Eliu Nuila/ Opinión/

Desde el fin de semana, en Cobán estuvieron concentrados varios agentes de la Policía Nacional Civil de varios departamentos, lo que dejó en alerta a la población por la cantidad de radiopatrullas que llegaron. La sorpresa llegó cuando las radiopatrullas cargadas de agentes iniciaron su ingreso al municipio de Lanquín con rumbo a Semuc Champey, lugar turístico reconocido a nivel internacional por su belleza y paisaje único.

La intención del Ministerio Público, Policía Nacional Civil y del Ejército (que no veo correcto que participaran), era desalojar a los comunitarios quienes tomaron las instalaciones desde ya hace 10 meses, por falta de apoyo del Inguat y Conap.

Considero que Semuc Champey está en mejores manos con los comunitarios del sector que si lo estuviera con Inguat y el Conap. La historia que se ha vivido en Tikal donde se talan árboles, no se reportan ingresos y no hay apoyo comunitario, podría estar viviéndose en Semuc. En Alta Verapaz, ni se conoce quién es el delegado del Inguat, que aparece únicamente en eventos como cuando vino la esposa del presidente a Cobán, que hasta fotos se toma, de ahí ni sus luces ¿Qué hará, que siempre está ocupado?

Por su parte el CONAP, no ha buscado los mecanismos para evitar que haya contaminación por la producción de palma africana en la región. Muchos dirán que no es su competencia, por supuesto que no directamente, sin embargo esto daña las áreas protegidas por el impacto climático que la palma genera. 

Ahora bien, los comunitarios en su deseo de darle un mejor “uso” a Semuc Champey, tomaron las instalaciones; sin embargo el día de ayer, lunes 04 de julio, fueron reprimidos.

Si algo da tanto enojo es el descuido de la carretera, de las instalaciones y sobre todo del puente por el que pasa la ruta. Queda entonces  el deseo de retomar el control de un lugar al que no se le da el cuidado necesario tanto por dentro como  a los accesos.

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