Artículo parte de la serie: Siria, más allá de sus fronteras.
Escenario mundial: países aliados / enemigos del régimen
La posible utilización de armas químicas fue lo que eminentemente despertó las opiniones de la comunidad internacional y el alza de la opinión pública sobre el conflicto. Sin embargo, pareciera ser que esta se encuentra dividida frente a la naturaleza de intervención punitiva o asistencialista que eso conlleva.
En el marco de la lucha que se está gestando, existen algunos países que debido a su ubicación geoestratégica, su peso político o la manifestación de su postura frente a esta situación, cobran mayor relevancia y es preciso analizar su relativa injerencia e intereses en el caso de Siria.
Bloque anti régimen Bashar Al-Assad y pro intervención militar
Estados Unidos, Francia, Consejo de Cooperación del Golfo, Israel y Turquía. Más allá de sus discursos por castigar el uso de armas químicas y defender a la sociedad civil, estos países poseen intereses concretos.
Estados Unidos:
El interés (al menos en retórica) de los Estados Unidos en la crisis de Siria ha aumentado significativamente desde que el régimen de Bashar Al-Assad cruzó la “Red Line” del presidente norteamericano Barack Obama, al haber supuestamente utilizado armas químicas el 21 de agosto del presente año. Esta provocación de la “Red Line” parece haber causado serios problemas al presidente Obama, ya que en las últimas semanas este ha pasado de tener dificultades para delimitar un objetivo (medible, concreto y alcanzable) que justifique la intervención militar en Siria, a buscar apoyo y consensos por parte del Senado y la Casa de Representantes (Congreso) hacia la misma, lo cual le ha significado un serio desgaste político. Estas dificultades han permitido incluso toparse con la posible consideración de la “solución diplomática” presentada por el presidente Ruso Vladimir Putin.
El fantasma de las prolongadas guerras de Iraq y Afganistán ha generado una fuerte y profunda renuencia de la opinión pública norteamericana ante cualquier tipo de intervención en un Estado, en especial del Medio Oriente. Actualmente, el 79% de los norteamericanos consideran que el presidente Obama no ha explicado claramente los objetivos que buscan alcanzarse con una posible intervención en Siria. Además, el 64% de la población afirma que una posible intervención en Siria generaría una escalada del conflicto en países vecinos haciendo más volátil a la región[1]. Más allá de los degastes a nivel estatal, la opinión pública también es un elemento importante a analizar.
A nivel político, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes (Congreso), las cosas no pintan favorables para el presidente Obama. El pasado 4 de septiembre, el Secretario de Estado John Kerry, compadeció ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para presentar el marco o plan de acción para la posible intervención en Siria. En un principio, el Secretario de Estado titubeó y llegó incluso a contemplar la posibilidad (en un caso extremo) de llegar a incursionar con tropas en territorio sirio, a lo que rápidamente se retractó. Ante estas declaraciones, el presidente Obama salió al rescate y en su discurso del pasado 10 de septiembre, dejó claro que no se contempla bajo ninguna circunstancia la participación de tropas terrestres en la posible intervención. Sin embargo, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado dio luz verde a la posible intervención en Siria con un estrecho margen de 10 votos a favor ante 7 votos en contra[2]. Ante el probable escenario de una votación a favor de una intervención en Siria, no existió una postura definida por parte de demócratas y republicanos, ya que tanto en el Senado como en el Congreso se permitió una votación libre y no en bloque. Dentro del Senado, si en estos momentos tuviera que votarse ante esta propuesta, se tendrían 24 votos a favor, 29 en contra y 47 senadores aun sin una postura definida. A nivel de la Cámara de Representantes (Congreso), las cosas pintan igual de turbulentas para el presidente Obama, ya que se cuentan con tan solo 32 votos a favor, 181 votos en contra, 7 representantes aun sin emitir alguna opinión al respecto y 213 indecisos ante esta propuesta[3].
A este convulso panorama, es necesario agregar la propuesta del presidente Ruso Vladimir Putin, el cual busca que el régimen de Bashar Al-Assad entregue su arsenal químico a Naciones Unidas. Ante dicha propuesta, el presidente Obama durante su discurso solicitó aplazar la votación tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes (Congreso) sobre una posible intervención en Siria. Es necesario esperar qué reacción se emita desde Estados Unidos al presentarse próximamente los resultados de la Comisión de Naciones Unidas que investigó la posible utilización de armas químicas por parte del régimen sirio. En general, el presidente Obama ha generado un desgaste político innecesario, debido a que este podía intervenir en Siria sin la necesidad una aprobación por parte de la Cámara de Representantes (gracias a la War Powers Resolution), la cual le permite al presidente (en su condición de comandante y jefe de las fuerzas armadas) desplegar a las mismas por un plazo de 60 días, con 30 días más para su retiro, debiendo notificar al Congreso 48 horas después de su despliegue. En resumen, la War Powers Resolution le daría al Presidente Obama el mismo marco de acción o temporalidad que este busca obtener al “legitimizar” su propuesta con la aprobación de la Cámara de Representantes. ¿O tal vez buscaba transmitir el costo político al Congreso? Evidentemente esta jugada ha metido en aprietos al presidente Obama y le ha generado un desgaste político innecesario, considerando que muy pronto se avecina el tema presupuestario, en el cual ya fracasó a principios de año al no alcanzar consensos dentro de la Cámara de Representantes.
Francia
Este país ha sido uno de los aliados incondicionales de Estados Unidos; sin embargo, algunos expertos consideran que su interés por intervenir en Siria se remonta a la lógica colonialista de este territorio. Luego de la I Guerra Mundial, el tratado de Sykes-Picot (1916) le asigna a Francia el control de Líbano y Siria. Es por ello que se considera que este país continúa teniendo intereses en la zona (un caso similar puede ser comparado con la intervención francesa en Malí). Otro de los argumentos no visibles podría ser la amenaza que percibe Francia por la expansión de los musulmanes en su territorio, puesto que en este país los musulmanes representan 7.5% de la población (Pew – Templeton, 2010), una de las mayores comunidades islámicas en Europa occidental. El apoyo a una intervención podría frenar de alguna forma dicha expansión islámica en su territorio.
Consejo de Cooperación del Golfo: (Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Arabia Saudí)
Este bloque se caracteriza por ser uno de los grandes productores de petróleo del Medio Oriente, quienes a lo largo de la historia han logrado establecer relaciones petro-económicas con Estados Unidos, convirtiéndose por ello en territorios estratégicos para el control de dicho recurso. Sin embargo, el petróleo no es el que se encuentra en riesgo para estos países. El actual paradigma energético ha resaltado la importancia del gas natural como otra de las fuentes energéticas más importantes. Los países de esta región se ven afectados por el fortalecimiento de la alianza entre Iraq, Irán y Siria -apoyados por Rusia- en la inversión de un gasoducto en South Pars, (el cual es el yacimiento más grande del mundo y se encuentra entre las fronteras de Qatar e Irán). Consecuentemente, Arabia Saudí y Qatar han empezado a promover inversiones en el “Arab Gas Pipeline”, bajo el apoyo económico de Estados Unidos, que busca ser una competencia por el control de este gran yacimiento. Este proyecto recorrería Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Israel. Los países que conforman el Consejo de Cooperación del Golfo, además de condenar el uso de armas químicas, también están dispuestos a apoyar una intervención militar con el fin de cesar dichos ataques y apoyar el derrocamiento del gobernante.
Israel
Históricamente este país ha sido un Estado clave en la región de medio oriente y un aliado tradicional de Estados Unidos. A diferencia de los países anteriormente mencionados, Israel no se ha proclamado a favor de la militarización en Siria; sin embargo, los intereses de Israel respecto al fin del régimen de Assad, podrían ir más allá de los económicos, centrándose en la defensa de su territorio puesto que considera que el conflicto en Siria y el uso de armas químicas, convierten a Israel en un territorio vulnerable a un ataque por parte de Hezbollah.
Turquía
La posición geográfica de este país así como su modelo político secular, han sido los elementos que le han otorgado el carácter de un Estado clave en el medio oriente para occidente. Turquía como un miembro activo de la OTAN ha manifestado su apoyo a una intervención militar, la utilización de sus bases militares, al igual que el estabelecimiento de un régimen más secular. Dos aspectos resaltan en este panorama. El primero de ellos es la competencia que Turquía ostenta con Irán, por intentar consolidarse como “La” potencia regional en el medio oriente y con ello, lograr la expansión de su influencia. El segundo, al igual que con Israel, gira en torno a su defensa territorial. Desde que inició el conflicto, Turquía ha sido uno de los principales países receptores de refugiados sirios; ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, 2013) estima que en este país al menos 464.000 refugiados se han establecido en Turquía agravando la creciente presión que ya soportaban sus infraestructuras y economías.
Bloque anti intervención militar
Rusia, China y Líbano. Estados que poseen un claro interés en no apoyar la intervención militar a Siria.
Rusia
La actual potencia económicamente emergente ha mostrado históricamente su oposición a la injerencia de otros países en asuntos del medio oriente; sin embargo, esto no responde únicamente a su discurso “antimperialista estadounidense” sino que posee intereses principalmente en torno a los recursos energéticos. Como se mencionó previamente, Rusia cuenta con grandes inversiones en materia de petróleo y gas natural como el gasoducto en South Pars, en el cual Siria es un posible aliado. Aunado a ello, la industria armamentista es muy productiva para Rusia, puesto que ha logrado consolidar una industria militar lo suficientemente competitiva frente a la de Estados Unidos, convirtiéndose en el segundo país exportador de armas del mundo (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, 2012), situación que le permite estimular su economía por medio de la venta de armamento a países del Medio Oriente y Asia Menor.
Una de las principales cartas que Rusia busca jugar, se centra en su capacidad de veto ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Rusia insta a que se respete el derecho internacional en el marco de la seguridad colectiva de la ONU, pues es allí donde puede ejercer su mayor capacidad de oposición, porque no ha mostrado interés en declarar una intervención directa en caso de agresión contra Siria.
Irán
La relación entre Siria e Irán reside principalmente en su afinidad religiosa / cultural chiita y alawita y es a partir de la revolución iraní, que los lazos entre estos dos países se inician a fortalecer. La alianza entre Irán y Siria responde a intereses específicos como el liderazgo regional y la expansión de su influencia, contrarrestando la influencia del Estado de Israel. Otra de las amenazas que perciben ambos países y que están comprometidos a combatir, es la creciente presencia de Estados Unidos en la región; principalmente desde la invasión a Iraq en el 2003 y el desarrollo de su política anti terrorista. Es importante mencionar el interés de Irán por establecer acuerdos con Siria y algunos otros países para la inversión de gasoductos y demás proyectos como puede ser el desarrollo de su plan nuclear como fuente alternativa de energía, uno de los aspectos más cuestionados a nivel internacional.
China
El gran país asiático se ha opuesto a la posibilidad de ejecutar una intervención militar. Al Igual que Rusia, China logra demostrar su gran oposición en el Consejo de Seguridad, pero la gran diferencia entre estos dos países reside en que China es muy sigilosa en cómo tratar su posición frente a los asuntos internacionales. Este país comparte intereses económicos y de recursos energéticos en la región, razón por la cual una intervención a Siria podría afectar dichos intereses. Públicamente, Pekín ha declarado que una intervención militar traería consecuencias graves para el comercio de petróleo y el comercio en general, afectándola directamente. Algunos analistas, sin embargo, consideran que la oposición de este gigante se debe principalmente para buscar impedir la continua expansión de la presencia norteamericana en dichos países, y con ello ganar terreno por medio de alianzas comerciales.
Iraq
Este país se ha consolidado como un territorio de dominio chiita tras la muerte de Saddam Hussein, mejorando considerablemente la relación con sus vecinos Irán y Siria. Actualmente, pese a que aún cuenta con una presencia militar de los Estados Unidos (producto de la invasión en el 2003), el Estado ha negado la utilización de su territorio y su espacio aéreo como plataforma para una invasión a Siria.
Líbano
El Estado de Líbano se ha proclamado en contra de la intención de invadir Siria, principalmente por el temor a la desestabilización que dicha acción traería a la región. Sin embargo, lo que es más importante de este país, es la posible participación de Hezbollah. Este actor es un partido político con un ala paramilitar que surge con el fin de expulsar a Israel de los territorios libaneses (aspecto que lo constituye como uno de los principales enemigos de Israel) y consolidar a Líbano con un modelo político como el iraní. Este grupo, conformado por “radicales” chiitas, apoya al régimen y ha empezado a movilizar fuerzas como respuesta a la iniciativa estadounidense de la intervención militar.
[1] The New York Times (2013). Middle East: Survey Reveals Scant Backing for Syria Strike [Onlline] Consultado en Septiembre de 2013 de la World Wide Web: http://www.nytimes.com/2013/09/10/world/middleeast/poll-majority-of-americans-oppose-military-strike.html?ref=politics
[2] The Wall Street Journal (2013). US, Politics & Policy: Senate Panel Backs Use of Force Against Syria [Online]. Consultado en Septiembre de 2013 de la World Wide Web: http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324577304579054973488682120.html?mod=rss_mobile_uber_feed
[3] The New York Times (2013). Politics: Where Lawmakers Stand on Military Action in Syria [Online]. Consultado en Septiembre de 2013 de la World Wide Web: http://www.nytimes.com/interactive/2013/09/05/us/politics/syria-vote-tracker.html?ref=politics&_r=0
Imagen por La Tuff Cartoons: http://latuffcartoons.wordpress.com/