Hace unos días el ex canciller y actual columnista de ElPeriódico, Édgar Gutiérrez, afirmó en su columna titulada “El peor de los presidentes” que el presidente Jimmy Morales es un “abusador de jovencitas”.
Dicha acusación es grave y pone de nuevo al presidente en el foco de atención de la opinión pública.
En lo personal, creo que la función de los columnistas es la de dar nuevos enfoques y matices a determinados temas, buscando el balance, la objetividad y el razonamiento crítico para que el lector pueda cuestionar y reflexionar sobre lo que ocurre a su alrededor. De ninguna manera nuestra función es la de crear morbo y afirmar cuestiones que no podemos o que no estamos dispuestos a sustentar.
Me temo que Gutiérrez se dejó seducir por lo último.
Hasta este momento, no sabemos si es cierto lo que él dice. No hay denuncias y mucho menos pruebas. Solo un párrafo acusador que muchos lectores animados por su aversión al presidente aceptaron como verdad. Y eso es grave.
Todos estamos conscientes que Jimmy Morales es el peor presidente que hemos tenido desde el inicio de la era democrática. De igual manera, todos sabemos que su poca valentía y capacidad para gobernar nos tiene en un laberinto lleno de problemas. Como ciudadanos tenemos la obligación de criticar, cuestionar y proponer soluciones para el sinfín de problemas con los cuales luchamos día a día. Pero existe un camino muy extenso entre cuestionar las acciones gubernamentales y levantar sospechas sobre posibles actos perversos del presidente.
Si el presidente en realidad ha incurrido en ser un enfermo sexual, las autoridades competentes deben ser las encargadas de realizar las acciones correspondientes. Y si Gutiérrez tiene la vehemencia para afirmar tal cosa, creo que debe petición colectiva que él mismo sea el que se aboque con las autoridades. Porque de ser cierto, es inaceptable que quien nos gobierna utilice su posición para “abusar jovencitas” como afirma el columnista
No dejemos que en nombre de la libertad de expresión personas que tienen cierta credibilidad intelectual caigan en lo mismo que tanto repudian: utilizar su posición social (intelectual en el caso de Édgar Gutiérrez) para incidir en el pensamiento de las personas de forma mal intencionada y sin fundamento.
No defiendo a Jimmy Morales y realmente deseo que llegue el día en que su gestión termine. Pero debo confesar que espero que lo que dice Gutiérrez solo sea uno de los tantos rumores que los “formadores de opinión pública” han levantado para crear más zozobra de la que ya existe. Si es un abusador de jovencitas, espero que pase el resto de sus días en una bartolina.