamos a ser políticos (con el sinfín de prejuicios o negativismo que esto, según nuestra cultura política, conlleva) sin embargo no consideran la parte de “Ciencia”.

El estudiante de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales no está siendo formado, exclusivamente, para político, sino para ser estudiosos de la política. Es decir, estamos siendo preparados para la teoría y la práctica de la política, los sistemas, conductas y comportamientos políticos. Partiendo del objeto mismo de la Ciencia Política, consideramos que es necesaria la observación de fenómenos que se dan a nivel social, pero que implican una dinámica política y que a partir de esta trataremos de explicar su funcionamiento (siempre manteniendo un cercano vínculo con otras ciencias como la filosofía, la sociología, la economía, etcétera).

Además, utilizamos herramientas propias de las ciencias sociales para poder aplicar una diversidad de acercamientos teóricos, principalmente el institucionalismo, la opción racional, el materialismo histórico, entre otros.

En otras palabras, estudiamos la realidad política a partir de su funcionamiento, sus causas, sus orígenes y su más importante elemento: el poder. [2]

Sin embargo, más allá de saber lo que un estudiante en dicha facultad hace o estudia, es de suma importancia preguntarse qué puede aportar a la sociedad. Dejando este último cuestionamiento en el tintero, trataré de responder al mismo en la siguiente entrega de esta columna de opinión.

 


[1]Esperando que esta reflexión sirva como un aliciente para enfocarnos, realmente, en lo que significa esta carrera para cada uno de nosotros como para la sociedad.

[2] Tanto a nivel nacional como internacional, como lo es el caso de los estudiantes de Relaciones Internacionales.

 

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