Wendy Samayoa/
Guatemala es un país que se caracteriza por estar integrado por ciudadanos que juzgan las cosas antes de tiempo, lo cual influye en que como sociedad no logremos romper esquemas ni tener una visión profunda, un pensamiento analítico, una postura crítica y una identidad propia.
Lo anterior se debe a varios factores que son ignorados, mayormente en las áreas rurales, ya que en Guatemala todavía existe gran cantidad de personas que habitan en lejos de las ciudades y que no cuentan con el servicio de energía eléctrica, una computadora, televisión, teléfono o radio. Estos medios de información contribuyen a la modernización de un país porque permiten que los sujetos cambien los puntos de vista que se les han exigido creer y practicar desde que son niños. También es importante mencionar que la falta de educación y lectura son elementos que cooperan con la difusión de estereotipos y la proliferación de prejuicios, ya que una sociedad conformada por individuos con conocimientos pobres se deja manipular con cualquier cosa y de forma fácil.
El relacionarse con otras personas cada vez es más difícil, hablamos con rodeos porque a veces no expresamos lo que verdaderamente sentimos y queremos, nos abstenemos de decir “no” o “si” por temor a que nos juzguen y nos excluyan.
Prejuicios que realmente son un problema para el desarrollo de Guatemala es el creer que las mujeres solo deben ser “ama de casa”, que el color rosado es exclusivo para vestir a las niñas, que el arte urbano es un crimen y no un medio de expresión o relacionar a los pobres con la delincuencia, a los ricos con la prepotencia y a las madres solteras con una conducta ligera.
¿Qué repercusiones tiene lo anterior en nuestro día a día? Por ejemplo: si un joven llora al no ser aceptado en la Universidad que deseaba estudiar, más de la mitad de personas lo tachará de débil o homosexual y solo el resto lo considerará valiente, pues pocos mostramos nuestras emociones libremente.
Mi duda es, ¿será que los prejuicios son producto de ideas arraigadas o somos así en realidad?
Los prejuicios podrían ser parte de nuestros propios pensamientos, basados en nuestra historia y cultura, pero podríamos mejorar esto al transmitir información que despierte a la realidad, ya que somos responsables de lo que decimos y por ende podemos controlarlo.
Quizás pensamos que estos prejuicios no afectan en gran magnitud a la sociedad guatemalteca, lo cual es una idea equivocada, ya que esto frena el desarrollo del país debido a los problemas emocionales y de comportamiento que genera como: aislamiento, dificultad de adaptación y hasta rebeldía que perjudica la convivencia de las personas.
Entonces ¿cómo podemos contribuir con el desarrollo del país desde nuestro metro cuadrado? Cuando nos interesemos por la educación de los demás y trabajemos porque las mujeres tengan iguales oportunidades que los hombres, cuando se deje de juzgar que los jóvenes recién graduados y sin experiencia no tienen la capacidad suficiente para ser contratados en puestos importantes en el gobierno, cuando se les den las mismas oportunidades a los ciudadanos de las diferentes etnias guatemaltecas cuando no juzguemos sin conocer, supongamos sin antes preguntar y continuemos formando patrones subjetivos y excluyentes.
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