Latente en mis sueños estás,

aferrado a mí como un deseo.

Si tuviese alas, volaría y

te diría: “encontrémonos en la cima”,

para que descubrieses

el cielo que te he regalado.

Por el resto de los días,

el cielo sería tuyo.

 

Ahora solo ansío a tu lado estar,

deleitándome con soñar.

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